La Recopilación de los Trabajos del Venerable Maestro Chin Kung
Traducido al Inglés por Silent Voices
Traducido al Español por la Rev. Yin Zhi Shakya, OHY [Hortensia De la Torre]
 
 
Capítulo Cinco
La Integración del Confucianismo y el Budismo
 
 
 
El Budismo exitosamente se unió a la cultura China: ellos llegaron a ser inseparables. El concepto básico que ellos comparten es el renunciar a nuestro propio interés por el bien de los otros. El Confucionismo y el Budismo proclaman el acrecentamiento y la glorificación de la piedad filial, el respeto y la devoción de un individuo por sus padres y maestros. La piedad filial es el elemento mayor en lograr la paz mundial.
 
 
¿Qué es la educación? La educación es el significado y el valor de la vida humana y las relaciones entre los seres humanos, tanto como aquellas entre los humanos y el universo. Las enseñanzas de Confucio abarcan tres puntos mayores. Primero, es importante entender la relación entre los seres humanos, ya que una vez que sea entendida aprenderemos a amar a las personas. Segundo, es importante entender la relación entre los humanos y el cielo, una vez que esto sea entendido aprenderemos a respetar los seres celestiales y los espíritus. Tercero, es importante entender la relación entre los seres humanos y el medio ambiente, ya que una vez que esto sea entendido aprenderemos a cuidar el medio ambiente y a apreciar cada cosa de nuestro entorno. Hay cuatro estudios en las enseñanzas de Confucio: la virtud, el habla, la habilidad o destreza para ganarse la vida, y el arte. La enseñanza de la virtud es el corazón del Confucianismo; es absolutamente crucial, porque sin la moral y una conducta propia llegamos a ser egoístas y a preocuparnos solamente por nosotros mismos a expensa de la sociedad. Tal conducta puede resultar en el caos mundial. Hoy nuestra educación ha perdido ese énfasis. Las escuelas solamente enseñan destrezas que son superficiales y que no son las raíces de la educación. Cuando la raíz está podrida, el fundamento de la sociedad no está firme y esa es la causa del caos que estamos experimentando hoy en día. Las escuelas elementales son las raíces de la educación: las escuelas intermedias, las escuelas secundarias y las universidades son las flores y las hojas. Las maestras pueden comenzar a enseñar la piedad filial a nuestros niños tan pronto como sea posible.
 
 
A través de mirar la forma en que los caracteres Chinos fueron creados, nosotros no podemos sino admirar el alto nivel de sabiduría de nuestros ancestros. Les agradecemos por habernos dado algo que es tan exquisito y de tanto valor. El símbolo Chino para la palabra “piedad” abarca el espíritu del Budismos y la base de la educación ya que es una combinación de los caracteres “viejo” e “hijo”. Hoy en día, las personas hablan acerca de la brecha entre las generaciones de padres e hijos que es algo que tradicionalmente las familias no tenían. En la tradición China, son solamente el padre y el hijo es una unidad, sino que los abuelos y los nietos son parte de la misma continuación. Esto es un concepto único. Los occidentales frecuentemente preguntan por qué los chinos respetan a sus ancestros dado que ellos escasamente los conocen. El recuerdo de nuestros ancestros es la base del Confucianismo y el Budismo, el cual es el origen de la armonía en la sociedad y la paz en el mundo.
 
 
Hoy todos añoran la paz, pero necesitamos comenzar desde la base de la piedad filial para obtenerla. El Budismo enfatiza la compasión incondicional para todos los seres sintientes en el universo y más allá de él; en el pasado, en el presente y en el futuro. La continuidad del tiempo y el espacio es inseparable de uno mismo, porque Todos Somos Una Entidad. Uno no encuentra este concepto de prolongación en la religión. “En estos términos llega el Uno”, uno de los diez nombres de Buda, significa, un ser iluminado, que es nuestra naturaleza básica, y también la esencia del universo y la vida humana. Este concepto es incluido en el símbolo Chino para la palabra “piedad” y en el nombre del Buda Amitabha en la Escuela de la Tierra Pura. Los nombres pueden ser diferentes pero los significados son los mismos: amor incondicional, que sobrepase el tiempo y el espacio, para todos los seres.
 
