En las artes marciales y en específico el Kaisendo se enfoca en la esencia del arte de la guerra, la cual no es más que la auto-prevención. El camino del arte del Kaisendo resume este concepto de prevención en la practica diaria, el Kaisendo no solo trata de proteger el cuerpo físico sino que también protege la mente y el espíritu. El camino del Kaisendo es el camino de "resistir", continuar y advertir todo lo que pueda destruirnos. Es el camino de la mente que anticipa el primer gesto, la primer palabra, el primer pensamiento de daño para con nosotros o hacia los demás injustamente. No nos enfocamos en el mero hecho de dar patadas y puñetazos, es el arte de profundizar y trascender lo anterior y alcanzar de ese modo la totalidad, creando el mejor camino por donde podamos pasar todos como hermanos hacia ese universo que podemos crear dentro de nosotros mismos, ese lugar que hace al mundo un sitio mejor.
El entrenamiento del Kaisendoka esta enfocado en la habilidad de ganar en todo momento incluso cuando suceda lo que muchos llaman derrota. El estudio de las técnicas y las tácticas de la lucha no son para el conocedor del arte del Kaisendo la más alta distinción, él esta guiado por una motivación más fuerte y más allá de todo límite, aquel que se deje guiar por la percepción de sus ojos puede ser que camine hacia su propia ruina en lugar del auto desarrollo. El sendero a seguir se puede comparar a una religión basada en la fe desarrollada a través de la experiencia, la meta a llegar se le puede dar por nombre la búsqueda de un entendimiento universal correcto, la facultad a desarrollar la podemos sintetizar en el servicio y el bienestar a las personas de todo el mundo sin divisiones de ningún tipo, tapándole la visión a los ojos físicos y despertando el ojo dormido. Si el Kaisendoka pierde el objetivo original automáticamente se convierte en un elemento mortal que alimenta las fieras de la separatividad y la pelea. El artista marcial debe encontrar aquello que le de paz interna y seguridad, sin desviar el equilibrio de la mente y el cuerpo, sin permitirle a la personalidad influir sobre el alma original, no existe otro camino para el que ha perdido el significado de la vía que ser consumido por su perversión, y su conflicto incesante y su ambición de pelea. Si el experto verdadero del Kaisendo se esfuerza en perseguir con tesón la esencia del Kaisendo, rechazando la envoltura que le encadena y le limita, derivada de la constante presión de su propio ego, inmediatamente este estudiante progresará y encontrara el secreto último para ser invencible,-“el saber quien es realmente, al comprender quien es el Uno” Aquel peleador que quiera ganar la batalla por siempre debe estar en armonía con el Plan Universal, su discernimiento, y intuición leerán los pasos de su destino. En total sintonía con lo astral, y respetando la ley imparcial guiado por un corazón de buena voluntad, puro y lleno de verdades, será toda la morada que necesita el Kaisendoka.
El arte del Kaisendo a pesar de ser moderna y flexible busca lo que todas las artes marciales clásicas han estado buscando durante siglos, “Respuestas” mediante disciplina física, mental y espiritual, correcta percepción de las ideas, correctas interpretaciones de las enseñanzas, todo sin caer en fanatismo ni devoción ciega, siempre escapando de los extremos, para encontrar el camino real, “el sendero medio”. Así pues amigo y hermano “Abre los ojos de tú mente, y adáptate a lo nuevo de igual forma como te adaptaste a lo viejo”.