Carta de Henry Binerfa Castellanos con el discurso que pronunciará el 18 de diciembre de 2004:
 
Lunes, 29 de noviembre de 2004
11:05 a.m.
 
Maestra: Este es el discurso, que pienso dar el día 18 de Diciembre, en una Gala de Artes Marciales, donde participarán todas los exponentes de estas artes,  se me dio el honor realizar el último acto, y escogí efectur el llamado Circuito de la muerte, una serie de actos de extremo peligro, que reafirmarán nuestra inquebrantable postura ante la violencia y la guerra. Aquí va la carta:
 
Henry Binerfa Castellanos
 
Queridos Amigos:
 
El Siglo XX ha marcado la ruta DEL DESPERTAR, para que nuestros errores no se REPITAN y así, dejar la violencia y la intolerancia, el egoísmo, y todos esos trazos de ignorancia de la Unidad atrás. Con el desarrollo tecnológico, la humanidad ahora cree tener el poder para "conquistar" a la naturaleza. Hemos incluso empezado a intervenir en la química de la vida, adaptándola a nuestros propósitos. Al mismo tiempo, a pesar de formas nuevas y rápidas de comunicación, estamos más solos. Muchos carecen de creencias espirituales. Sin una base espiritual, vivimos sólo con el deseo de satisfacer nuestros placeres personales y entonces surgen las "excesivas desigualdades económicas", el "deseo de dominio", el "desprecio de las personas", la "envidia, la desconfianza, la soberbia y las demás pasiones egoístas".
 
Es el momento de adoptar una nueva postura que trascienda la postura física, mental y espiritual ignorante y simple que hasta ahora hemos tenido por una postura correcta ante la vida, que se enfrente a todo este triste panorama que acecha y destruye, no solo al hombre sino a todo lo que hoy conocemos. Es precisamente hoy en día cuando tenemos que luchar, mental y espiritualmente por sustituir esas ilusiones de dominio y poder, por la ‘verdadera’ realidad, que por nuestra ignorancia no hemos vislumbrado.
 
Cuando la ‘realidad verdadera’ sustituya a la ignorancia de creer que todos estamos separados y luchando para obtener más y más de lo que sea – el egoísmo - no veremos a la sierra cortar al árbol, ni al látigo lacerar al caballo, ni veremos a nuestros niños del mundo victimas de abusos de toda clase, ni nuevamente a la hambruna acabando con las vidas, ni tampoco veremos un nuevo Hiroshima, ni un nuevo Hitler; no veremos un nuevo acto terrorista que destruya la vida de inocentes, ni a los científicos crear bombas sofisticadas, pues estos crearan curas contra enfermedades hasta ahora incurables. En cambio veremos a una sola nación, sin límites, ni fronteras que impidan darle la mano al hermano sin ninguna discriminación de negro, blanco, rico o pobre, inteligente o no. Veremos a un nuevo hombre evolucionado, sin avaricia, sin necesidades. ¡EL HOMBRE VERDADERO!
 
Hoy quisimos desplegar todos nuestros conocimientos por la justa Y VERDADERA causa que debe defender todo hombre de esta tierra, La Paz, El Amor, la Tolerancia. Hoy en nombre del ShinKaiDo Ryu y las Artes Marciales, escribo con mí sangre. No una sangre derramada por la ignorancia, sino una sangre limpia de todo rencor e injusticia que le dice NO A LA GUERRA, NO A LA VIOLENCIA, NO A LA IGNORANCIA. El ShinKaiDo Ryu LE HA DADO una PATADA a todo ello.
 
Y no duden QUE HOY, la verdadera realidad sustituya a la ignorancia. QUE TODOS TRABAJEMOS PARA ELLO. Es mi deseo que ese día se haga realidad en cada hombre, mujer y niño para que respiren de ese aire de bondad, tolerancia, pureza e inegoismo.
 
Muchas gracias.
 
Henry Binerfa Castellanos

Carta de Invitación:
 
9 de diciembre de 2004
Estimada Maestra:
No estoy escribiendo mucho por que estoy entrenando muy duro y no me queda casi tiempo, además estoy solo cuidando al niño, ya que mí esposa esta en Santa Clara, cuidando a su Papá que lo operarón del corazón. No sabe cuanto me hubiese gustado que estuviera usted el día 18 como una invitada de honor en la demostración de artes marciales, de todas formas se tomarán fotos el evento completo y vere como se lo hago llegar.
 
Saludos, con mucho amor, estoy un poco alejado del escritorio, pero sigo siendo uno con el Chan. Henry