Tomo I, Sección VIII
El Renacimiento
El alma nace una y otra vez, y cada vez que nace, una mente, una vida y un cuerpo se forman de los materiales de la naturaleza universal, de acuerdo con la evolución pasada de esa alma y con sus necesidades para el futuro.
Cuando el cuerpo se disuelve, el vital va al plano vital y permanece allí por un tiempo hasta que el cascarón o cubierta vital desaparece. Lo último en disolverse es el estuche mental. Finalmente el alma o el ser psíquico se retira al mundo psíquico para descansar allí hasta que se acerque un nuevo nacimiento.
Este es el curso general para el desarrollo de los seres humanos comunes u ordinarios. Hay variaciones de acuerdo con la naturaleza del individuo y su desarrollo. Por ejemplo, si el mental está fuertemente desarrollado, entonces el ser mental puede permanecer; así también puede el vital; abastecidos, ellos son organizados por el verdadero ser psíquico y centrados alrededor de él, compartiendo su inmortalidad.
El alma une los elementos esenciales de sus experiencias en la vida y hace de eso la base para su crecimiento en la evolución; cuando regresa para nacer, toma sus cascarones mental, vital y físico como también una gran cantidad de su Karma, ya que le es útil en su nueva vida para promover la experiencia.
Es realmente para la parte vital del ser que srâddha [la fe] y los rituales se hacen – para ayudar al ser a quitarse las vibraciones vitales que todavía lo apegan a la tierra o a los mundos vitales, de forma que pueda pasar rápidamente a su descanso en la paz psíquica.
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Yo solamente dije, que originalmente eso fue intentado con ceremonias – ritos. No me estaba refiriendo al mantenimiento de la casta o los Brahmanes, lo cual, no es un rito o ceremonia. Si como se ejecuta srâddha [ciertas ceremonias que se ejecutan en honor y por el beneficio de los parientes muertos] es actualmente efectiva, eso es otra cosa – porque esos que la ejecutan no tienen el conocimiento ni el poder oculto.
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Después que uno deja el cuerpo, el alma, después de ciertas experiencias en otros mundos, se desprende de las personalidades mental y vital y se dispone a descansar para asimilar la esencia de su pasado y prepararse para una nueva vida. Es esta preparación la que determina las circunstancias del nuevo nacimiento y lo guía en su reconstitución de una nueva personalidad y en la elección de sus materiales.
El alma que ha partido retiene la memoria de sus experiencias pasadas solamente en su esencia, no en su forma detallada. Es solamente si el alma regresa trayendo alguna o algunas personalidades del pasado como parte de su manifestación presente que sea probable que recuerde los detalles de su vida pasada. De otra forma, es solo por Yogadrishti que la memoria llega.
El Karana-purusha es lo que se llamamos el ser central, el Jiva. Él se mantiene por encima del juego, ayudándolo siempre.
Pueden haber lo que parece ser movimientos retrógrados pero estos son solamente zigzagues y no retrocesos, sino un regreso a algo que no se ha trabajado de forma que después se pueda mejorar. El alma no retrocede a la condición animal; pero una parte de la personalidad vital puede separarse por si misma y unirse al nacimiento de un animal para trabajar allí sus propensiones animales.
La creencia o el dicho popular acerca del hombre avaricioso que llegó a ser una serpiente no tiene en sí ninguna verdad. Estas son supersticiones populares románticas.
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Después que el alma deja el cuerpo viaja a través de muchos estados o planos hasta que el ser psíquico haya descartado su cubierta temporal, entonces el alcanza el mundo psíquico donde descansa en una especie de sueño hasta que esté listo para la reencarnación. Lo que él conserva de la experiencia humana al final, es solamente la esencia de todo lo que él ha pasado, eso que puede usar para su desarrollo. Esta es la regla general, pero ella no aplica a los casos excepcionales o a los seres muy desarrollados que han alcanzado una consciencia mayor que la del nivel humano ordinario.
No es el alma (el ser psíquico) el que toma la forma inferior, es alguna parte del ser manifestado, usualmente alguna parte del vital es la que lo hace, debido a algún deseo, afinidad o necesidad de una experiencia en particular. Esto le pasa muy a menudo al hombre ordinario.
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En el momento de la muerte el ser se va del cuerpo a través de la cabeza; el se va en cuerpo sutil y va a diferentes planos de existencia por un corto tiempo hasta que ha pasado por ciertas experiencias que son el resultado de su existencia terrestre. Después él alcanza el mundo psíquico donde descansa en una especie de sueño, hasta que es su tiempo para una nueva vida en la tierra. Eso es lo que pasa usualmente – pero hay algunos seres que están más desarrollados y no siguen ese curso.
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El alma sale, después de la muerte, en un cuerpo sutil.
