Texto enviado por Gonzalo Barreiro desde Buenos Aires, Argentina
 
 
Recibido en Miami, Florida, USA
el sábado, 3 de mayo del 2003
1:50 p.m., por Gonzalo Barreiros
 
 
Querida Maestra:
 
¡Siempre me acuerdo de usted, sólo que el "ciberdestino" ha querido que en los últimos tiempos los e mails no le llegaran!
 
Pero usted es una de mis guías de los últimos tiempos, que siempre tiene una palabra justa o una enseñanza apropiada para sus estudiantes.
 
Aquí va el texto de Chinul. Es el fruto de los dos últimos años  como estudiante de So Mok Sunim (por favor, mencione que esta traducción se realizó bajo su guía y supervisión [la guía y supervisión de So Mok Sunim), ya que junto a ella hemos estado traduciendo a estos antiguos maestros coreanos, que han dejado una gran enseñanza para el Zen.
 
Le adjunto un retrato de Chinul Dae Son Sa (Gran Maestro Zen Chinul). Espero que llegue bien, cualquier cosa, a su disposición para reenviar si hay algún problema.
 
Con mis palmas juntas, la saluda sinceramente en el Dharma
Gonzalo Barreiros (Zhèng Shan)
 
 
Nota: Les damos nuestras más profundas gracias a Gonzalo Barreiros y a Alejandro Guidoni por su tan importante contribución. 
Rev. Yin Zhi Shakya, OHY
 
   
Retrato de Chinul Dae Son Sa (Gran Maestro Zen Chinul)
 
"Gye Cho Shim Hak Ip Mun"
 (Admoniciones a los principiantes)
 
Introducción
Biografía de Chinul
 
"Admoniciones a los principiantes" fue escrito por el Maestro Chinul (1158-1210) para presentar a los novicios, monjes y monjes Son (monjes zen) el modo de vida en un templo.
 
Uno de los tres textos principales estudiados por cada nuevo miembro en un Templo coreano, ofrece consejos básicos acerca de cómo debe entrenar un buscador espiritual. Si bien el texto es antiguo y algunas de las ideas pertenecen a otra época, el mensaje básico es extremadamente útil para cualquiera que quiera cambiar su vida ahora, y comenzar cualquier tipo de práctica espiritual.
 
A continuación la introducción del Profesor Robert Buswell:
 
"Admoniciones a los principiantes" fueron escritas por Chinul en el invierno de 1205 para conmemorar la apertura oficial de Suson-sa en su nuevo emplazamiento en el Monte Chogye. El texto es de estilo moralista, el único entre los escritos de Chinul, que traza las reglas básicas de conducta y decoro para los residentes de la comunidad. "Admoniciones" fueron adoptadas por todos los Budistas coreanos como el modelo de conducta en cada monasterio, y ayudó a establecer la observancia ética como las bases del cultivo Son coreano. Es el primero de los tres trabajos básicos sobre la vida del monje por tres diferentes maestros coreanos, trabajos compilados durante la dinastía Yi, como el "Chobalshim chanyong mun"; como tal, es el primer texto dado a los postulantes coreanos hoy en día cuando entran a un monasterio.
 
En esta edición he encontrado de ayuda la traducción inédita del Ven. Sam Woo Kim de "Admoniciones" que aparece en su traducción y estudio del "Chobalshim changyong mun".
 

ADMONICIONES A LOS PRINCIPIANTES
 
Los principiantes deberían mantenerse lejos de los malos amigos y estar cerca de los virtuosos y buenos.
 
Debes tomar los cinco o los diez preceptos y saber bien cuando mantenerlos y cuando romperlos (1).
 
Estás aquí sólo para seguir las palabras santas del Buddha de la boca dorada; no escuches las mentiras de los hombres ordinarios. Ya que has dejado el hogar para unirte a la asamblea pura (2), recuerda siempre ser suave y flexible y armonizarte bien con los demás; no seas orgulloso o arrogante.
 
Aquellos mayores que tú, son tus hermanos mayores; aquellos mas jóvenes que tú, son tus hermanos menores. Si hubiera una discusión, trata de reconciliar a ambas partes y armonizarlos siendo comprensivo con los dos. No lastimes a los demás con palabras rudas.
 
Si ofendes a tus colegas y discutes sobre correcto e incorrecto, dejar así la vida de hogar es totalmente sin beneficio.
 
Las calamidades de la riqueza y el sexo son peores que las víboras venenosas. Examínate a ti mismo y estate alerta de tus faltas: debes abandonarlas completamente.
 
A menos que tengas una buena razón, no entres en la habitación de nadie ni te entrometas. No te inmiscuyas subrepticiamemente en los asuntos de los demás.
 
Si no es el día sexto (3), no laves tu ropa interior.
Cuando lavas tu cara o enjuagas tu boca, no resoples ni escupas ruidosamente.
 
