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- Extracto
sacado del libro "SOBRE LA VERDAD"
- Por Jiddu
Krishnamurti
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- ¿Qué entendemos por
memoria? Ustedes van a la escuela y están cargados de hechos, de
conocimientos tecnológicos. Si uno es ingeniero, usa la memoria del
conocimiento tecnológico que se requiere para construir un puente. Esa es
la memoria factual. Está también la memoria psicológica. Usted me ha
dicho algo, agradable o desagradable, y yo lo retengo; y cuando me encuentro
nuevamente con usted, lo hago con ese recuerdo, el recuerdo de lo que usted
ha dicho o no ha dicho.
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- Hay, pues, dos recetas
de la memoria: la psicológica y la factual. Se hallan siempre relacionadas
entre sí; por lo tanto, no están bien definidas. Sabemos que la memoria
factual es esencial como medio de vida. Pero ¿es esencial la memoria psicológica?
¿Cuál es el factor que la retiene? ¿Qué nos hace recordar el insulto o
el elogio? ¿Por qué conservamos ciertos recuerdos y rechazamos otros?
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- Obviamente, uno
conserva los recuerdos que son agradables y evita los desagradables. Si
usted observa, verá que los recuerdos dolorosos son desechados más rápidamente
que aquellos que no son dolorosos. Y la mente es memoria, en cualquier nivel
y cualquiera que sea el nombre que uno le dé; la mente es producto del
pasado, se basa en el pasado, el cual es memoria, condicionamiento.
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- Ahora bien, con esa
memoria nos enfrentamos a la vida, debemos afrontar un reto nuevo. El reto
es siempre nuevo y nuestra respuesta es siempre vieja, porque es el producto
del pasado. De modo que la experiencia con memoria y la experiencia sin
memoria son dos estados diferentes. Es decir, hay un reto, el cual es
siempre nuevo. Yo me enfrento a él con una respuesta condicionada de lo
viejo. ¿Qué ocurre entonces? Absorbo lo nuevo, no lo comprendo; y la
experiencia de lo nuevo se halla condicionada por el pasado. Así pues, hay
una comprensión parcial de lo nuevo, jamás hay comprensión completa. Sólo
cuando la comprensión de cualquier cosa es completa, esa comprensión no
deja cicatriz alguna de la memoria.
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- Cuando hay un reto, que
es siempre nuevo, uno lo encara con la respuesta de lo viejo. La vieja
respuesta condiciona la nueva y, por consiguiente, la distorsiona, influye
en ella. Por la tanto, no hay comprensión completa de lo nuevo; en
consecuencia, lo nuevo es absorbido dentro de lo viejo y, de tal modo,
fortalece lo viejo. Esto puede parecer abstracto, pero no es difícil si
usted lo investiga un poco más detenida y cuidadosamente. La situación que
impera hoy en el mundo exige un nuevo enfoque, una nueva manera de abordar
los problemas mundiales, que son siempre nuevos. Somos incapaces de
abordarlos, porque lo hacemos con nuestras mentes condicionadas, con
prejuicios nacionales, locales, familiares y religiosos. O sea, nuestras
experiencias previas actúan como una barrera para la compresión del reto
nuevo, de modo que seguimos cultivando y fortaleciendo la memoria y, por lo
tanto, jamás afrontamos el reto completamente. Sólo cuando somos capaces
de afrontar el reto de una manera nueva, fresca, sin que intervenga el
pasado, el reto nos entrega sus frutos, sus riquezas.
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- El interlocutor dice:
"Guardo un recuerdo y una vivida impresión de sus pláticas
anteriores. ¿En qué sentido es esto una experiencia incompleta?"
Obviamente, es una experiencia incompleta si es tan solo una impresión, un
recuerdo. Si usted comprende lo que se ha dicho, si ve la verdad de ello,
esa verdad no es un recuerdo. La verdad no es un recuerdo de la plática
anterior. ¿Por qué? Porque está usted usando la plática anterior con una
guía, no la ha comprendido totalmente, desea profundizarla y, consciente o
inconscientemente, la mantiene en la memoria. Pero si comprende algo de
manera completa, o sea, si ve la verdad de algo en su totalidad, encontrará
que no guarda recuerdo alguno de ello.
