- Lo
Relativo y lo Absoluto
- Relatos de la Vida
Diaria
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- Por la Rev. Yin Zhi Shakya, OHY
- Corrector: Fernando
Valencia (Zhèng chún)
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- Relato
#36
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- La
Mentira
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- “People think that a liar gains a
victory over his victim. What I’ve learned is that a lie is an act of
self-abdication, because one surrenders one’s reality to the person to
whom one lies, making that person one’s master, condemning oneself from
then on to faking the sort of reality that person’s view requires to be
faked…The man who lies to the world, is the world’s slave from then
on…There are no white lies, there is only the blackest of destruction,
and a white lie is the blackest of all.” ― Ayn Rand, Atlas Shrugged
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- "Las personas
piensan que un mentiroso obtiene una victoria sobre su víctima. Lo que
he aprendido es que una mentira es un acto de abdicación propia, porque
uno rinde la realidad de uno a la persona a quien uno miente, haciendo
que esa persona sea su controlador, condenándose a sí mismo de ahí en
adelante al simular el tipo de realidad que el punto de vista de esa
persona requiere para seguir simulando... El hombre que miente al mundo,
es el esclavo del mundo de ahí en adelante... No hay mentiras blancas,
existe sólo la más negra de la destrucción, y una mentira blanca es la
más negra de todas." - Ayn Rand, Atlas Shrugged
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- "No existe poder aparte de Dios. La
omnipotencia posee todo el poder, y el reconocer cualquier otro poder
significa deshonrar a Dios. Jesucristo refuto la suposición de que el
pecado, la enfermedad y la muerte tienen poder. El Nazareno debió haber
humillado el orgullo de los sacerdotes, cuando vieron lo superior que
era la demostración a la influencia de su fe y a sus ceremonias
muertas.
- Tened la mente llena de verdad y de
amor y ni el pecado ni la enfermedad podrán entrar en ella. No hay
puerta por la cual pueda entrar el mal ni espacio que el mal pueda
ocupar en una mente llena de bondad." Mary Baker
Eddy
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Desde
tiempos inmemorables y en todas las culturas, la mentira ha existido y ha sido
usada por los que no comprenden la omnipotencia, omnipresencia y omniciencia del
Divino.
Hoy vamos a hablar sobre la ‘mentira’, su poder, su potestad, su
dominio, su autoridad y su auto-destrucción.
Pero
para comenzar, leamos
el cuento famoso de Christian Andersen “El Traje Nuevo del
Emperador” del cual he escogido la mejor de las variadas versiones que hay
en la Internet. Ahí va el cuento:
- 'El Traje Nuevo del
Emperador'
- por Hans Christian Andersen
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- Hace muchos años hubo un
Emperador con una afición tan excesiva a los trajes nuevos que se gastaba
todo su dinero en esa manía. Nada le importaban sus soldados, ni el teatro,
ni los paseos por el bosque, salvo que sirvieran de pretexto, para lucir su
vestimenta recién estrenada. Tenía un traje para cada hora del día. Y en
vez de decirse de él, como se dice de cualquier otro rey o emperador:
"Está en la sala del Consejo", la expresión popular era siempre:
"El Emperador está en el vestuario".
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- En la gran capital donde
él residía, la vida era en verdad muy alegre. Diariamente llegaban a
visitarle legiones de turistas, y entre ellos cayeron en una ocasión dos
timadores. Se hacían pasar por fabricantes de tejidos y pretendían que sus
productos eran los más maravillosos que podían imaginarse en el mundo, y
no sólo porque los tintes y dibujos fuesen de una finura incomparable, sino
porque las ropas confeccionadas con aquel tipo de tela tenían una peculiarísima
cualidad: la de permanecer invisibles a toda persona que no estuviera
capacitada para su cargo, o que fuese imposiblemente estúpida.
