Tomo I, Sección VII
No fue mi intención cuestionar en ninguna forma la posición de Chaitanya como un Avatar de Krishna y del Amor Divino. Ese carácter de la manifestación aparece muy claramente en todas las opiniones acerca de él, e incluso, si lo que se relaciona con la aparición de Krishna en él de tiempo en tiempo es aceptado, estas fulminaciones del esplendor del Ser Divino son entre otras, lo más extraordinario en la historia del Avatar. En cuanto a Sri Ramakrishna, la manifestación en él no fue tan intensa sino más polifacética y afortunadamente no puede haber ninguna duda acerca de la autenticidad de los detalles de su conversación y su acción, dado que ellos han sido documentados día tras día por un observador tan competente como Mahendranath Gupta. Yo no querría entrar en ninguna comparación entre esas dos grandes personalidades espirituales: ambos ejercieron una influencia extraordinaria e hicieron algo supremo en su propia esfera.
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El [Ramakrishna] nunca escribió una autobiografía – lo que el dijo fue en conversación con sus discípulos y otros. Con certeza él fue un Avatar tan grande como Cristo y Chaitanya.
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Mahoma habría rehusado él mismo a la idea de ser un Avatar, de manera que tenemos que verlo solamente como un profeta, el instrumento, el Vibhuti. Cristo comprendió que era el hijo de Dios que es uno con el Padre– por lo tanto el debe de ser un amsãvatãra, una encarnación parcial.
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Lo que Leonardo da Vinci sostuvo en sí mismo fue la nueva era completa de los europeos en sus muchas facetas. Pero no había ninguna duda de la Avataridad o la consciencia o un descenso o la presión de las fuerzas espirituales. El misticismo no era parte de lo que él tenía que manifestar.
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El fenómeno de la Avataridad tiene dos aspectos, la Consciencia Divina y la personalidad instrumental. La Consciencia Divina es omnipotente pero ha proyectado la personalidad instrumental en la Naturaleza bajo las condiciones de la Naturaleza y la usa de acuerdo con las reglas del juego – aunque algunas veces también cambia las reglas del juego. Si la Avataridad es solamente un milagro resplandeciente, entonces no tengo nada que decir. Pero si ella es una parte coherente del orden del Divino omnipotente, entonces la puedo entender y aceptar.
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He dicho que el Avatar es uno que viene, para abrirle a la humanidad, el camino hacia una consciencia superior – si nadie puede seguir el Camino, entonces, o nuestra concepción de las cosas, que también es la de Cristo, Krishna y Buda, esta completamente equivocada o toda la vida y la acción del Avatar es absolutamente fútil / inútil. X parece decir que no hay un camino ni una posibilidad de seguirlo, que las luchas y los sufrimientos del Avatar son irreales y puras patrañas – no hay posibilidad de luchas para uno que representa el Divino. Tal concepción hace que toda la idea de la Avataridad no tenga sentido; no hay entonces una razón, ni una necesidad ni un significado en ella. El ser Divino todo poderoso puede levantar a las personas sin molestarse en descender a la tierra. Es solamente si el llevar la carga de la humanidad en él mismo y el abrir el Camino es una parte del orden o arreglo del mundo, que la Avataridad tiene un significado.
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No se supone que un Avatar actúe en una forma no - humana – el toma la acción humana y la usa con métodos humanos, con la consciencia humana al frente y la Divinidad detrás o respaldándola. Si él no lo hace, el tomar un cuerpo humano no tendría significado y no sería de ayuda para nadie. El podría también haberse quedado en lo alto y hacer las cosas desde allí.
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En cuanto al Divino y al humano, eso también es una dificultad creada por la mente. El Divino está allí en el humano, y el humano logrando y excediendo sus aspiraciones y tendencias superiores llega a ser el Divino. Eso es lo que su depresión no puede entender – eso cuando el Divino desciende y lleva la carga de la humanidad sobre si mismo para poder excederla – el llega a ser humano para poder enseñarle a la humanidad como llegar a ser Divino. Pero eso no puede ser si hay solamente un endeble sin ninguna Presencia divina interior o ninguna Fuerza divina respaldándolo – él tiene que se fuerte para poder poner su fuerza en todo lo que esté dispuesto a recibirlo. Por lo tanto hay en él un doble elemento – el humano al frente, y el Divino detrás – y es eso lo que da la impresión impenetrable de la cual usted se queja. Si usted mira a lo humano solamente, observando con la vista externa, sin estar dispuesto o listo a ver algo más, usted verá un ser humano solamente – si usted busca al Divino, usted encontrará al Divino.