Los recuerdos duran solamente por un tiempo, no hasta el renacimiento – de otra forma, la impresión sería tan fuerte que el recuerdo de los nacimientos pasados, inclusive después de haber tomado un cuerpo nuevo, sería la regla más que la excepción.
Usted dice que, "la relaciones de un nacimiento persisten en los nacimientos sucesivos, las oportunidades dependen en la fuerza del apego". Esto es posible pero no es la ley – como regla, la misma relación no sería repetida constantemente – las mismas personas se encuentran frecuentemente una y otra vez en la tierra en vidas distintas, pero las relaciones son diferentes. El propósito del renacimiento no se cumpliría si la misma personalidad con las mismas relaciones y experiencias son incesantemente repetidas.
No es el caso de que hay una completa aniquilación del ego, de las formas de vidas inferiores a las del hombre, después de la muerte .
Del ser que se habló en la condición estática de descanso completo no es el ego, sino el ser psíquico después que él se ha desprendido de su vital y otras envolturas y está descansando en el mundo psíquico. Antes de eso, él pasa a través del vital y otros mundos en su camino al plano psíquico.
Es posible llegar a un contacto directo con el difunto mientras él se encuentre lo suficientemente cerca de la tierra (aquellos que tienen experiencias ocultas suponen que eso pasa solamente por tres años) o si ellos están apegados a la tierra, o si ellos son de los que no prosiguen al plano psíquico sino que están conectados a la tierra y pronto renacerán.
Declaraciones universales no pueden se hechas fácilmente acerca de estas cosas – hay una línea general, pero los casos individuales varían en una gran extensión.
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Después de la muerte, hay un período en el cual uno pasa a través del mundo vital y vive allí por un tiempo. Es solamente la primera parte del tránsito la que puede ser peligrosa y dolorosa; en el resto uno trabaja, bajo ciertas circunstancias el remanente de los deseos vitales y los instintos que uno tuvo en el cuerpo. Tan pronto como uno esté cansado de esas cosas y capaz de ir más allá, la envoltura vital se desprende y el alma después de un tiempo que necesitó para deshacerse de algunas supervivencias mentales, pasa a un estado de descanso en el mundo psíquico y permanece allí hasta la próxima vida en la tierra.
Uno puede ayudar al alma del difundo por la buena voluntad de uno o por medios ocultos, si uno tiene el conocimiento. Lo único que uno no debe hacer es sujetarlos por el hecho de extrañarlos y estar triste por ellos o por cualquier cosa que los detenga cerca de la tierra o los retrase en su viaje a su lugar de descanso.
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Para algunos puede pasar que no se den cuenta por un tiempo de que ellos están muertos, especialmente si la muerte ha sido imprevista y de repente, pero no puede decirse que eso le pasa a todos o a la mayoría. Algunos pueden entrar en un estado de semi -inconsciencia u obsesión por una condición interna oscura creada por su estado de mente al morir, en él que ellos no se dan cuenta de donde están, etc., otros están conscientes del pasaje. Es verdad que el ser que se ha ido en su cuerpo vital, continúa por algún tiempo cerca del cuerpo o de la escena de la vida, frecuentemente por lo menos ocho días y en las religiones del pasado, mantras y otros medios se usaron para la separación. Inclusive, después de la separación del cuerpo una naturaleza apegada a la tierra o una de una fuerte deseos físicos puede apegarse por un largo tiempo a la atmósfera de la tierra hasta el máximo de un período de tres años. Después, él pasa a los mundos vitales, procediendo en su viaje que tarde o temprano lo llega al descanso psíquico hasta la próxima vida. Es verdad también que la tristeza y el llanto por el muerto impide su progreso ya que lo mantienen unido a la atmósfera de la tierra no dejándolo proseguir su camino.
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El movimiento del ser psíquico desprendiéndose de las envolturas externas en su camino al plano psíquico es el movimiento normal. Pero puede haber un sin número de variaciones; uno puede regresar del plano vital y hay muchos casos de un nacimiento casi inmediato, algunas veces inclusive asistido con una memoria completa de los eventos de la vida pasada.
El infierno y el cielo son frecuentemente estados imaginarios del alma o preferiblemente del vital que lo construye después de su estadía allí. Lo que significa el infierno es un pasaje doloroso a través del vital o mientras se está allí, como por ejemplo, en muchos casos de suicidio donde uno permanece rodeado de las fuerzas de sufrimiento y perturbación creadas por esa salida violenta y forzada. También hay, por supuesto, mundos mentales y mundos vitales que son penetrados con experiencia gozosas u oscuras. Uno puede pasar a través de ellos como el resultado de cosas formadas en la naturaleza que crean las afinidades necesarias, pero la idea de premio o retribución es una concepción burda y vulgar y un error común.