-
- "Esas ropas deben
ser espléndidas -pensó el Emperador-. Usándolas podré descubrir cuáles
de entre los funcionarios de mi reino son incapaces para sus puestos. Y
también podré distinguir los hombres inteligentes de los tontos. Sí,
conviene ordenar que me preparen un poco de tela".
-
- El Emperador hizo entrega
a los dos pillos de una buena suma como adelanto, para que pudieran empezar
cuanto antes su trabajo.
-
- Los presuntos tejedores
instalaron dos telares y fingieron tejer, pero sin tener absolutamente nada
en las lanzaderas. Para empezar adquirieron una partida de seda finísima y
cierta cantidad del más puro hilo de oro, todo lo cual guardaron en sus
maletas. Todos los días seguían tejiendo en los vacíos telares hasta ya
muy entrada la noche.
-
- "Me gustaría saber
cómo andan con el trabajo esos tejedores" -pensó el Emperador, pero
no dejaba de sentirse algo incómodo al reflexionar que todo aquel que fuera
un zoquete o incapacitado para su cargo quedaría sin ver la tela.
Ciertamente, se dijo, no tenía nada que temer de su parte, pero sería
mejor enviar primero a otra persona a ver cómo marchaba aquello.
-
- Todo el mundo conocía en
la ciudad la maravillosa propiedad de la tela.
-
- "Enviaré a mi viejo
y fiel ministro -resolvió-.
-
- Él estará mejor
autorizado que nadie para apreciar la calidad de su tejido, pues se trata de
un muy inteligente y no hay nadie que desempeñe su tarea mejor que él la
suya".
-
- De modo, pues, que el
excelente viejo ministro recibió la misión de inspeccionar la sala donde
estaban trabajando los dos pillastres ante el telar vacío.
-
- "¡Dios nos ampare!
-pensó el ministro abriendo los ojos de par en par-. ¡Vaya, si no veo
nada!" -Pero tuvo buen cuidado de no decirlo.
-
- Los estafadores le
suplicaron que tuviera la bondad de aproximarse un poco más, y le
preguntaron si no juzgaba excelentes el dibujo y el colorido. El pobre
ministro se rompía los ojos sin lograr ver cosa alguna, pues, por supuesto,
nada había que ver.
-
- "¡Cielos! -pensó-.
¿Es posible que yo sea un bobo? Nunca me lo habría imaginado, y no tiene
que saberlo nadie. ¿Y un inútil también para el cargo? Jamás diré que
no he logrado ver la tela".
-
- -Bien, señor, ¿decíais
algo acerca de la tela? -preguntó el pillo que estaba fingiendo tejer.
-
- -¡Oh, es hermosa...,
realmente encantadora! -dijo el ministro, calándose los anteojos-. ¡Qué
dibujo, qué tonos! Ciertamente informaré al Emperador que me ha gustado
mucho.
-
- -Nos complace sobremanera
oírlo -dijeron los dos trapecistas. Y a continuación enumeraron todos los
matices y describieron el peculiar dibujo del tejido. El viejo ministro puso
gran atención a lo que decían, para poder repetirlo cuando regresara a
informar al Emperador.
-
- Poco después los dos
bribones se presentaron a pedir más dinero, más seda y más oro, para
poder continuar con el tejido. Pero se lo guardaron todo en sus bolsillos.
Ni una hebra siquiera colocaron en el telar, aunque siguieron tejiendo con
afán.
-
- El Emperador envió a
otro de sus leales funcionarios a investigar cómo seguía el tejido y cuándo
estaría listo. Y al funcionario le ocurrió lo mismo que al viejo ministro.
Miró y miró, pero como sólo había un telar vacío, no pudo ver nada.
-
- -¿No es una hermosa
pieza de tela? -preguntaron los dos pillastres. Y desplegaron una verdadera
exhibición del admirable tejido y de los colores que no estaban allí ni
podía ver persona alguna.
-
- "Yo sé que no soy
ningún obtuso -pensó el funcionario-, acaso, pues, se trate de que tampoco
soy el hombre adecuado para mi excelente cargo. Es muy extraño. Sea como
sea, no hay que demostrarlo".
