©Edificación del Templo 'Guan Yin' en Camagüey, Cuba
3 de julio de 2003
©Noticias de Camagüey, Cuba
 
La Primera Piedra de la Edificación del Templo

 

Todas las cosas, materiales y espirituales, se originan de una sola causa y están relacionadas como si fueran una sola familia. El pasado, presente, y futuro están todos contenido en la fuerza de la vida. El Universo surgió y se desarrolló de un principio, y nosotros evolucionamos a través de un proceso óptimo de unificación y armonización.  Morihei Ueshiba

 
 
Los jóvenes del grupo cubano de Artes Marciales y  budismo Chan en Camagüey están construyendo un local en la parte tracera de la casa de Henry Binerfa Castellanos para usarlo con un propósito dual: como templo y tambien como piso para su práctica en las Artes Marciales.
 
 
©Un Alto en el Trabajo - Templo Guan Yin - Camagüey, Cuba
 
 
©Trabajando en el Templo Guan Yin - La Primera Piedra - Camagüey, Cuba
 
 
Hasta ahora estos muchachos han estado practicando al aire libre - en los campos de Cuba, en los ríos, en las sabanas, bajo el cielo claro y transparente que cubre el terruño. Después de mi viaje a Cuba en abril del 2003, nació la idea de edificar una estructura que sirviera a la vez, de templo y de piso para las prácticas de las Artes Marciales. Este es el esfuerzo que estos muchachos están haciendo. Al Templo se le ha dado por nombre Guan Yin, el Buda de la Compasión, para recordar siempre que la 'compasión' es la puerta que nos conduce a la Iluminación.
 
 
Practicando
 
 
 
 
Henry Binerfa

 

Henry Binerfa

 
 
A continuación les estoy copiando unos antiguos versos de "el Cucalambé" que fueron dedicados a Camagüey, que en este caso debe ser recordado por haber sido el lugar donde ha surgido con tanto amor y dedicación el Budismo Chan en Cuba:
 
 
©Al Pueblo de Camagüey
Del libro 'Los Rumores del Hórmigo'*, de Juan Cristobal Nápoles Fajardo "el Cucalambé"
 
 
Para vosotros son los dulces sones
De la lira que pulso en los palmares,
Y ojalá que el rumor de mis canciones
Consiga disipar vuestros pesares.
Yo exento de soñadas ilusiones
Jamás abandoné mis patrios lares,
Y en la margen del río que me inspira
Requinto los alambres de mi lira.
 
Yo a la sombra de cedros y cupeyes
Os hablaré del majestuoso Sagua.
Y os diré cómo crecen los magueyes
Bajo las verdes hojas de la jagua;
Yo cantaré los mangos y mameyes
Y la encarnada flor de la majagua,
Y si acogéis el entusiasmo mío,
Os hablaré de mi paterno río.
 
Os diré quiénes fueron los primeros
Que habitaron sus fértiles orillas,
Aquellos que a los pies de los iberos
Obedientes doblaron sus rodillas.
Bajo esbeltos y verdes cocoteros
Entonaban sus cánticas sencillas,
Y arrojaban al son de sus endechas
De duro guayacán agudas flechas.
 
Yo os diré cómo corren los monteros
En el espeso monte y en el sao,
Cómo la garza azul en los esteros
Destroza las espinas del dajao.
Cómo crecen los vástagos rastreros
Del verdinegro y venenoso guao.
Y cómo al pie de undosos babineyes
Nacen, crecen y mueren los quivayes.
 
Yo adoro de mi patria explendorosa
El suelo fértil, tropical y lindo,
Como adora la cándida tojosa
La rama horizantal del tamarindo.
Cuando el cansancio sin piedad me acosa,
Y al descansar bajo el anón me rindo,
Oigo el triste cantar del tocororo
Y alegre canto a la mujer que adoro.
 
Porque es mi patria con su fresco ambiente
Grato caudal de inspiracion divina,
India gentil cuya encendida frente
Sobre montañas vírgenes reclina.
Perla que construyó el Omnipotente
De una lágrima suya cristalina,
Tierra feliz cuya hermosura encanta
y entre dos continentes se levanta.
 
Yo la voy a cantar desde estos prados
Que el astro rubicundo tornasola;
Ensalzaré sus montes escarpados
Al pobre son de rústica bandola.
Yo encomiaré los fértiles collados
Que la aurora bellísima arrebola,
Y aunque mi acento débil se oiga a penas
Mi constancia y mi fe serán serenas.
 
 
       
 
Y para terminar esta información los dejo con algunos aforismos del Gran Maestro Han Shan, el constructor de templos espirituales:
 
 
8. Hay momentos en que actuamos con una fe inquebrantable en el Dharma, incluso aunque no entendamos la situación. Hay otros en que entendemos la situación pero tememos ser completamente fieles.

En el primer ejemplo actuamos desde el corazón y en el segundo desde la mente. Pero nuestro deber es unirlos los dos: el entendimiento y la fe.

18. Es más fácil hacer lo correcto cuando sabemos que es lo correcto de hacer. No podemos confiar en el instinto para encontrar el Camino. Necesitamos ser guiados.

Pero tan pronto como nos han mostrado el camino y empezamos a recorrerlo, encontramos que a cada paso crecemos en sabiduría y fortaleza. Mirando hacia atrás podemos apreciar como muchos de nuestros viejos deseos han caído muertos a lo largo del camino. Se ven tan débiles allí desvencijados que nos preguntamos cómo pudimos incluso pensar que nos faltaría el coraje para resistirlos.

La Montaña de Sabiduría es diferente a otras montañas. Entre más subimos más nos fortalecemos.

 
 
 
Nota: Cualquier pregunta sobre el tema, por favor escríbanos a nuestro correo electrónico.
 
 
* Hórmigo: Río que atravieza Victoria de las Tunas
 
 
Rev. Yin Zhi Shakya
Jueves, 3 de julio de 2003
 
 
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