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- Por
Mevlana Celaleddin Rumi
- Versión
inglesa traducida por Coleman Barks
- Versión
española traducida por Fa Hùi
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- Note:
Husam was Rumi's much loved assistant. Rumi teases him. [Husam era el
asistente más querido de Rumi. Rumi siempre bromeaba con él.]
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- Husam
solicita que empecemos el Libro V
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- Ziya-Haqq,
el Resplandor de la Verdad,
- Husamuddin,
- Maestro
de los Auténticos Maestros,
- si
mi garganta humana no fuera tan estrecha,
- yo
te alabaría como has de ser alabado,
- en
algún lenguaje distinto de éste de palabras,
- pero
una gallina doméstica no es un halcón.
- Debemos
mezclar el barniz que tenemos
- y
darnos una pincelada.
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- No
estoy hablando a materialistas. Cuando menciono a Husam,
- hablo
sólo a aquellos capaces de reconocer secretos espirituales.
- Alabar
es simplemente correr las cortinas
- para
dejar entrar sus virtudes.
- El
Sol,
- por
supuesto, permanece aparte
- de
lo que digo.
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- Aquel
que pronuncia la Alabanza al que está alabando realmente es a él mismo,
al decir implícitamente, "Mis ojos están claros."
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- Del
mismo modo, aquel que critica se está criticando a sí mismo, al decir
implícitamente, "No puedo ver muy bien con mis ojos tan
inflamados."
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- Nunca
te compadezcas de alguien
- que
quiere ser el Sol, ese otro Sol,
- Aquel
que convierte lo putrefacto en frescura.
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- Y
nunca envidies a alguien
- que
quiere ser este mundo.
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- Husam
es el Sol del que hablo.
- No
puede ser entendido con la mente, o dicho,
- pero
nos tropezamos y titubeamos al intentarlo.
- El
que no puedas beberte todo lo que cae
- no
significa que has de dejar de tomar sorbos
- de
agua de lluvia. Si la nuez
- del
misterio no se puede sostener,
- déjame
al menos tocar la cáscara.
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- Husam,
refresca mis palabras, tus palabras.
- Mis
palabras son sólo la superficie de tu saber,
- una
atmósfera terrestre de tu vasto espacio.
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- Lo
que digo lleva la sola intención de señalarte, a Ti,
- de
tal modo que quien oiga estas palabras no se lamente
- de
que nunca tuvo la oportunidad de mirar.
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- Tu
presencia me saca de mi vanidad
- e
imaginación y opinión.
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- La
reverencia es el ungüento
- que
nos curará los ojos.
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- Y
una perspicaz, constante escucha.
- Permanece
a la intemperie como una palmera
- levantando
sus brazos. No caves ratoneras
- en
la tierra, argumentando dentro de algún
- laberinto
doctrinal.
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- Ese
giro y esa trama intelectual te mantiene envuelto
- en
la ceguera. Y otras cuatro características
- te
previenen de amar. Los Qur'an las llaman
- las
cuatro aves. Dí Bismillah, y corta la cabeza
- a
esos pájaros del mal.
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- El
gallo de la lujuria, el pavo real del deseo
- de
ser famoso, el cuervo de la posesión, y el pato
- de
la urgencia, mátalos y hazlos revivir
- en
otro estado, transformados e inofensivos.
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- Hay
un pato dentro de ti.
- Nunca
es saciado, buscando por lo seco
- y
lo mojado igualmente, como un ladrón en una casa vacía
- acumulando
objetos en su saco, perlas, garbanzos, lo que sea. Siempre
- pensando,
"¡No hay tiempo!
- ¡No
tendré otra oportunidad!"
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- Una
Auténtica Persona es más sosegada y cauta.
- Él
o ella no se preocupan por las interrupciones.
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- Pero
ese pato está tan temeroso de despistarse
- que
ha olvidado toda la generosidad, y asustado expandió su capacidad para
llevar comida.
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- Un
gran grupo de infieles
- llegó
una vez para ver a Mahoma,
- sabiendo
que él les daría de comer.
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- Mahoma
dijo a sus Amigos,
- "Dividíos
a estos invitados entre vosotros y atendedles.
- Ya
que todos estáis llenos de mí,
- será
como si yo fuera el anfitrión."
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- Cada
Amigo de Mahoma eligió a un invitado,
- pero
había una enorme persona olvidada.
- Se
sentó en la entrada de la mezquita
- como
heces resecas en una copa.
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- Entonces
Mahoma invitó al hombre a su propia casa,
- donde
el enorme hijo de un Turco Ghuzz se lo comió todo,
- ¡la
leche de siete cabras y suficiente comida
- para
dieciocho personas!
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- Los
demás en la casa estaban furiosos.