-
- Y se deshizo en elogios
de la tela que no veía, Y aseguró que se retiraba admirado de los matices
y la originalidad del dibujo.
-
- -Es prodigioso -informó
luego al Emperador-. Todo el mundo habla en la ciudad de esa espléndida
tela.
-
- Y el Emperador pensó que
sería interesante ver aquel prodigio mientras estaba aún en el telar.
Acompañado por cierto número de selectos cortesanos, entre ellos los dos
que ya habían visto la imaginaria tela, se dirigió a visitar a los dos
impostores, que estaban trabajando tan arduamente como nunca en sus vacías
máquinas.
-
- -¡Es magnífico!
-dijeron los dos honrados dignatarios-. ¡Ved, Majestad qué dibujos! ¡Qué
matices!
-
- Y ambos señalaban el
telar, pensando cada uno que el otro podía ver la tela.
-
- "¿Qué? -pensaba el
Emperador-. Yo no veo nada en absoluto. ¡Es terrible! ¿Soy yo un zote
entonces? ¿No sirvo para Emperador? Nada peor que eso podría
ocurrirme".
-
- Y dijo en voz alta:
-
- -¡Qué hermosa! Tiene mi
más calificada aprobación.
-
- El inclinó repetidamente
la cabeza en señal de agrado, contemplando el telar vacío. Nada ni nadie
habría podido inducirlo a confesar que no veía nada.
-
- Todo el séquito miró y
remiró, sin ninguno de los dignatarios viera más que los otros. Sin
embargo, exclamaron todos, a coro con Su Majestad:
-
- -¡Es muy hermosa!
-
- Y le aconsejaron que se
mandara hacer un traje de tan maravillosa tela para la ocasión de un gran
desfile próximo.
-
- "¡Magnífica! ¡Maravillosa!
¡Excelente!" -eran las palabras que corrían de boca en boca. Todos
estaban igualmente encantados con la tela. El Emperador concedió a cada uno
de los dos bellacos una condecoración destinada a sus respectivas solapas,
y el título de "Caballero Tejedor".
-
- Los pillos trabajaron
toda la noche previa al día del desfile, gastando dieciséis bujías, para
que el pueblo viera lo ansiosos que estaban de tener listo a tiempo el traje
del Emperador. Fingieron sacar la tela del telar cortándola en el aire con
un gran par de tijeras, y la fueron cosiendo con sólo agujas, sin hilo
alguno en ellas.
-
- Por fin anunciaron:
-
- -Ya está listo el traje
del Emperador.
-
- Y el Emperador fue
personalmente a buscarlo en compañía de sus más elevados cortesanos. Los
dos estafadores levantaron un brazo en el aire, como si estuvieran
sosteniendo algo, y dijeron:
-
- -Mirad, éstos son los
pantalones. Esta es la chaqueta. Este es el manto. -Y así sucesivamente-.
Es tan liviano como una telaraña. Casi podría decirse que uno no tiene
nada en la mano, pero en eso reside precisamente su belleza.
-
- -Así es -aprobaron todos
los cortesanos, aunque no podían ver nada, pues no había cosa alguna que
ver.
-
- -¿Quisiera Su Imperial
Majestad tener a bien quitarse la ropa? -invitaron los impostores-. Luego
podrá vestirse las nuevas, aquí delante del gran espejo.
-
- El Emperador se despojó
enteramente de sus ropas y los impostores fingieron irle entregando una
pieza tras otra de su nuevo atuendo. Hicieron también la pantomima de
ajustarle algo en la cintura y sujetar allí cierto invisible aditamento que
debía suponerse era la cola del traje imperial. El Emperador se volvía una
y otra vez frente al espejo.
-
- -¡Qué bien luce Su
Majestad el nuevo traje! ¡Qué espléndidamente le queda! -exclamó toda la
gente que lo rodeaba-. ¡Qué modelo! ¡Qué color! Nunca se ha visto nada
así en materia de ropa.