Cuando se sirve la comida formal, no olvides la secuencia apropiada. Cuando camines por ahí, no abras el cuello del hábito ni revolees los brazos.
Cuando hables, no rías ni bromees en voz alta.
 
A menos que tengas que atender un asunto importante, no vayas más allá de la puerta principal.
 
Si alguien se enferma, debes cuidarlo compasivamente.
Cuando hay visitas de huéspedes, debes darles la bienvenida alegremente.
Cuando te encuentras con un monje mayor, debes cederle el paso respetuosamente.
 
Cuando usas los utensilios, debes ser frugal y contentarte con lo que tienes.
Durante la comida, no hagas ningún ruido mientras comes o bebes.
 
Al levantar o dejar los utensilios, hazlo calmada y cuidadosamente. No levantes tu cabeza para mirar alrededor. No prefieras la comida fina y desprecies la rústica. Permanece quieto y sin decir nada; guárdate de pensamientos distractivos.
 
Recuerda que sólo comes para proteger al cuerpo de la debilidad, para poder alcanzar el Camino.
 
Para asegurarte de que tu práctica del Camino no va mal, recita el Sutra del Corazón para ti mismo y contempla el hecho de que las tres ruedas (donante, receptor y el objeto donado) son puros.
 
Debes ser consciente de atender los servicios de la madrugada y del atardecer, y despreciar tu propia haraganería. Conoce el orden apropiado de la procesión para no causar molestias. Durante el canto o invocaciones, debes recitar el texto mientras contemplas el significado, no sigas solamente la melodía, y no cantes fuera de tono. Cuando miras reverentemente una imagen sagrada, no permitas a tu mente vagabundear con otras cosas.
 
Debes comprender que los obstáculos kármicos creados por tus propios actos erróneos son como las montañas o el mar; debes saber que pueden ser disueltos por medio del arrepentimiento nouménico o fenoménico (4).
 
Contempla profundamente el hecho de que tanto el adorador como lo adorado son condicionalmente surgidos de la verdadera naturaleza. Ten fe profunda en el hecho de que la respuesta a tu invocación no es espuria; es como la sombra y el eco que siguen a la forma y al sonido.
 
ADMONICIONES A LOS MONJES
 
Cuando residas en los dormitorios, deberías ser deferente con los demás y no generar discordia. Deben ayudarse y apoyarse unos a otros. Evita intentar ganar argumentaciones. Refrénate de reunirte para charla ociosa.
Sé cuidadoso de no ponerte en lugar de otros por error. Sé cuidadoso de sentarte o acostarte en el lugar apropiado.
Cuando hables con visitantes, no difundas historias acerca de las faltas de tu propia casa; simplemente elogia las funciones del Budismo que se llevan a cabo en el monasterio. No debes ir al depósito, ni mirar ni escuchar cualquier cosa que pueda causarte dudas.
 
A menos que sea por algo importante, no viajes por el campo ni te asocies con laicos; podrías incurrir en la enemistad de los demás y perder tu deseo de cultivación del camino.
 
Aun si debes salir para negocios importantes, informa al abad o al monje principal y permítele saber tu destino. Si entras en la casa de personas laicas, debes mantener firmemente la correcta presencia mental.
 
Sé cuidadoso de no dejar que tu mente se disperse por las cosas que ves u oyes alrededor, no te aflojes la ropa, ni rías o juegues, ni hables distraídamente de asuntos triviales, ni comas o bebas en momentos inapropiados.
 
No asumas erróneamente que por hacer estas cosas estás realizando "práctica sin obstáculos" cuando en realidad te estás desviando peligrosamente de los preceptos Budistas. Una vez que has despertado las sospechas de la gente buena y virtuosa, ¿cómo puedes ser considerado sabio nuevamente?
 
ADMONICIONES A LOS MONJES SON (ZEN)
 
Cuando residas en la sala de meditación, abstente de estar en compañía de sramaneras (novicios).
 
Abstente de andar entrando y saliendo para saludar gente.
Abstente de destacar las buenas o malas cualidades de los demás. Abstente de perseguir celosamente palabras y cartas. Abstente de dormir de más. Abstente de distraerte con demasiadas actividades innecesarias.
Cuando el maestro va hasta su asiento para predicar el Dharma, no te sientas abrumado por esto y te gires como frente a un precipicio. Por otro lado, tampoco creas que ya eres familiar con esto y te vuelvas complaciente.
 
Escucha el sermón con una mente vacía; entonces ciertamente habrá una ocasión para que puedas obtener iluminación. No seas como esos sofistas que han estudiado retórica y juzgan la sabiduría de una persona sólo por su elocuencia. Como se dice: "Una víbora toma agua y produce veneno; una vaca toma agua y produce leche".
 
Si entrenas sabiamente, bodhi es producido; si entrenas estúpidamente, Sámsara es producido-este es mi mensaje.
 
