- Desde Lima, Perú, nuestro amigo y compañero de curso, Luis Alberto Sánchez, nos dice:
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- 20 de octubre
de2003
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- Querida maestra:
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- Me tomo la libertad de mandarle este
cuento.
Espero le guste a usted y también a todos nuestros compañeros de Camino.
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- Con mucho cariño,
- Luis Alberto Sánchez L.
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- El
Rey y Sus Cuatro Esposas
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- "Había
una vez un rey que tenía cuatro esposas.
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- Él
amaba a su cuarta esposa más que a las demás y la adornaba con ricas
vestiduras y la complacía con las delicadezas mas finas.
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- Solo
le daba lo mejor.
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- También
amaba mucho a su tercera esposa y siempre la exhibía en los reinos vecinos.
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- Sin
embargo, temía que algún día ella se fuera con otro.
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- También
amaba a su segunda esposa. Ella era su confidente y siempre se mostraba
bondadosa, considerada y paciente con él. Cada vez que el rey tenía un
problema, confiaba en ella para ayudarle a salir de los tiempos difíciles.
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- La
primera esposa del rey era una compañera muy leal y había hecho grandes
contribuciones para mantener tanto la riqueza como el reino del monarca.
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- Sin
embargo, él no amaba a su primera esposa y aunque ella le amaba
profundamente, apenas se fijaba en ella.
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- Un
día el rey enfermó y se dio cuenta de que le quedaba poco tiempo. Pensó
acerca de su vida de lujo y caviló:
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- “Ahora
tengo cuatro esposas conmigo pero, cuando muera estaré solo”.
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- Así
que le pregunto a su cuarta esposa: Te he amado más que a las demás, te he
dotado con las mejores vestimentas y te he cuidado con esmero. Ahora que
estoy muriendo, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?
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- ¡Ni
pensarlo! Contesto la cuarta esposa y se alejo sin decir más palabras.
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- Su
respuesta penetró en su corazón como un cuchillo filoso.
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- El
entristecido monarca le pregunto a su tercera esposa: Te he amado toda mi
vida. Ahora que estoy muriendo, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi
compañía?
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- ¡No!
Contesto su tercera esposa. ¡La vida es demasiado buena! Cuando mueras
pienso volverme a casar.
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- Su
corazón experimento una fuerte sacudida y se puso frió.
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- Entonces
pregunto a su segunda esposa: “Siempre he venido a ti por ayuda y siempre
has estado allí para mí”. Cuando muera, ¿estarías dispuesta a seguirme
y ser mi compañía?
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- ¡Lo
siento, no puedo ayudarte esta vez! Contesto la segunda esposa. “Lo más
que puedo hacer por ti es enterrarte”.
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- Su
respuesta vino como un relámpago estruendoso que devastó al rey.
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- Entonces
escuchó una voz: “Me iré contigo y te seguiré dondequiera tu vayas”.
El rey dirigió la mirada en dirección de la voz y allí estaba su primera
esposa. Se veía tan delgaducha, sufría de desnutrición.
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- Profundamente
afectado y arrepentido, el monarca dijo: "¡Debí haberte atendido mejor cuando tuve la
oportunidad de hacerlo!"
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- En
realidad todos tenemos cuatro esposas en nuestras vidas.
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- Nuestra
cuarta esposa es nuestro cuerpo.
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- No
importa cuanto tiempo y esfuerzo invirtamos en hacerlo lucir bien, nos
dejara cuando muramos.
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- Nuestra
tercera esposa son nuestras posesiones, condición social y riquezas.
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- Cuando
muramos, irán a pertenecer a otros.
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- Nuestra
segunda esposa es nuestra familia y amigos.
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- No
importa cuanto nos hayan sido de apoyo a nosotros aquí, lo más que podrán
hacer es acompañarnos hasta el sepulcro.
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- Y
nuestra primera esposa o 'esposo' diríamos, es nuestro Buda Interno, frecuentemente ignorado en
la búsqueda.
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- Sin
embargo, nuestro Buda Interno es el único que nos acompañará dondequiera
que vayamos. ¡Así que cultívalo, fortalécelo y cuídalo aquí y ahora!
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- Es
el mayor y más sublime regalo que puedes ofrecerle al mundo."
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- ¡Deja
que brille, ilumine y guíe tu camino y él de tus semejantes! Y así...
nunca tendrás que arrepentirte, como el Rey de nuestro relato.
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