-
- -El palio está esperando
a Vuestra Majestad para colocarse sobre su cabeza en el desfile -anunció el
maestro de ceremonias.
-
- -Bien, estoy dispuesto
-dijo el Emperador-. ¿No es cierto que me queda bien el traje?
-
- Los chambelanes que debían
llevar la cola se inclinaron y fingieron levantarla del suelo con ambas
manos, aunque naturalmente iban todos con las manos vacías en el aire.
Ninguno se atrevía a confesar que no veía nada.
-
- Y el Emperador partió
encabezando el desfile bajo el lujoso palio, y toda la muchedumbre en las
calles y los balcones exclamaba:
-
- -¡Qué apuesto está el
Emperador con su traje nuevo! ¡Qué espléndida cola!
-
- Y nadie quería reconocer
que no veía cosa alguna, porque eso habría equivalido a reconocerse
incapaz para su cargo, o bien un zopenco.
-
- Ninguno de los trajes
anteriores del Emperador había tenido éxito semejante.
-
- Pero un niño exclamó de
pronto:
-
- -¡El Emperador está
desnudo!
-
- -¡Oh, escuchen lo que
dice el inocente! -dijo su padre. Y uno de los mirones susurró al oído de
su vecino, lo que el niño había dicho. Y la voz fue corriendo:
-
- -Dice que el Emperador
está desnudo... Un chico ha dicho que el Emperador está desnudo.
-
- -¡Pero es que está
desnudo! -exclamó por fin todo el pueblo.
-
- El Emperador se sintió
molesto, porque comprendió que era verdad. Pero pensó:
-
- "El cortejo tiene
que seguir ahora".
-
- Y se mantuvo más rígido
que nunca, y los chambelanes siguieron sosteniendo la invisible cola.
-
-
Después de haber leído
el cuento de Christian Andersen, nos damos cuenta que toda mentira nos induce al
error. En la narración podemos ver las diferentes fases de una misma mentira.
Los estafadores mintieron para robar; los cortesanos del rey mintieron para
congraciarse con él; los funcionarios, por miedo a ser descubiertos de lo
ignorante que creían que eran no queriendo perder su posición en el sistema, y
así sucesivamente hasta que llegamos al rey mismo que temió dejarles saber a
todos que era un tontonzazo, no mereciendo ser rey. Y así la mentira fue
creciendo hasta que se hizo colectiva... Siendo
un niño - la inocencia de la Verdad - él que exclamó repentinamente:
-¡El Emperador está
desnudo!
- Si vamos a analizar la mentira, tenemos que tener en
cuenta que siempre es iniciada por una mente errónea con deseos. Deseos de
una cosa u otra. A los mentiroso siempre les mueve un motivo egoísta. En
los Diez Mandamientos encontramos: "No hablarás contra tu prójimo
falso testimonio" Y "No tomarás el nombre de tu Dios en vano;
porque el Señor no dará por inocente al que tomare su nombre en vano". En los
Cinco Votos Budistas el segundo es 'ser veraz':
-
- El Maestro Jy Din en las Enseñanzas de Hsu Yun menciona el voto budista de ser veraz, no solo en la vida social,
sino también en la vida de negocios. Todas las formas de fraude y embustes
están incluidas en este Precepto. Siempre que sacrificamos la verdad para
conseguir algún supuesto beneficio, entramos en un mundo serpentino y
complicado. El Maestro Jy Din cuenta en el capítulo un pequeño relato como
ejemplo:
-
- "Había en Tokio dos
comerciantes que, tras años de una competitividad llena de engaños y
trampas, desconfiaban por completo el uno del otro.
-
- Un día se encontraron en
una estación de tren. El primer comerciante preguntó, "¿Adónde
vas?" El segundo comerciante pensó durante un momento y respondió,
"A Kobe."