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Es verdad que es imposible para la razón humana limitada juzgar la forma o el propósito del Divino, – el cual es el camino del infinito tratando con lo finito.
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No es con su mente que usted puede tener la esperanza de entender el Divino y su acción, sino proel crecimiento de una consciencia interna verdadera y divina. Si el Divino fuera a develarse o a revelarse a si mismo en toda su gloria, la mente podría sentir una Presencia, pero no entendería su acción o su naturaleza. Es en la medida de su propia realización y por el nacimiento y crecimiento de una consciencia mayor en usted mismo que usted verá al Divino y comprenderá su acción inclusive detrás de sus máscaras.
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Un Avatar o un Vibhuti tiene el conocimiento que es necesario para su trabajo, ellos no necesitan tener más de eso. No hubo absolutamente ninguna razón por la cual Buda debió saber lo que pasaba en Roma. Un Avatar incluso no manifiesta toda la omnisciencia y la omnipotencia Divina; él no ha venido para tal innecesaria exhibición; todo eso está detrás de él pero no al frente de su consciencia. En cuanto al Vibhuti, un Vibhuti incluso no necesita saber que él es un poder del Divino. Algunos Vibhutis como Julio Cesar por ejemplo han sido ateos. Buda mismo no creyó en un Dios personal, solo en algún Permanente impersonal e indescriptible.
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La forma de los hombres de hacerlas cosas bien es a través de una conexión mental clara; ellos ven y hacen las cosas con la mente y lo que ellos quieren es una perfección humana mental. Cuando ellos piensan de una manifestación de la Divinidad, piensan que debe ser una perfección extraordinaria en hacer las cosas humanas ordinarias / comunes – una facultad extraordinaria de negocio, política, poética o artística, o una memoria precisa, el no hacer errores, y el no tener ninguna derrota o fracaso. O de otra forma, ellos piensan de las cosas que llaman supra humanas, como no comer comida, decir el futuro o dormir sobre clavos o comérselos. Eso todo, no tiene nada que ver con la manifestación de la Divinidad….Estas ideas humanas son falsas.
La Divinidad actúa de acuerdo con otra consciencia, la consciencia de la Verdad en lo alto y la Lila en lo bajo, y ella actúa de acuerdo con las necesidades dela Lila, no de acuerdo con las ideas del hombre de lo que debe ser o no. Esta es la primera cosa que uno debe aprender, de lo contrario uno no puede entender nada acerca de la manifestación del Divino.
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Si el Divino no fuera en esencia omnipotente, él no podría ser omnipotente en todos los lugares– ya sea en lo supramental o en otra parte. Porque él escoja u opte el limitar o determinar su acción por la condiciones, eso no lo hace a él menos omnipotente. Su auto-limitación es en si mismo un acto de omnipotencia.
¿Por qué el Divino debe de estar encadenado a triunfar en todas sus operaciones? ¿Y que, si el fracaso le encaja y sirve mejor a sus propósitos? ¡Que nociones son esas tan rígidas y primitivas acerca del Divino?
Ciertas condiciones han sido establecidas para este juego y mientras esas condiciones permanezcan sin cambiar ciertas cosas no son hechas – de manera que decimos que ciertas cosas son imposible y no pueden ser hechas. Si las condiciones son cambiadas entonces las mismas cosas son hechas o por lo menos llegan a ser lícitas –permitidas y legales según las llamadas leyes de la Naturaleza, y entonces nosotros podemos decir que pueden ser hechas. El Divino también actúa de acuerdo con las condiciones del juego. El puede cambiarlas, pero primero el tiene que hacerlo, no procediendo, mientras que manteniendo las condiciones, actuar por una serie de milagros.
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Si los Avatares son falsos y ellos no tienen valor para otros ni ningún efecto verdadero, la Avataridad llega a ser perfectamente irracional, irreal y sin sentido. El Divino no necesita sufrir o luchar por él mismo; si él se hecha arriba estas cosas, es para llevar la carga del mundo y ayudar al mundo y a los hombres; y si los sufrimientos y las luchas son para dar alguna ayuda, ellos deben ser reales. Uno que es falso o finge no puede ayudar. Ellos deben ser tan reales como las luchas y los sufrimientos de los mismos hombres –el Divino los sostiene y al mismo tiempo enseña el camino a través de ellos. De otra manera sus suposiciones de naturaleza humana no tienen ningún significado, ni utilidad ni valor.¿Cuál es la razón de admitir la Avataridad si usted le quita todo su significado?
