Corrector
Gramatical: Zhèng chún – Fernando Valencia Olarte, desde Bogotá
Colombia y José Luis Siguero Zurdo, desde Granada, España.
Martes,
16 de enero de 2007
Relato
#49
El Amor
Desinteresado
Los
seres vivientes en el Sámsara ocupan todo su tiempo en la búsqueda de lo
que sea. Buscan, buscan, buscan... Tienen una ansiedad continua, una
insatisfacción que viene y va como las olas del mar; ya que todo lo
condicionado surge, se procesa y termina. Todos buscan la felicidad en la
forma que sus mentes insustanciales la conciben, - compañía, ventajas,
entretenimiento, sexo, drogas, charla continua interior y exterior, y muchos
otros estados de confusión de los cuales no se dan cuenta - no percibiendo
o comprendiendo que la única felicidad verdadera, el éxtasis maravilloso
de saber o conocer la Verdad, lo tienen en ellos, aquí y ahora. Si sólo
observaran un segundo a su alrededor, interior y exteriormente, con una
plena atención ya no habría más búsqueda. La felicidad no está en
alguna ni en ninguna parte. Es un estado de desapego de las apariencias y de
plena atención a la Bodhi. Repito de nuevo: Es un estado de desapego de las
apariencias y de plena atención a la Bodhi, porque es indispensable que
junto con el desapego haya una plena atención a la Bodhi. Es una comprensión
de que todo es la Consciencia, que ese ‘yo’ que demanda es un estado mental
irreal que confunde y que nunca estará satisfecho, porque necesita de esa
demanda para subsistir. Así que cada vez que nos entristecemos por no tener
algo o somos felices por tenerlo, estamos jugando el ‘juego del ego’ del
‘yo’ avaricioso.
Parece difícil el
desprenderse de la creencia del ego, porque creemos que literalmente hay que
‘desprenderse’ de algo, pero con una atención plena nos damos cuenta
que no hay que desprenderse de nada, porque el ‘yo’ o ‘ego’ nunca ha
existido, ni existe, ni existirá. Y que la tristeza que conlleva su
renuncia es otro estado mental. Los seres vivientes pasan de un estado
mental caótico a otro y creen que el siguiente les compondrá el primero,
pero los dos son irreales y temporales. Ese es el sufrimiento horrible que
atraviesan por dejarse llevar por los pensamientos. El santo, Thayumanavar (1706 - 1744) escribió estas bellas palabras cuando decidió
rendirse a la Verdad. Fue un acto voluntario de comprensión:
Cuando decidí
rendirme,
¿Qué importa lo
que se fue o lo que permaneció?
Tú, quien derramas
Tu Gracia
Continuamente como
una madre.
¡Tú, Nube de Éxtasis
surgiendo del Océano de la Compasión!
¡A ti, mi Señor,
te imploro, habla!
Ese estado de
atención plena a la Bodhi, que necesitamos para salir o liberarnos ‘del
lío en que nos hemos metido’ [en palabras coloquiales] por seguir los
pensamientos que parecen brotar de nosotros pero que no es así, no surge
naturalmente, porque durante eones hemos condicionado nuestras mentes
‘individuales, insustanciales e irreales’ a través de los
pensamientos, a buscar, por supuesto, donde no está la Mente Bodhi
Maravillosa e Insuperable. Este estado tiene que ser buscado, traído y
practicado a través de la ‘meditación de discernimiento’, o Vipassan,
por medio de una atención plena, en cada pensamiento, palabra y acción
que creemos originar, y en todos y cada uno de los momentos en el presente
único.
Cuando se practica
la Meditación de Discernimiento, la Atención es usada para meditar sobre
las características del sentimiento o emoción imaginada, o concebida o
maquinada que surge en la mente profunda en el momento del contacto. Llegamos
a comprender que cada tipo, clase, y duración de sentimiento es
sufrimiento (Dukkha), impermanencia (Anicca), y no-yo (o
carente de un yo) (Anattā). De la comprensión,
desarrollamos disgusto hacia el apego, y nos abstenemos de apegarnos al
sentimiento o emoción imaginada. La mente ha sido, por lo tanto,
mantenida en el vacío o Estado neutral como el resultado del no-apego. El
Buda dijo, “Este es el Camino que guía a la pureza, el
Nibbana.” Este es el conocimiento fundamental referente a la Meditación:
¿Cuál es? – El Camino de la Práctica, su utilidad y Beneficio. [Leer
más sobre la meditación Vipassana en el Capítulo 13 del Curso de
Budismo en Acción: http://www.acharia.org/curso_de_budismo/capitulo_trece.htm
]
La Meditación
significa fijar la mente en un punto o cúspide, sobre un objeto, paracontemplar, escudriñar, investigar, comprender y así
sucesivamente.
Nosotros
‘usamos’ la atención durante la Meditación; pero no nos entrenamos
en ella. Si nos limitamos simplemente sólo a entrenar o practicar la
atención, entonces solamente la atención sería obtenida como el
beneficio o resultado final. Si la atención es ‘usada’ como un
instrumento durante la Meditación, en ocasiones podremos percibir el
conocimiento o la Sabiduría. Entonces podremos utilizar esta Sabiduría
para resolver cualquier problema que pueda surgir. La Sabiduría es el
conocimiento necesario para resolver los problemas. De ahí que, la atención
es ‘usada’ en lugar de entrenada.
Queridos
estudiantes, nunca será suficiente lo mucho que les pueda recomendar que
mediten y practiquen. Ahí encontrarán la ‘felicidad’ que están
buscando. La felicidad de conocer LA VERDAD. Y como Jesucristo dijo y está
escrito en El Santo Evangelio según San Juan 8:31-32: ‘Conoceréis la
Verdad y la Verdad os hará libres’.
Me preguntarán
por qué este ensayo se titula ‘el Amor Desinteresado’, pues es ese
amor el que surge y se devela cuando se conoce la Verdad. Un amor a todos,
que en resumen eres tú y es Dios. Un amor sin apego ni preferencias y
sobre todo sin interés de ninguna clase. Ya que Dios y tú sois uno mismo.
Ama a tu prójimo como a ti mismo, [Marcos 12, 28-34]. Ese es el
mandamiento cristiano y el secreto budista develado.
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he sa dan dwo bwo da la
La Maestra
Rev.
Yin Zhi Shakya, OHY
Correctores
Gramaticales: Zhèng chún – Fernando Valencia Olarte, desde Bogotá
Colombia y José Luis Siguero Zurdo, desde Granada, España.