Más aun, no pienses ligeramente sobre tus instructores Dharma. Haciéndolo, creas obstáculos en el camino y tu cultivación no progresará. ¡Debes ser cuidadoso sobre este punto!
 
Los sastras dicen: "es como un hombre que viaja de noche con una persona mala que lleva una lámpara para mostrarle el camino. Si el hombre no aceptara el servicio de su luz porque la persona es mala, él podría caer en un pozo o resbalarse."
 
Escuchar el Dharma es como caminar sobre hielo delgado: debes dirigir tus ojos y oídos y escuchar las palabras profundas. Aclara tus pensamientos y emociones, y los objetos de los sentidos, y aprecia el mensaje recóndito. Después de que el maestro se haya retirado de la sala, siéntate en silencio y reflexiona sobre su charla. Si tienes alguna duda, consulta con aquellos que hayan entendido. Medítalo en la noche, pregunta sobre ello por la mañana. Trata de no quedarte corto por apenas un pelo o una hebra de seda. Si practicas así, serás capaz de desarrollar una fe correcta y ser uno que ha abrazado el Camino.
 
Los hábitos sin comienzo de lujuria, deseo, ira e ilusión; aunque parezcan dominados temporalmente, surgen de nuevo como la malaria, cuyos síntomas aparecen en días alternados. En todo momento debes hacer uso del poder de los medios hábiles y la sabiduría de la práctica aplicada; conlleva mucho dolor preservar tu mente contra el surgimiento de las corrupciones.
 
¿Cómo puedes buscar un camino para la liberación mientras pierdes el tiempo en las charlas sin sentido y le das tu espalda a la doctrina Son de la Mente?
 
Fortalece tu voluntad; reprímete a ti mismo; reprueba tu propia holgazanería. Conoce tus faltas y vuélvete hacia lo que es bueno. Refórmate y arrepiéntete (de tu mala conducta); entrena y controla (tu mente). Cultivate honestamente y el poder de la contemplación crecerá; entrena continuamente y tu práctica se volverá crecientemente pura. Si piensas constantemente sobre lo difícil que es encontrar el Dharma, el trabajo de la iluminación te parecerá siempre fresco. Si siempre recuerdas tu buena suerte, nunca retrocederás. Si perseveras de esta forma por un largo tiempo, naturalmente samadhi y prajna se volverán plenos y brillantes y verás la propia naturaleza de tu mente; usarás la compasión y la sabiduría como encantamientos y cruzarás a los seres sintientes hacia la otra orilla; te volverás un gran campo de mérito para hombres y devas.
 
Los urjo a esforzarse!

Notas:
 
1. Un ejemplo común es citado repetidamente por los maestros Son (zen) en las charlas: si te encuentras con un cazador que busca a un ciervo, y te pregunta si sabes por donde se fue, deberías responder que no sabes, aun cuando lo hubieras visto. De este modo, se ejercita la compasión aunque el precepto de no mentir haya sido violado.
 
Ver: Ssu-fen lu, 55, Taisho Tripitaka 1428.22.978b.
 
2. Sangha, la comunidad de monjes y monjas.
 
3. "Un día sexto". tradición que sostiene que los días sexto, decimosexto, y vigésimo sexto de cada mes lunar los santos se reúnen y redimen los espíritus de los insectos. Por lo tanto si lavas tu ropa interior esos días, y matas sin intención piojos y otros insectos, ellos renacerán en la Tierra Pura y no habrás violado el precepto de no matar. Ver: Kim tan Ho, Chobalshim chagyong mun kanui, p. 85, para mas comentarios.
 
4.Arrepentimiento nouménico (coreano: icham, chino: li chan): absoluto arrepentimiento que resulta de reconocer que todas las cosas son no-nacidas. En lugar de realizar una ceremonia de arrepentimiento, uno simplemente se sienta en meditación y contempla el hecho de que las transgresiones de uno son vacías de naturaleza propia, una vez que el principio esencial de no-creación innata es comprendido, no queda nada que transgredir ni de que arrepentirse. Este es el modo de vencer todas las transgresiones instantáneamente.
 
Arrepentimiento fenoménico (coreano: sa cham; chino: shi cham): arrepentimiento realizado por medio de ceremonias, rituales, o canto. Invocando el nombre de Buddha y pidiendo perdón, la respuesta de Buddha vendrá, liberando a uno de los efectos de sus transgresiones. Arrepentirse mientras se comprenden las características de los dharmas es arrepentimiento fenoménico; reconocer que todo es no-condicionado es arrepentimiento nouménico. Kim Tan Ho, Chobalshim chagyong mun kanggui, p.92.
 
VOCABULARIO:
 
Medios hábiles: en sánscrito "Upaya", son los medios para despertar la Mente o Naturaleza de Buddha. La meditación es un medio hábil; los Sutras son un medio hábil. Se dice que hay 84.000 medios hábiles.
Prajna: sabiduría
Samadhi: la atención plena y pura de la mente.
 
 
 
 
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