 
Las Cinco Relaciones Humanas
 
 
Las enseñanzas de Confucio están basadas en cinco relaciones humanas que están fundadas en principios morales. Las cinco relaciones humanas incluyen aquellas entre esposo/esposa, padres/hijo, hermanos, amigos y líderes políticos y relaciones públicas. La relación esposo/esposa representa el círculo más pequeño e íntimo de las relaciones humanas. Fuera de este pequeño círculo está la familia extendida, que incluye las relaciones entre el padre y el hijo y aquellas de los hermanos. Fuera de la familia está la sociedad que incluye relaciones adicionales entre el individuo y sus líderes y el círculo de amigos. Nosotros ahora hablamos acerca de la necesidad de unir a las personas. En los tiempos antiguos los Chinos no tenían uso para la palabra “unir”, porque las cinco relaciones humanas definen la unión de todas las personas. Cada uno en esta tierra es nuestro hermano. Cada uno es responsable del otro; los padres siendo compasivos, los hijos y las hijas siendo filiales a sus padres, los hermanos y amigos siendo respetuosos los unos con los otros. En esta forma el país y su pueblo son una unión perfecta. Las relaciones entre personas también definen las responsabilidades del uno para el otro. Cada uno tiene su propio deber y su propia responsabilidad que ejecutar.
 
 
La Práctica del Confucianismo y el Budismo
 
 
Los seres humanos difieren de los animales porque se unen en relaciones humanas y se adhieren a los principios morales. La práctica del Confucianismo está basada en tener unos pensamientos propios y sinceros, una conducta correcta, una familia y un país bien organizados y armoniosos, y la paz para todos. Esto es idéntico a los puntos de vista Budistas, que también enfatizan la práctica y el aprendizaje. Todo comienza generando la mente Bodhicitta. “Bodhi” es una palabra Sánscrita que significa iluminación. La iluminación significa una mente “alerta”. Eso es similar al pensamiento sincero y a la mente propia que Confucio abogara. El gobierno Chino oficialmente ha definido también la sinceridad. Él ha notado que la “Sinceridad” significa no tener un solo pensamiento. No habrá sinceridad mientras haya pensamientos corruptos, pensamientos transgresores, o incluso el surgimiento de un solo pensamiento. Su definición es idéntica a esa del Budismo. El Sexto Patriarca Hui-Neng una vez dijo “... [la mente pura] no contiene nada, por lo tanto no recoge polvo”. Sin embargo, las personas en general tienen cantidades de pensamientos transgresores errantes. ¿Cómo uno puede desprenderse de esos pensamientos errantes? La respuesta Confuciana es “... lucha en contra de los deseos que surgen y logra la sabiduría.” Esta práctica fue enfatizada en la escuela elemental del sistema Confuciano. Buda dijo, “cortar todos los deseos es detener todos las preocupaciones y problemas”.
 
 
El Sistema Confuciano de la Escuela Elemental
 
 
En el pasado, los estudiantes de la escuela elemental China estaban muy bien entrenados en prevenirse en contra de los deseos que surgieran. Las escuelas enfatizaban el entrenamiento de la concentración y la sabiduría de los estudiantes. Los estudiantes comenzaban la escuela a la edad de siete años. Ellos permanecían con sus maestros y solamente iban a sus respectivos hogares durante los días de fiesta. A ellos se les enseñaba la forma correcta de interactuar con el vivir de cada día y la forma correcta de asistir a sus maestros y compañeros mayores. A esto se le llamaba la educación de los principios morales basada en las relaciones humanas. Cuando los estudiantes regresaban a sus casas, ellos entonces trataban a sus padres y hermanos con piedad filial y respeto.
 
 
Desde las edades de siete a doce, a los estudiantes se les requería que memorizaran y recitaran fluidamente los textos antiguos. El maestro primeramente seleccionaría los materiales que contenían el conocimiento profundo de los sabios y santos y entonces los alentaría a leer y recitar el material, cien o doscientas veces al día. Los niños tendrían pensamientos irreflexivos si no se les hubieran asignado cualquiera de estas tareas. El propósito de recitar era enfocar su mente de forma que eventualmente obtuvieran una mente pura, concentración y sabiduría; aunque ellos podrían haber no entendido el significado.  Sin embargo, el sistema de educación actual, en existencia desde la Revolución de 1911, eliminó esta tradición de dos mil años y adoptó el sistema educativo de occidente. Este cambio, si se le mira de cerca, guía a uno a la raíz de los problemas sociales de la China moderna.
 