-
- El primer comerciante gritó,
"¡Mientes! Me has dicho que vas a Kobe porque querías que pensara que
ibas a Osaka; pero he hecho averiguaciones y ¡sé que vas a Kobe!"
-
- Queridos amigos, este - siempre
- es el
final del más pequeño engaño. Nuestra reputación es como la etiqueta de
un paquete. Una vez que se nos conoce como mentirosos y tramposos, enviamos
nuestras intenciones, sin importar lo inocentes que sean, al lugar de la
duda y la desconfianza.
-
-
- Todas las
religiones han hablado de la mentira y de sus consecuencias en nuestra
vida desde el punto de vista relativo (el Sámsara) y del absoluto (la
iluminación). Como ejemplo he encontrado que en el Catecismo de la
Iglesia Católica dice:
-
- III LAS OFENSAS
A LA VERDAD
2475.
Los discípulos de Cristo se han "revestido del Hombre Nuevo, creado
según Dios en la justicia y santidad de la verdad" (Ef 4,28).
"Desechando la mentira" (Ef 5,25), deben "rechazar toda
malicia y todo engaño, hipocresías, envidias y toda clase de
maledicencias" (1 P 2,1).
2476.
Falso testimonio y perjurio. Una afirmación contraria a la verdad posee
una gravedad particular cuando se hace públicamente. Ante un tribunal
viene a ser un falso testimonio (cf. Pr 19,9). Cuando es pronunciada bajo
juramento se trata de perjurio. Estas maneras de obrar contribuyen a
condenar a un inocente, a disculpar a un culpable o a aumentar la sanción
en que ha incurrido el acusado (cf Pr 18,5); comprometen gravemente el
ejercicio de la justicia y la equidad de la sentencia pronunciada por los
jueces.
2477.
El respeto de la reputación de las personas prohíbe toda actitud y toda
palabra susceptibles de causarles un daño injusto (cf CIC, can. 220). Se
hace culpable:
-
de juicio temerario el que, incluso tácitamente, admite como verdadero,
sin fundamento suficiente, un defecto moral en el prójimo.
-
de maledicencia el que, sin razón objetivamente válida, manifiesta los
defectos y las faltas de otros a personas que los ignoran (cf Si 21,28).
-
de calumnia el que, mediante palabras contrarias a la verdad, daña la
reputación de otros y da ocasión a juicios falsos respecto a ellos.
2478.
Para evitar el juicio temerario, cada uno deberá interpretar en cuanto
sea posible en un sentido favorable los pensamientos, palabras y acciones
de su prójimo:
Todo
buen cristiano ha de ser más pronto a salvar la proposición del prójimo,
que a condenarla; y si no la puede salvar, inquirirá cómo la entiende, y
si mal la entiende, corríjale con amor; y si no basta, busque todos los
medios convenientes para que, bien entendiéndola, se salve (S. Ignacio de
Loyola, ex. spir. 22).
2479.
Maledicencia y calumnia destruyen la reputación y el honor del prójimo.
Ahora bien, el honor es el testimonio social dado a la dignidad humana y
cada uno posee un derecho natural al honor de su nombre, a su reputación
y a su respeto. Así, la maledicencia y la calumnia lesionan las virtudes
de la justicia y la caridad.
2480.
Debe proscribirse toda palabra o actitud que, por halago, adulación, o
complacencia, alienta y confirma a otro en la malicia de sus actos y la
perversidad de su conducta. La adulación es una falta grave si se hace cómplice
de vicios o pecados graves. El deseo de prestar servicio o la amistad no
justifican una doblez del lenguaje. La adulación es un pecado venial
cuando sólo desea ser agradable, evitar un mal, remediar una necesidad u
obtener ventajas legítimas.
2481.
La vanagloria o jactancia constituye una falta contra la verdad. Lo mismo
sucede con la ironía que busca ridiculizar a uno caricaturizando de
manera malévola un aspecto de su comportamiento.
2482.