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- Nuestra educación se
basa en el cultivo de la memoria, en fortalecer la memoria. Las prácticas y
los rituales de ustedes, sus lecturas y conocimientos, constituyen todos del
fortalecimiento de la memoria. ¿Qué nos proponemos con eso? ¿Por qué nos
aferramos a la memoria? No sé si han notado que, a medida que avanzan en años,
miran hacia el pasado, recuerdan sus alegrías, sus penas sus placeres. Y
cuando uno es joven, mira hacia el futuro. ¿Por qué hacemos esto? ¿Por qué
se ha vuelto tan importante la memoria? Por la simple y obvia razón de que
no sabemos como vivir de manera íntegra, completa en el presente.
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- Usamos el presente como
un medio con vistas al futuro; por lo tanto, el presente carece para
nosotros de importancia. No podemos vivir en el presente, porque usamos el
presente el presente como un pasaje hacia el futuro. Debido a que voy a
llegar a ser esto o aquello, jamás hay una compresión completa de mi
mismo, y la compresión de mí mismo, y -lo que soy exactamente ahora- no
requiere el cultivo de la memoria. Por el contrario, la memoria es un obstáculo
para la compresión de "lo que es".
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- No se si han notado que
un pensamiento nuevo, un sentimiento nuevo, adviene sólo cuando la mente no
se halla atrapada en la red de la memoria. Existe un intervalo entre dos
pensamientos, entre dos recuerdos, y cuando ese intercalo puede ser
mantenido, entonces, desde ese intervalo surge un nuevo estado del ser, un
estado que ya no es memoria. Nosotros conservamos recuerdos y cultivamos la
memoria como un medio de continuar. O sea, el "yo" y lo "mío"
se vuelven muy importantes en tanto existe el cultivo de la memoria; y como
casi todos juegan un papel importantísimo en nuestras vidas. Si no tuviéramos
memoria, nuestra propiedad, nuestra familia, nuestras ideas, no serian tan
importantes; por lo tanto, al fortalecer el "yo" y lo "mío",
cultivamos la memoria. Pero si observan, verán que hay un intervalo entre
dos pensamientos, entre dos emociones. En este intervalo, que no es producto
de la memoria, existe una libertad extraordinaria respecto del
"yo" y lo "mío"; ese intervalo es atemporal.
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- Miremos el problema de
manera diferente. Por cierto, la memoria es tiempo, ¿no es así? Es decir,
la memoria crea el ayer, el hoy, y el mañana. La memoria de ayer condiciona
el hoy y, por lo tanto, moldea el mañana. O sea, el pasado, a través del
presente, origina el futuro. Hay en marcha un proceso de tiempo, el cual es
la voluntad del devenir. La memoria es tiempo y mediante el tiempo,
esperamos alcanzar un resultado. Actualmente soy un oficinista, pero si me
dan el tiempo y la oportunidad, llegaré a ser el gerente o el dueño. De
modo que debo disponer de tiempo. Y con la misma mentalidad, decimos:
"Alcanzaré la realidad, me acercaré a Dios". Por consiguiente,
debo contar con tiempo a fin de realizarme, lo cual implica que debo
cultivar la memoria mediante la práctica, la disciplina, para ser algo o
alguien, para lograr cosas, para progresar; y eso significa continuación en
el tiempo. Así, por medio del tiempo esperamos alcanzar lo atemporal, por
medio de tiempo esperamos obtener lo eterno. ¿Es eso posible? ¿Es posible
atrapar lo eterno en la red del tiempo, atraparlo por medio de la memoria,
la cual pertenece al tiempo?