 
El Sistema Escolar Tai Confuciano
 
 
A la edad de trece años, los niños eran enviados a la escuela Tai, ya que no había escuelas intermedias y superiores en la China antigua. La escuela Tai enfatizaba el análisis y la discusión de los materiales que los estudiantes habían ya memorizado en la escuela elemental. Los maestros eran expertos en su campo de enseñanza y se concentrarían en él a través de su total carrera. Cada uno de ellos enseñaba una clase pequeña de diez a veinte estudiantes y las conferencias no necesariamente eran ofrecidas en el salón de clase con los libros de texto. Durante ese período, todos los libros de textos eran impresos en el formato universal: veinte palabras por columna y diez columnas por página, con ningún espacio entre ellas. El formato era la norma para el país completo ya sea cual fuere el editor. Ambos, el maestro y el estudiante memorizaban los libros de texto tan bien que incluso sabían exactamente donde el material de estudio estaba localizado. Dado que todo había sido memorizado a la edad temprana, no había necesidad de libros después de la escuela elemental.
 
 
Los maestros frecuentemente llevaban a sus estudiantes a excursiones para ampliar sus conocimientos y experiencias. A medida que viajaban, el conocimiento les era impartido en el camino. Por lo tanto, los viajes no tenían libros de textos ni restricciones ya que iban acompañados con vino, comida y un gran  jubilo. Los estudiantes asistían a las necesidades del maestro. Por lo tanto, a medida que ellos concluían sus itinerarios de viajes a todos esos lugares bellos, el curso de estudio también se terminaba. Para muchos, el asistir a la escuela Tai fue el tiempo más jubiloso y feliz de sus vidas.
 
 
En Taiwán, aquellos que están en sus dieciocho y diecinueve años pueden haber experimentado esta clase de educación. Mi último maestro, el Sr. Lee, por entonces en sus noventa, podía todavía aplicar materiales que había memorizado en la escuela elemental cuando escribía artículos; no le hacía falta ningún material de referencia. Éste era el método que él usaba para adquirir la sabiduría original que llega de la mente pura. Con la mente pura, la sabiduría verdadera surge. El tener la sabiduría verdadera es conocer el pasado y el futuro de una persona y también entender las leyes de causa y efecto. Uno no debe juzgar las cosas por sus apariencias sino conocer y entender como los sucesos surgen y se desenvuelven. La sabiduría de conocer nada enfatizada en el Budismo es la sabiduría original. Solamente cuando uno tiene una mente pura, que contiene nada, es cuando uno lo conoce todo, cuando se pone en contacto con el mundo externo.  Por lo tanto, la práctica y el estudio del Budismo comienzan con eliminar todos los pensamientos para obtener una mente pura.
 
 
Todo esto me hace pensar en nuestros niños, que son tan puros, tan inocentes e incontaminados en su pensamiento, por lo cual es lo mejor comenzar a aprender el Budismo en la niñez. Con un poco de esfuerzo, los niños pueden fácil y verdaderamente beneficiarse de ello. Las experiencias de una persona con la mente pura son tan diferentes y profundas que ninguna persona ordinaria puede verdaderamente evaluarlas.
 
 
La Paz del Mundo Puede ser Lograda si la Mente y el Cuerpo están Bien Entrenados, la Familia está Bien Regida y el País Bien Gobernado.
 
 
Un verdadero practicante se mantendrá él mismo apartado de ser egoísta, de encolerizarse, y de ser ignorante y arrogante hacia otros y hacia su medio ambiente. Si uno no tiene ninguno de los elementos mencionados anteriormente, entonces ni es sincero ni propio. La sinceridad y los pensamientos y puntos de vista correctos o propios son las bases para el entrenamiento de la mente. Una persona con una mente y un cuerpo puro no se enferma. Nosotros sufrimos de enfermedades porque nuestras mentes están llenas de pensamientos erráticos y preocupaciones que se derivan de la codicia, la cólera, la ignorancia y la arrogancia.
 