"La mentira consiste en decir falsedad con intención de engañar"
(S. Agustín, mend. 4,5). El Señor denuncia en la mentira una obra diabólica:
"vuestro padre es el diablo...porque no hay verdad en él; cuando
dice la mentira, dice lo que le sale de dentro, porque es mentiroso y
padre de la mentira" (Jn 8,44).
2483.
La mentira es la ofensa más directa contra la verdad. Mentir es hablar u
obrar contra la verdad para inducir a error. Lesionando la relación del
hombre con la verdad y el prójimo, la mentira ofende la relación
fundamental del hombre y de su palabra con el Señor.
2484.
La gravedad de la mentira se mide según la naturaleza de la verdad que
deforma, según las circunstancias, las intenciones del que la comete, los
perjuicios padecidos por sus víctimas. Si la mentira en sí sólo
constituye un pecado venial, llega a ser mortal cuando daña gravemente
las virtudes de la justicia y la caridad.
2485.
La mentira es condenable en su naturaleza. Es una profanación de la
palabra cuyo objeto es comunicar a otros la verdad conocida. La intención
deliberada de inducir al prójimo a error mediante palabras contrarias a
la verdad constituye una falta contra la justicia y la caridad. La
culpabilidad es mayor cuando la intención de engañar corre el riesgo de
tener consecuencias funestas para los que son desviados de la verdad.
2486.
La mentira, por ser una violación de la virtud de la veracidad, es una
verdadera violencia hecha a otro. Atenta contra él en su capacidad de
conocer, que es la condición de todo juicio y de toda decisión. Contiene
en germen la división de los espíritus y todos los males que ésta
suscita. La mentira es funesta para toda sociedad: socava la confianza
entre los hombres y rompe el tejido de las relaciones sociales.
2487.
Toda falta cometida contra la justicia y la verdad entraña el deber de
reparación aunque su autor haya sido perdonado. Cuando es imposible
reparar un daño públicamente, es preciso hacerlo en secreto; si el que
ha sufrido un perjuicio no pude ser indemnizado directamente, es preciso
darle satisfacción moralmente, en nombre de la caridad. Este deber de
reparación concierne también a las faltas cometidas contra la reputación
del prójimo. Esta reparación, moral y a veces material, debe apreciarse
según la medida del daño causado. Obliga en conciencia.
-
- Alguien
ha dicho:
-
- "La
mentira intensifica el movimiento de nuestra alma orientado a ocultar
distintas cosas, lo cual frena la manifestación de nuestro karma. Con otras
palabras, resulta como si cubriéramos algo con una caja o un saco. Cuanto más
mentimos por mayor tiempo se aplaza la manifestación del karma. Cuando el
karma se manifiesta lentamente, la ley de karma es muy difícil de entender,
y vamos acumulando más y más acciones malas. Cuando, en definitiva, ese
karma malo se materialice, tendremos que experimentar su retribución muy
pesada. Estos son los efectos de la mentira." Este es el verdadero
horror de la mentira."
-
- No
es que la verdad nos traiga algo bueno y que con ella tendremos un
buen resultado, sino que con ella seremos capaces de ver todas las cosas tal como son.
-
- Pero la peor 'mentira' es la
auto-mentira, la que nos imponemos a nosotros mismos por ignorancia; la
auto-creencia en la realidad relativa (el Sámsara), donde nos imaginamos y
disfrazamos con toda clase de artificios - la ilusión - un mundo en él que
creemos que podemos encontrar la felicidad verdadera, la cual es la Meta
Suprema de esta experiencia objetiva irreal, y a la que buscamos
constantemente de todas formas.
-
- El
Gran Maestro Nichiren dijo: "Cuando uno está bajo la ilusión,
uno es llamado un ser común, pero cuando percibe la verdad, uno es llamado
un Buda. Esto es similar a un espejo empañado que brillará como una joya
cuando se le pula. Una mente 'nublada' por las ilusiones de la oscuridad
fundamental de la vida (el Sámsara) es como un espejo empañado, pero
cuando se le pule, es seguro que se torna en un espejo claro que refleja la
naturaleza esencial de los fenómenos y el verdadero aspecto de la realidad.
