Tomo II, Tercera Parte, Sección II
Todas las visiones tienen un significado de alguna clase u otra. Este poder de visión es muy importante para el yoga y no debe ser rechazado, aunque no es la cosa más importante - porque la más importante es el cambio de la consciencia. Todos los otros poderes como este de la visión, deben ser desarrollados sin apego y como partes y ayudas para el yoga.
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Las visiones no son indispensables - ellas son una ayuda, cuando son de la clase correcta, eso es todo.
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Las visiones y las voces tienen su lugar cuando ellas son visiones genuinas y voces verdaderas. Naturalmente, ellas no son las realizaciones sino solamente un paso en el camino y uno no tiene que quedarse atrapado en ellas, o hacer de todas, algo de valor.
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Las visiones que usted describe son aquéllas que llegan en la etapa temprana del sadhana. En esta etapa la mayoría de las cosas que se ven son formaciones del plano mental y no es posible siempre darles un significado preciso, porque ellas dependen de la mente individual y del sadhaka. En una etapa posterior el poder de la visión llega a ser importante para el sadhana, pero al principio uno tiene que continuar sin darle una importancia excesiva a los detalles - hasta que la consciencia se desarrolle más. La apertura de la consciencia a la Luz Divina, a la Verdad y a la Presencia es siempre la única cosa importante en el yoga.
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Las vistas frecuentes de luces tales como aquéllas que él escribe en su carta, es comúnmente un signo de que el visionario no está limitado por su superficie exterior o consciencia despierta, sino que tiene una capacidad latente (que puede ser perfeccionada por entrenamiento y práctica) para entrar en las experiencias de la consciencia interna de la cual la mayoría de las personas no están conscientes y que se abre por la práctica del yoga. Por esta apertura uno llega a ser consciente de los planos sutiles de experiencia y mundos de existencia diferentes al material. Para la vida espiritual todavía se requiere una apertura más amplia en una consciencia más profunda por la cual uno llega a estar consciente del Yo propio y del Espíritu, lo Eterno y lo Divino.
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Las visiones no vienen del plano espiritual - ellas llegan del plano físico sutil, del vital, del psíquico o de los planos más arriba de la Mente. Lo que llega del plano espiritual son las experiencias del Divino, ejemplo, la experiencia del yo en todas partes, o el Divino en todo, etc.
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Las visiones y las experiencias (especialmente las experiencias) son todas correctas; pero usted no puede esperar que cada visión se traduzca ella misma en el hecho físico que le corresponda. Algunas se traducen, la mayoría no, otras pertenecen a lo suprafísico enteramente, e indican realidades, posibilidades o tendencias que tienen su asiento ahí. Qué mucho ellas puedan influenciar la vida, o realizarse ellas mismas en ella, o si lo hacen o no, todo depende de la naturaleza de la visión, el poder que haya en ella, y algunas veces, en la voluntad o el poder formativo del visionario.
Las personas le dan valor a las visiones por una cosa, porque ellas son una clave (hay otras) para contactarse con los otros mundos o con los mundos internos y todo lo que hay allí, y todas esas regiones de inmensas riquezas que sobrepasa por mucho al plano físico como es en el presente. Uno entra en un 'yo' mucho más libre y en un mundo mayor y mucho más plástico; por supuesto, las visiones individuales dan un contacto, no una entrada verdadera, pero a medida que se expande el poder de visión, acompañado con el poder de otros sentidos sutiles (el oído, el tacto, etc.), ciertamente da la entrada. Estas cosas no tienen el efecto de una mera imaginación (como la de un poeta o artista, aunque eso puede ser suficientemente fuerte) pero si se sigue completamente trae un crecimiento constante del ser y de la consciencia, y la riqueza de su experiencia y de su alcance.
Las personas también le dan valor al poder de la visión por una razón mayor que esa: ella puede dar el primer contacto con el Divino en sus formas y poderes; puede ser la apertura de una comunión con el Divino, del escuchar la Voz que guía, de la Presencia y de la imagen en el corazón, y de muchas otras cosas que traen lo que el hombre busca a través de la religión y el yoga.
Más adelante, la visión es de valor porque ella es frecuentemente la primera clave hacia los planos internos de nuestro propio ser y nuestra propia consciencia como se distingue de los mundos o planos de la consciencia cósmica.
La experiencia Yoga frecuentemente comienza con algunas aperturas del tercer ojo en la frente (el centro de la visión entre las cejas) o con alguna clase de comienzo y extensión de la vista sutil que puede parecer sin importancia al principio pero que es el vestíbulo de una experiencia más profunda. Incluso cuando no es eso, - porque uno lo puede experimentar directo, - puede llegar después como una ayuda poderosa a la experiencia; puede estar llena de indicaciones que ayudan al conocimiento propio o al conocimiento de las cosas o al conocimiento de las personas; puede ser muy verídica y guiarnos a la previsión, premonición y otras aperturas de menor importancia, pero que son muy útiles al yogui. En fin, la visión es un gran instrumento aunque no es absolutamente indispensable.
Pero, como he sugerido, hay visiones y "visiones", justo como hay sueños y "sueños", y uno tiene que desarrollar la discriminación y el sentido de los valores y de las cosas y saber como entender y hacer uso de esos poderes. Pero eso es muy grande y una materia muy intrincada para proseguir en eso ahora.