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- Lo atemporal puede
existir únicamente cuando cesa la memoria, que es el "yo" y lo
"mío". Si usted ve la verdad de eso – que lo atemporal no
puede ser comprendido ni recibido por medio del tiempo, – entonces podemos
investigar el problema de la memoria. La memoria de las cosas técnicas es
esencial; pero la memoria psicológica que mantiene al "sí
mismo", al "yo" y "lo mío", que causa identificación
y continuación propia, es totalmente perjudicial para la vida y la
realidad. Cuando uno ve la verdad de eso, lo falso se desprende; por lo
tanto, no hay retención psicológica de la experiencia del ayer.
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- Usted ve una hermosa
puesta de Sol, un bello árbol en medio del campo, lo disfruta completa y
totalmente; pero después regresa a ello con el deseo de disfrutarlo otra
vez. ¿Qué ocurre cuando hace eso? No hay disfrute, porque es el recuerdo
de la puesta de Sol de ayer la que ahora le hace volver a ello, empujándolo,
impulsándolo a disfrutar. Ayer no había ningún recuerdo, sólo una
apreciación espontánea, una respuesta directa; pero hoy está usted
deseoso de volver a capturar la experiencia de ayer. Es decir, la memoria
está interviniendo entre usted y la puesta de Sol; por lo tanto, no hay
disfrute ni existe la rica plenitud de la belleza. Por otra parte, usted
tiene un amigo que le dijo algo ayer, un insulto o una lisonja, y usted
conserva ese recuerdo; con ese recuerdo encuentra a su amigo hoy. En
realidad, no se encuentra con su amigo; usted lleva consigo el recuerdo del
ayer, el cual se interpone. Y así seguimos, rodeándonos de recuerdos, a
nosotros mismos así como a nuestras acciones. En consecuencia, no hay
novedad alguna, no hay frescura. Por eso la memoria convierte la vida en
algo tedioso, opaca y vacío.
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- Vivimos en estado de
antagonismo mutuo, porque el "yo" y "lo mío" se
fortalecen a causa de la memoria. La memoria surge de la existencia a través
de la acción en el presente; damos vida a la memoria por medio del
presente, pero cuando no le damos vida, la memoria se desvanece. De modo que
la memoria de hechos, de cosas técnicas, es una necesidad evidente, pero la
memoria como retención psicológica es perjudicial para la compresión de
la vida, para la comunión de un ser humano con otro.
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La
Memoria niega el Amor
Por
J. Krishnamurti
¿Es
posible amar sin pensar? ¿Qué queremos decir cuando decimos pensar? Pensar
es una respuesta a las memorias de dolor o placer. No hay pensamiento sin el
residuo que deja la experiencia incompleta. El amor es diferente de la emoción
y el sentimiento. El amor no puede ser traído al campo del pensamiento; pero
el sentimiento y la emoción pueden. El amor es una llama sin humo, siempre
fresca, creativa, feliz. Tal amor es peligroso para la sociedad y las
relaciones. Así que, cuando el pensamiento entra en él, lo modifica, lo
guía, lo legaliza, y lo pone fuera de peligro; entonces uno puede vivir con
él. ¿Saben que cuando uno ama a alguien, uno ama a toda la humanidad? ¿Conocen
que peligroso es amar a un hombre? Entonces, no hay barreras, ni nacionalidad;
entonces no hay deseos de poder y posición, y las cosas asumen sus valores.
Tal hombre es un peligro a la sociedad. Porque el ser del amor, el proceso de
la memoria debe finalizar. La memoria surge
solamente cuando la experiencia no es total y completamente entendida.
La memoria es solamente el residuo de la experiencia; es el resultado del reto
que no es completamente comprendido. La vida es un proceso de retos y
respuestas. El reto siempre es nuevo pero la respuesta es siempre vieja. Esa
respuesta, que es condicionada, que es el resultado del pasado, debe ser
entendida y no disciplinada o sancionada. Significa vivir cada día un nuevo día,
total y completamente. Este vivir cabal es posible solamente cuando hay amor,
cuando tu corazón está lleno, no con las palabras ni con las cosas hechas
por la mente. Sólo donde hay amor, la memoria cesa; entonces cada momento es
un renacimiento.
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- Extracto
sacado
del libro "SOBRE LA VERDAD" de Jiddu Krishnamurti
- Publicado en Acharia
el 17/8/00
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