Despierten una fe profunda y pulan diligentemente su espejo día y noche."
¡Despertemos! ¡Veamos! Como dijo Hui Neng.
-
- De acuerdo al
diccionario de la lengua española, mentir es “expresar algo contrario a
lo que se cree o piensa. Engañar. Fingir o disfrazar una cosa. Inducir a
error. Falsificar, contrahacer algo. Desdecir una cosa de otra. Faltar a lo
prometido o convenido.
No
importa la excusa que te proporciones a ti mismo para cometer toda clase
injusticias, leves o severas, inclusive creyendo que tienen la razón. No importa que
proclames toda clase de leyes que hayas leído en las Sagradas Escrituras. No
importa que las cantes al viento para que el Sámsara las escuche - ¡Cómo si
el Sámsara tuviera oídos para oír! - La ‘Verdad’ es la Verdad, aunque las escrituras no
la hayan nombrado en sus páginas efímeras o ni siquiera la conozcas. Ella, está
en tu corazón y aunque trates de ocultarla, borrarla, velarla y darle la
espalda para sentirse bien, siempre estará ahí, gústete o no. Es tu
consciencia, tu buda interno, tu cristo...
Séneca dijo: "Él que no sabe dónde va, no hay viento que le venga
bien." ¡Aplícate el cuento!... Y recordemos que la Verdad no es rígida,
porque en ella está incluida el amor, la sabiduría, la compasión y el
perdón.
Cristo en su momento más difícil dijo: "¡Perdónalos Señor porque no
saben lo que hacen!" Lo dijo por amor, por
sabiduría, por compasión, para
perdonar lo que estaba seguro no conducía a la Iluminación Suprema e
Insuperable y para señalar el Camino.
Queridos
amigos, desarrollemos
nuestro ilimitado potencial, valorando al máximo nuestra propia vida y la
de los demás. Permitámonos una transformación positiva desde lo más
profundo de nuestro ser, hasta evolucionar el temor en valentía,
las dudas en sabiduría y el egoísmo en misericordia. Aprendamos
a vivir en la Verdad, y con ella en nuestro corazón y nuestra mente,
iluminemos al mundo. La verdad nos conduce a la Realidad Absoluta.
- Para terminar quiero exponerles una pequeña
anécdota que nos contó el Dr. Arun Gandhi, nieto de Mahatma Gandhi y el
fundador del instituto M.K.:
-
- Gandhi para la 'Vida Sin Violencia' en su
conferencia del 9 de Junio en la Universidad de Puerto Rico, compartió la siguiente
historia como un ejemplo de la vida sin violencia en el arte de sus padres:
-
- "Yo
tenia 16 años y estaba viviendo con mis padres en el instituto que mi
abuelo había fundado a 18 millas en las afueras de la ciudad de Durban,
en Sudáfrica, en medio de plantaciones de azúcar.
-
- Estábamos
bien adentro del país y no teníamos vecinos, así que a mis dos hermanas
y a mí siempre nos entusiasmaba el poder ir a la ciudad a visitar amigos
o ir al cine.
-
- Un
día mi padre me pido que le llevara a la ciudad para atender una
conferencia que duraba el día entero y yo salté a la oportunidad.
-
- Como
iba a la ciudad mi madre me dio una lista de cosas del supermercado que
necesitaba y como iba a pasar todo el día en la ciudad, mi padre me pidió
que me hiciera cargo de algunas cosas pendientes como llevar el auto al
taller.
-
- Cuando
despedí a mi padre, él me dijo: Nos vemos aquí a las 5 p.m. y volvemos
a la casa juntos.