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Si su argumento es él de las acciones de la vida, las luchas del Avatar (ejemplo, las de Rama y las de Krishna) son irreales porque el Divino está allí y sabe que todo es Maya, en el hombre también está el yo, el espíritu que es inmortal, intocable, divino; usted puede decir que los sufrimientos del hombre y la ignorancia son solamente simulados, fingidos e irreales. Pero ¿aun cuando el hombre los siente como reales y aun cuando el Avatar siente su trabajo y sus dificultades?
Si la existencia del Divino no tiene ningún efecto práctico, ¿cuál es el uso de una admisión teorética? La manifestación del Divino en el Avatares de ayuda al hombre porque lo auxilia a descubrir su propia divinidad y a encontrar el camino para realizarla. Si la diferencia es tan grande que la humanidad por su propia naturaleza previene toda posibilidad de seguir el camino abierto por el Avatar, eso solamente quiere decir que no hay divinidad en el hombre que pueda responder a la Divinidad en el Avatar.
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Yo repito, cuando el Divino toma para si la carga de la naturaleza terrestre, la toma completa y sinceramente y sin ningún truco, ardid, conjura o fingimiento. Si él tiene algo detrás de él que lo respalda y que emerge siempre fuera del velo que lo cubre, en esencia es la misma cosa, incluso si es mayor en gradación que lo que está detrás respaldando a los otros – y que está tan despierto que está ahí.
El ser psíquico hace lo mismo para todos los que se proponen el camino espiritual – los hombres no necesitan ser seres extraordinarios para hacer esto. Ese es el error que usted está cometiendo – machacar en la grandiosidad como si solamente lo grandioso pudiera ser espiritual.
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Yo estoy bastante perplejo por sus contradicciones sobre Rama. Cobarde es la última cosa de lo que puede ser acusado el Rama de Valmiki; el siempre ha sido considerado un guerrero y son las razas marciales de la india quien lo han hecho a él su dios. Valmiki lo pinta en cualquier parte como un guerrero [el Ramayana de Valmiki se cree que es el primer trabajo poético escrito en Sánscrito]. Su empleo de la estratagema o subterfugio en contra de un enemigo infrahumano no prueba lo opuesto – porque así es como siempre el humano(inclusive los grandes guerreros y cazadores) ha tratado con el infrahumano. Yo pienso que es Madhusudan quien ha oscurecido el héroe de Valmiki en los ojos de los bengalies, convirtiéndolo en un pobre títere, pero ese no es el auténtico Rama que, diciendo lo que uno debería, fue una gran figura épica, –Avatar o no Avatar. En cuanto a la moralidad convencional, toda moralidad es una convención – el hombre no puede vivir sin convenciones, mentales y morales, de otra forma él se sentiría perdido en las olas del mar de las fuerzas anárquicas de la Naturaleza vital. Inclusive los Russells y los Bernard Shaws pueden solamente terminar, estableciendo otro conjunto de convenciones en el lugar de aquellas que han dejado de ser válidas. Solamente alzándose sobre la mente, puede uno realmente ir más allá de las convenciones – Krishna fue capaz de hacerlo porque él no era un ser humano mental sino una divinidad superior a la mente actuando libremente desde una consciencia mucho mayor que la del hombre. Rama no fue eso, él fue el Avatar de la mente sattwica – mental, emocional y moral – y el siguió el Dharma de la edad y la raza. Eso lo hace a él congeniar temperamentalmente con Gandhi y en el reverso con usted; pero así como el rechazo temperamental de Gandhi en contra de Krishna no prueba que Krishna no es un Avatar, su rechazo temperamental de Rama no establece que él no fue un Avatar. Sin embargo, mi punto más importante será que la Avataridad no depende en ninguna forma de ese asunto, sino que tiene otras bases, significado y propósito.
Cartas Sobre Yoga por
SriAurobindo
Tomo I, Sección VII – El Propósito de la Avataridad.
Traducido por Hortensia De la Torre.
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