-
-
-
- Oh
Padre Celestial, Madre, Amigo, amado Dios,
-
- Que
tu reino interior de sabiduría se manifieste exteriormente.
-
- No
nos dejes, Padre, en el abismo de la tentación en que caímos
- Por
el mal uso de la razón que Tú nos diste.
-
- Si
cuando seamos libres y más fuertes, es tu deseo probarnos,
- Ver
si te amamos a ti más que a la tentación,
- Entonces
Padre hazte más tentador que la tentación misma.
-
- Danos
el pan cotidiano: alimento, salud y prosperidad para el cuerpo,
- Eficacia
para la mente, y sobre todo,
- Tu
sabiduría y tu amor para nuestras almas.
-
- Enséñanos
a librarnos, con tu auxilio,
- De
las redes de la ignorancia que tejimos
- Con
nuestro propio descuido.
-
- Amén
-
-
-
-
-
-
-
-