No hay una regla que diga que en el regreso del alma al renacer debe haber un completo olvido. Hay, especialmente en la niñez, muchas impresiones de la vida pasada que pueden ser suficientemente fuertes y vívidas, pero la educación materialista y las influencias del entorno previenen que su naturaleza verdadera sea reconocida. Hay inclusive un gran número de personas que tienen remembranzas definitivas de la vida pasada. Pero esas cosas son desalentadas por la educación y la atmósfera no puede permanecer o desarrollarse; en la mayoría de los casos ellos suprimidos fuera de la existencia. Al mismo tiempo debe hacerse notar que lo que el ser psíquico se lleva consigo y trae de vuelta es comúnmente la esencia de las experiencias que él tuvo en las vidas pasadas, y no los detalles, de manera que usted no puede esperar la misma memoria como la que uno tiene en la presente existencia.
El alma puede ir derecho al mundo psíquico pero eso depende del estado de consciencia en el momento de la partida. Si el psíquico está al frente todo el tiempo, la transición inmediata es completamente posible. Eso no depende de la adquisición de una inmortalidad tanto psíquica como mental o vital – aquellos que han adquirido eso preferirían tener el poder para moverse en mundos diferentes e inclusive actuar en el mundo físico sin estar limitado a él. Por lo general, puede decirse que no hay una regla fija para esas cosas, variaciones numerosas son posibles dependiendo de la consciencia, sus energías, tendencias y formaciones, aunque hay una estructura y diseño en la que todo encaja tomando su lugar.
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Es necesario entender claramente la diferencia entre el alma evolucionando (el ser psíquico) y el Atman puro, el yo o el espíritu. El yo puro no nace, no pasa a través de la muerte y el nacimiento, es independiente del nacimiento o el cuerpo, la mente o la vida o esta Naturaleza manifestada. Él no está sujeto a esas cosas, ni limitado, ni afectado por ellas, inclusive aunque las asuma y las ayude. El alma, por lo contrario, es algo que desciende en el nacimiento y pasa a través de la muerte – aunque él mismo no muere, porque es inmortal – de un estado a otro, del plano de la tierra a otros planos y de regreso de nuevo a la existencia en la tierra. Así continúa en esta progresión, de vida en vida a través de una evolución que lo guía hasta el estado humano, evolucionando a través de ella todo su ser él que llamamos ser psíquico que ayuda a la evolución y desarrolla una consciencia humana mental, vital y física como sus instrumentos de experiencia en el mundo y de una expresión propia imperfecta y enmascarada pero en crecimiento. Todo esto él lo hace detrás del velo enseñando algo de su yo divino solo en la extensión que le permita su ser instrumental imperfecto. Pero el tiempo llega cuando él es capaz de prepararse para salir de detrás del velo y tomar el mando y así cambiar toda la naturaleza instrumental hacia el logro divino. Este es el principio de la verdadera vida espiritual. El alma es ahora capaz de prepararse para una evolución superior de consciencia manifestada que la de la humana mental – ella puede pasar de lo mental a lo espiritual y a través de los niveles espirituales hacia el estado supramental. Hasta entonces, no hay razón por la cual ella deba cesar de nacer, ella no puede de hecho, hacerlo. Si habiendo alcanzado el estado espiritual, ella decide salir de la manifestación terrestre, ella puede definitivamente hacerlo – pero también es posible una manifestación superior, en el Conocimiento y no en la Ignorancia.
Su pregunta por lo tanto no se puede originar. No es el espíritu desnudo, sino el ser psíquico él que va al plano psíquico a descansar hasta que sea llamado otra vez a otra vida. No hay una necesidad, por lo tanto, de una Fuerza que lo obligue a nacer de nuevo. Hay en su naturaleza un propósito Divino que crece, brota y se ejercita para ayudar a la evolución y él debe hacer eso hasta que el propósito Divino en su evolución sea logrado. El karma es solamente una maquinaria, no es la causa fundamental de la existencia terrestre – eso no puede ser, porque cuando el alma primeramente entró en la existencia, no tenía karma.
De nuevo, ¿qué usted quiere decir con "Maya la que todo lo vela" o con "perdiendo toda la consciencia"? El alma no puede perder toda la consciencia, porque su propia naturaleza es la consciencia, aunque no de la clase mental a la cual nosotros le damos el nombre. La consciencia está simplemente cubierta no perdida o abolida por la llamada Inconsciencia de la Naturaleza material y entonces por la consciencia a medias de la mente, la vida y el cuerpo ignorante. Ella manifiesta, a medida que la mente, la vida y el cuerpo crece, tanto como puede de la consciencia que sostiene en potencia, la manifiesta en la naturaleza instrumental exterior tanto como es posible y en la forma que sea hacedero a través de esos instrumentos y de las personalidades externas que han sido preparada para eso y por eso – porque ambos son la verdad – para la vida presente.
Yo no sé nada acerca de ningún sufrimiento terrible que pasa el alma en el proceso del renacimiento; las creencias populares inclusive cuando tienen alguna base son en raras ocasiones claras y precisas.
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