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Él hizo un error cuando detuvo las visiones que le estaban llegando. Visión y alucinación no es la misma cosa. La visión interna es una puerta abierta a los planos superiores de consciencia, más allá de la mente física, que le da cabida a una verdad y experiencia más amplias para entrar y actuar sobre la mente. No es la única puerta ni la más importante, pero es una que llega ya lista para muchos, sino para la mayoría, y puede ser una ayuda poderosa. No llega tan fácil para los intelectuales como le llega a los hombres con un fuerte poder de vida, o poder emocional e imaginativo. Es verdad que el campo de la visión, como cualquier otro campo de actividad de la mente humana, es un mundo mixto y en él no sólo hay verdad, sino también muchas verdades a medias y errores. También es verdad que para el temerario, el imprudente y el incauto entrar en él, puede traerles confusión, inspiraciones mal guiadas y voces falsas y es mucho más seguro tener alguna guía infalible de aquellos que saben y tienen experiencia espiritual y psíquica. Uno debe mirar a este campo calmadamente y con discriminación, pero cerrar el portón y rehusar ésta u otras experiencias suprafísicas es limitarse uno mismo y detener el desarrollo interno.
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Usted tiene un punto de vista muy práctico o utilitario de las cosas espirituales. Cualquier cosa que se desarrolle en el sadhana, siempre que sea genuina, tiene su lugar en la experiencia total y el conocimiento. Un conocimiento de los mundos y las fuerzas ocultas y de los fenómenos, también tiene su lugar. Las visiones y las voces son solamente una pequeña parte de ese dominio vasto de la experiencia oculta. En cuando a la utilidad, para uno que tiene inteligencia, discriminación, visiones, etc. tiene muchos usos - pero muy poco para aquellos que no tienen discriminación o entendimiento.
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Yo no sé que es lo que usted quiere decir cuando dice un sadhana práctico. Si uno desarrolla la facultad, la experiencia y el conocimiento ocultos, esas cosas pueden ser de gran uso, por lo tanto son prácticas. En sí mismas ellas son partes de la apertura de la consciencia interna y también la ayudan a abrirla más ampliamente - aunque ellas no son indispensables para eso.
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¿Qué usted quiere decir con progreso? La Madre pasó muchos años entrando a los mundos ocultos y aprendiendo todo lo que había que aprender allí. Todo ese tiempo ¿no estaba progresando? Ella siempre ve cosas cuando está en trance. ¿Es su capacidad una cosa que no tiene valor? Porque un gran número de personas no conozcan cómo usar sus facultades, o las usen impropiamente, o le den un valor excesivo, o nutran su ego con ellas, eso no quiere decir que las facultades mismas no tengan un uso o valor para el yogui.
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Incluso por él mismo [el desarrollo de la facultad oculta] es un progreso en el desarrollo de la consciencia, aunque puede que no lleve consigo ninguna espiritualización de la naturaleza.
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Las personas que tienen la facultad oculta siempre tienden a darle un gran lugar a ella.
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Él [R.M.] desalentaba a sus discípulos [el tener algun trato con la facultad oculta] porque su meta era la realización del Yo interno y la intuición - en otras palabras la totalidad de la Mente espiritual - las visiones y las voces pertenecen al sentido interno oculto, por lo tanto él no quería que ellos pusieran fuerza en eso. Yo también desaliento a algunos de que traten con visiones y voces porque veo que ellos están siendo mal guiados por visiones y voces falsas. Eso no quiere decir que las visiones y las voces no tengan valores.
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Las visiones vienen de todos los planos y son de todas clases y valores diferentes. Algunos son de gran valor e importancia, otras son un juego de la mente o el vital y son buenas solamente para su propio propósito especial, otras son formaciones de los planos mental y vital algunas de las cuales pueden ser verdad, mientras que otras son falsas y conducen a conclusiones erróneas, o puede que sean una clase de habilidad artística de ese plano. Ellas pueden tener una importancia considerable en el desarrollo de la primera consciencia yoguistica, esa consciencia de la mente interna, el vital interno y el físico interno o para un entendimiento oculto del universo. Las visiones que son reales pueden ayudar al progreso espiritual, quiero decir, a aquellas que nos demuestran y enseñan realidades internas: uno puede por ejemplo, encontrarse a Krishna, hablar con él y escuchar su voz en una visión "real" interna, completamente real como cualquier cosa del plano exterior. Meramente ver su imagen no es la misma cosa, no es lo mismo ver su retrato en la pared que encontrárselo en persona. Aunque el retrato en la pared no necesita ser inútil para la vida espiritual. Todo lo que uno puede decir es que uno no debe apegarse mucho a este regalo y lo que nos demuestra y enseña, pero tampoco es necesario disminuirlo. Tiene su valor y algunas veces una utilidad espiritual considerable. Pero, naturalmente, no es supremo - la cosa suprema es la realización, el contacto, la unión con el Divino, bhakti, el cambio de la naturaleza, etc.
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Estas luces y visiones no son alucinaciones. Ellas indican una apertura de la visión interna la que tiene su centro en la frente entre las dos cejas. Las luces son frecuentemente la primera cosa que se ve. Las luces indican la acción o movimiento de las fuerzas sutiles pertenecientes a los diferentes planos del ser - la naturaleza de la fuerza depende del color y la forma de la luz. El sol es el símbolo y el poder de la Verdad interna o superior; el verlo en la meditación es un buen signo. El mar es también frecuentemente simbólico, indicando usualmente la naturaleza vital, algunas veces la expansión de consciencia en movimiento. Debe permitirse desarrollar la apertura de la visión, pero no se le debe dar mucha importancia a las visiones individuales a menos que, o hasta que ellas lleguen a ser evidentemente simbólicas o significantes o derramen luz [aclaren las cosas] en el sadhana.
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Las visiones y las voces no son un medio para crear la fe, ellas son efectivas solamente si uno ya tiene la fe.
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