-
- Después
de muy rápidamente completar todos los encargos, me fui hasta el cine más
cercano. Me enfoqué tanto con la película, una película doble de John
Wayne que me olvidé del tiempo. Eran las 5:30 p. m. cuando me acordé.
-
- Corrí
al taller, conseguí el auto y me apuré hasta donde mi padre me estaba
esperando. Eran casi las 6 p.m.
-
- El
me preguntó con ansiedad: ¿Por qué llegas tarde? Me sentía mal por eso
y no le podía decir que estaba viendo una película de John Wayne
entonces le dije que el auto no estaba listo y tuve que esperar...esto lo
dije sin saber que mi padre ya había llamado al taller.
-
- Cuando
se dio cuenta que había mentido, me dijo: ¡Algo no anda bien en la
manera que te he criado que no te ha dado la confianza de decirme la
verdad!
-
- Voy
a reflexionar que es lo que hice mal contigo. Voy a caminar las 18 millas
a la casa y pensar sobre esto.
-
- Así
que vestido con su traje y sus zapatos elegantes, empezó a caminar hasta
la casa por caminos que ni estaban cementados ni iluminados.
-
- No
lo podía dejar solo... así que yo manejé 5 horas y media detrás de él...
viendo a mi padre sufrir la agonía de una mentira estúpida que yo había
dicho.
-
- Decidí
desde ahí que nunca más iba a mentir.
-
- Muchas
veces me acuerdo de este episodio y pienso... Si me hubiese castigado de
la manera que nosotros castigamos a nuestros hijos... ¿hubiese aprendido
la lección? No lo creo...
-
- Hubiese
sufrido el castigo y hubiese seguido haciendo lo mismo...
-
- Pero
esta acción de no-violencia fue tan fuerte que la tengo impresa en la
memoria como si fuera ayer...
-
- Esto
es el poder de la vida sin violencia."
-
-
- El Venerable
Maestro Chin Kong nos apunta hacia el 'Camino de la Felicidad Suprema' y
dice señalando los pasos:
-
-
- Sinceridad
Genuina Hacia los Otros
-
- Pureza
Interior de Mente
-
- Igualdad
en Todo lo que Vemos
-
- Entendimiento
Propio de Nosotros Mismos y de Nuestro Medio Ambiente
-
- Compasión:
Ayudando a Otros en una Forma Sabia e Incondicional
-
- Ver
Completamente a través de la Verdad de la Impermanencia
-
- Dejar
Ir todos los Pensamientos Errantes y los Apegos
-
- Libertad
de Mente y Espíritu
-
- Concordancia
en las Condiciones; Adáptate al Ambiente
-
- Estar
Consciente del Buda Amitaba, deseando alcanzar la Tierra Pura y
siguiendo Sus Enseñanzas.
-
-
- Para finalizar aquí tenemos algunas
citas a propósito:
- Cuando los mentirosos hablan la verdad no
se les cree. -- Aristóteles
-
- Las palabras falsas no son sólo
diabólicas en sí mismas, sino que infectan el alma con la maldad. --
Platón (Diálogos, Phaedo)
-
- Una mentira se adelanta la mitad del camino
alrededor del mundo antes de que la verdad tenga la oportunidad de ponerse los
pantalones. -- Sir Winston Churchill
-
- La ambición guía a muchos hombres a
convertirse en falsos; teniendo un pensamiento cerrado en el pecho y otro listo
en la lengua. -- Sallust (La Guerra con Catiline)
-
- La verdad es más importante que los
hechos. -- Frank Lloyd Wright
- Este
día ha pasado.
- También
nuestras vidas están concluyendo.
- Como
pez en poca agua,
- El
goce no durará.
- Trabajemos
con un esfuerzo puro.
- Como
si tuviéramos nuestras cabezas en llamas.
- Estén
alertas de la impermanencia.
- Sean
cuidadosos de la pereza y la ociosidad.
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- Deseándoles la Paz
Divina
- Rev.
Yin Zhi Shakya, OHY
- Domingo, 25 de mayo de 2003
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