 
Como hemos mencionado anteriormente, la sinceridad, y los pensamientos y puntos de vista correctos son los fundamentos para purificar la mente de uno. Una mente purificada guía a un cuerpo purificado y naturalmente la persona llegará a ser inmune a las enfermedades; por lo tanto, un practicante realizado nunca estaría seriamente enfermo. Es más, si una persona está determinada a seguir el camino de Buda, él o ella no morirá de la forma convencional. Una muerte convencional significa una persona que no sabe exactamente cuando ella dejará este mundo ni dónde irá después. Por otra parte, los verdaderos practicantes que tienen confianza en sí mismos y en el Buda Amitaba, que trabajan de acuerdo a las enseñanzas del Budismo, serán capaces de controlar ambos, el tiempo de dejar este mundo y el nacer en la Tierra Pura del Oeste. Esto ni es inusual ni un cuento de hadas, sino simplemente la verdad, y puede ser logrado cultivando la mente pura y prometiendo solemnemente alcanzar la Tierra Pura del Oeste. Por lo tanto, uno necesita entender lo importante que es estar libre de preocupaciones y apegos. Cada Budista deberá mantener una mente y un cuerpo puros en todo momento, tratando a todos y a todo con igualdad y compostura. Solamente entonces la familia estará en armonía, la sociedad en unidad y el mundo en paz. Ya no tendremos más contiendas, conflictos o guerras. La paz y la felicidad, que todos deseamos hoy en día, no será ya más un sueño. La paz del mundo puede ser lograda si combinamos el Confucianismo y el Budismo en nuestro sistema educativo.
 
 
Los Ocho Principios Básicos Morales de Confucio
 
 
La lealtad, la piedad filial, la compasión, el amor, integridad, responsabilidad, paz e igualdad son los ocho principios morales básicos de Confucio y están representados en el Budismo por cuatro Bodhisattvas. El Bodhisattva Do Tsang Wang (el Deposito de la Tierra / Kristigharba) que representa la piedad filial. Por lo tanto el Sutra de Di Tsang es conocido como el Sutra de la Piedad Filial, porque enseña el respeto filial para ambos, los padres y los maestros, que son igualmente importantes en el Budismo y el Confucianismo. El tratar a los padres de uno con piedad filial y el respetar a los maestros, son virtudes innatas de la naturaleza humana. La meta de la enseñanza Budista es que realicemos la verdadera naturaleza de la mente, que puede solamente ser lograda descubriendo su naturaleza virtuosa, sin la cual uno nunca podrá llegar a iluminarse.
 
El Bodhisattva Guan Yin simboliza la compasión y representa la bondad y el amor. El Bodhisattva Wen Shu Shi Li, (Manjusri) simboliza la sabiduría y representa la fe y la lealtad. El Bodhisattva Pu Xian (el Benemérito Universal / Samantabhadra) simboliza el gran voto y el poner en práctica las enseñanzas de Buda incluyendo la piedad filial, la compasión y la sabiduría. Él representa la paz y la igualdad. Con compasión y sabiduría uno puede generar méritos. Disfrutar los méritos es construir sobre la base de la igualdad y la pureza – éste es el regocijo mayor para la humanidad. Cultivar méritos en la niñez, generar méritos en la edad media y disfrutar los méritos en la vejez está descrito en Chino como verdad, virtud y belleza. A uno que disfruta los méritos en la vejez se le llama una persona completa, lo que es similar a un Buda. Debemos entender que los Budas y los Bodhisattvas no son dioses sino los seres más perfectos y felices, de los cuales nosotros debemos aprender.
Los sabios ancestros en China hace mucho tiempo evocaron estos principios mucho antes de que el Budismo fuera introducido allí. El Buda Shakyamuni, Confucio y Mencius nunca se conocieron, pero ellos todos tenían conceptos y métodos de enseñanzas idénticos. Eso fue verdaderamente una coincidencia y como se dice en China, “Los héroes tendrían puntos de vista similares” o como se dice en el Occidente, “Grandes mentes piensan igual”.
 
 
Final del Capítulo Cinco: La Integración del Confucianismo y el Budismo
 
 
 
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