Reflexiones Sobre: Lo Esencial en el Arte Marcial
 
Por el Maestro Pedro Dabauza, oficial representante de españa del Jiujutsu Kyoshi, en la División Internacional del Dai Nippon Butoku Kai en abril del 2002
 
 

Maestra: Le saludo y le envío este artículo del Maestro Español Pedro Dabauza, yo participe en uno de los seminarios que gentilmente ofreció en nuestro país, Cuba.

Que disfrute sus palabras de la misma maneras que yo las disfrute cuando leí el articulo. Henry Binerfa Castellanos, creador del Sistema: ShinKaiDo Ryu, Camagüey, Cuba - 03/06/04

 
 
Hoy día en este nuestro moderno mundo occidental realizamos el Arte Marcial, en la mayoría de los casos convertido en deporte, de una forma segura en instalaciones cada vez mas sofisticadas con tatami cada vez mas científicamente seguros para amortiguar nuestro impacto con el suelo, con ducha, jacuzzi y todo lo que conlleva un gimnasio comercial lejos queda el arduo aprendizaje del arte marcial como antaño, en intensidad, condiciones, medios extremos y ansias de aprender, pero que formaban con una esencial e inexorable base sólida a la persona.
 
A estas reflexiones llego tras mi experiencia en el seminario nacional que impartí en La Habana invitado por la Federación Cubana de Karate y D.A. y asimismo por la Asociación Cubana de Jiu Jitsu perteneciente a ella como disciplina asociada.
 
En Cuba nos trasladamos a otro mundo, no solo socialmente sino marcialmente, en lo que respecta al arte del Jiu Jitsu, este mantiene la pureza de antaño debido al escaso contacto con otros países y otros Maestros.
 
En los años 30 el Jiu Jitsu fue introducido en Cuba por el Sensei Morita y de ese modo se formo su escuela Morita Ryu, que junto con la Akijama Siiirobei Ryu, Simón Ryu y Vamato Mijazawa forman la base del Jiu Jitsu cubano.
 
El admirable pueblo cubano esta carente de lo más esencial no solo en su vida cotidiana, si no en su practica Marcial, instalaciones que desde hace décadas se mantienen inamovibles, gimnasios sin tatami adecuado, sin vestuario, sin duchas y en los cuáles la sorpresa de que se vaya la luz eléctrica o se fumigue contra los mosquitos, puede surgir en cualquier instante. Pese a estas adversidades, el practicante se afana día a día en el entrenamiento con fe en su arte y en su maestro y se refleja en sus ojos su ansia de aprender, como me dijo un Maestro japonés en cierta ocasión: ...no se puede dar de beber agua al caballo que no tiene sed... Ellos están sedientos de adquirir conocimientos.
 
En pocas ocasiones he sentido este espíritu marcial y he recibido un trato más respetuoso.
 
Ellos no tienen nada, pero lo dan todo y para ello baste el ejemplo que voy a relatar: yo soy un coleccionista entre otras cosas de libros de Artes Marciales, poseo más de quinientos, lo cuál me hace tener una base de conocimiento sobre lo editado en Artes Marciales, pero hay un libro que persigo desde hace bastantes años, este libro es: El Método Marcial del fundador del Judo, el libro se llama Kano Ju Jut su.  Este libro, tuve la ocasión de tenerlo en mis manos en la biblioteca del Kodokan de Tokio y desde entonces para mí conseguirlo era una quimera pues sus ediciones están agotadas a lo largo y ancho de este mundo. Mi sorpresa fue que conversando con un Maestro cubano, Roberto Faxas, me comentó que poseía este libro heredado por parte del padre de su mujer, Maestro chino de Ju Jit Su y Judo que conoció en persona al Sensei Kano, yo le explique mi aventura con este libro... El día de mi marcha quedé con el Maestro Faxas para despedirme pero no pudo ser, pues un familiar había sufrido un accidente y había tenido que ir de viaje urgentemente, en su lugar fue su mujer y... cual fue mi sorpresa! Me hizo entrega del libro Kano Ju Jutsu y estas palabras; "¡Prefiero que este libro el cuál yo he guardado como un tesoro hasta hoy, lo tenga un Maestro como Vd. y no yo!.." ¡Me llevé a la vez que sorpresa una alegría! Y toda mi gratitud.   En todo esto veo el más alto altruismo y la enorme calidad humana por parte de este Maestro al desprenderse de lo poco de valor que poseía. Bien, en estas reflexiones he expresado lo que quería decir y no deseaba callar, pienso que todos deberíamos de valorar más lo que tenemos y las facilidades que encontramos en nuestro mundo de hoy, hay a quien le cuesta infinitamente...
 
 
Pedro Rodríguez Dabauza
 
Publicado en la revista Cinturón Negro,
Junio 2000