- Cuando
el hombre se fue a la cama, la ama de llaves golpeó la puerta
- al
salir y la cerró con cadenas, llena de mezquindad y resentimientos. Cerca
de la medianoche, el hombre sintió varias imperiosas necesidades al mismo
tiempo.
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- ¡Pero
la puerta! Intenta abrirla,
- la
atraviesa con una espada. No hay manera.
- La
urgencia aumenta. La habitación se contrae.
- Cae
en un dormir confuso y sueña
- con
un lugar desolado, ya que él mismo es
- ese
lugar desolado.
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- Entonces,
soñando se tiene a sí mismo,
- aprieta
una enorme cantidad,
- y
otra enorme cantidad.
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- Pero
pronto se vuelve consciente
- como
para descubrir que las sábanas en las que se arropa están llenas
- de
excrementos. Se agita con espasmos de la vergüenza
- que
suele reprimir a los hombres de hacer tales cosas.
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- Piensa,
"Mi dormir es peor que mi vigilia.
- El
despertar está sólo lleno de comida.
- Mi
sueño es todo esto."
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- Ahora
llora, amargamente desconcertado,
- Esperando
al amanecer y al ruido de la puerta al abrirse,
- esperando
que de alguna manera pueda salir
- sin
que nadie le vea como está.
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- Seré
breve. La puerta se abre. Está salvado.
- Mahoma
llega al alba. Abre la puerta
- y
se vuelve invisible para que el hombre no se sienta avergonzado,
- y
así pueda escapar y lavarse
- y
no tener que enfrentarse al que le ha abierto.
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- Alguien
tan completamente absorbido en Alá como Mahoma
- puede
hacer esto. Mahoma había visto todo lo que ocurrió
- durante
la noche, pero se refrenó de dejarle salir,
- hasta
que todo sucedió como tenía que suceder.
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- Muchas
acciones que parecen crueles
- surgen
de una profunda Amistad.
- Muchos
derribos son de hecho, renovaciones.
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- Más
tarde, un sirviente entrometido
- trajo
a Mahoma las sábanas.
- "¡Mira
lo que tu invitado ha hecho!"
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- Mahoma
sonríe, siendo él misericordia entregada a todos los seres,
- "Traedme
un cubo de agua."
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- Todo
el mundo salta, "¡No! Déjanos hacer esto.
- Vivimos
para servirte, y este es el tipo de trabajo manual
- que
podemos hacer. Tuyo es el trabajo interior del corazón."
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- "Lo
sé, pero esta es una ocasión extraordinaria."
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- Una
Voz en su interior está diciendo, "Hay una gran sabiduría
- en
lavar esas sábanas. Lávalas"
- Mientras,
el hombre que manchó las sábanas y huyó
- está
volviendo a la casa de Mahoma. Se ha dejado olvidado
- un
amuleto que siempre ha llevado consigo.
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- Entra
y ve las Manos de Dios
- lavando
su increíblemente sucia ropa.
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- Se
olvida del amuleto. Un gran amor de pronto se introduce en él.
- Se
rasga la camisa. Estrella su cabeza
- contra
la pared y la puerta. Sangre
- brota
de su nariz.
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- Gente
acude de otras partes de la casa.
- Está
gritando, "¡Alejaros!"
- Se
golpea la cabeza,"¡No tengo discernimiento!"
- Se
postra ante Mahoma.
- Tú
eres el Todo. Yo soy una vil pequeñez,
- una
pieza sin sentido. No puedo mirarte."
- Está
calmado y tiembla de remordimientos.
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- Mahoma
se inclina sobre él y le sujeta y le acaricia
- y
abre su saber interior.
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- La
nube se lamenta, y entonces el jardín brota.
- El
bebé llora, y la leche de la madre fluye.
- La
Enfermera de la Creación ha dicho, Déjales llorar bastante.
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- Esta
lluvia-lamento y sol-ardiente se enroscan juntos
- para
hacernos crecer. Mantén a tu inteligencia blanca-caliente
- y
tu pesar reluciente, así tu vida permanecerá fresca.
- Llora
fácilmente como un niño pequeño.
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- Deja
que las necesidades del cuerpo mengüen y las decisiones del alma
aumenten.
- Disminuye
lo que le das a tu ser físico.
- Tu
ojo espiritual empezará a abrirse.
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- Cuando
el cuerpo se vacía y permanece vacío,
- Dios
lo llena con perfume y perlas.
- De
esta manera un hombre entrega su estiércol y consigue pureza.
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- Escucha
a los Profetas, no a algún adolescente.
- Las
bases y las paredes de la vida espiritual
- están
hechas de sacrificios y disciplina.
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- Permanece
con Amigos que te apoyen en esto.
- Habla
con ellos sobre textos sagrados,
- y
sobre cómo te va, y cómo les está yendo,
- y
mantened las prácticas unidos.
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Mathnawi, V, 1-149, 163, 167
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