El Maestro le dijo a Pai-hsiu:
- Ambos, los Budas y los seres sintientes surgen de la Mente, y no hay
otra realidad que esta Mente. Ella ha existido desde el pasado sin principio;
ella no conoce nacimiento ni muerte; ni es azul ni amarilla; ni tiene figura ni
forma; está más allá de la categoría de ser y no-ser; no se puede medir por
edad, vieja o nueva; ni es larga ni corta; ni grande ni pequeña; porque
trasciende todos los limites, palabras, indicaciones y opuestos. Debe tomarse
justamente como es en ella misma; cuando tratamos de agarrarla en nuestros
pensamientos, se elude. Es como el espacio donde todos sus límites están más
allá de la medida; ningún concepto se puede aplicar aquí.
Esta Mente Única es el Buda que no se puede separar de los seres
sintientes. Pero porque la buscamos exteriormente en el mundo de la forma,
mientras más la buscamos más lejos se aparta de nosotros. Hacer que el Buda se
busque a sí mismo o hacer que la mente se agarre a sí misma - es una
imposibilidad hasta el final de la eternidad. No nos damos cuenta que tan pronto
como nuestros pensamientos cesen y todos los intentos de formar ideas son
olvidados el Buda se revela él mismo ante nosotros.
Esta Mente no es otra que Buda, y el Buda no es otro que los seres
sintientes. Cuando la Mente asume la forma de todos los seres sintientes, no ha
menguado; cuando llega a ser un Buda, no se ha añadido nada a ella. Incluso
cuando hablamos de las seis virtudes de la perfección (paramitas) y otras diez
mil acciones meritorias iguales al número de granos de arena del Ganges, todas
ellas están en el ser de la Mente misma; ellas no son algo que se le pueda
agregar a la Mente por alguna disciplina. Cuando las condiciones están
trabajando, se establece; cuando las condiciones cesan de operar, permanece en
quietud. Aquellos que definitivamente no tiene fe en esto, que la Mente es Buda,
y tratan de lograrlo por medio de una disciplina apegada a la forma, se rinden a
una fantasía o imaginación incorrecta; se desvían del camino correcto.
La Mente no es otra que el Buda; no hay Buda fuera de la Mente, ni hay
ninguna mente fuera de Buda. Esta Mente es pura y al igual que el espacio, no
tiene formas especificas [por lo cual puede ser distinguida de otros objetos].
Tan pronto como hagas surgir un pensamiento y se comienza a formar una idea de
él, arruinas la realidad misma, porque entonces te apegas a la forma. Si buscas
la Budeidad practicando las seis virtudes de la perfección y otras diez mil
acciones meritorias, esto es calificar [el logro de la Budeidad]; porque desde
el pasado sin comienzo no hay Buda que su logro haya sido calificado así.
Cuando ustedes obtienen un discernimiento en la Única Mente encuentran que no
hay una realidad particular [que pueda llamarse Mente]. Esta imposibilidad de
logro no es otra que el Buda verdadero mismo.
Los Budas y los seres sintientes surgen de la Mente Única y no hay
diferencia entre ellos. Es como el espacio donde no hay complejidades, ni está
sujeto a la destrucción. Es como el gran sol que ilumina los cuatro mundos:
cuando se levanta, su luz penetra por el mundo entero, pero el espacio mismo no
logra ninguna iluminación. Cuando el sol se pone la oscuridad reina en todas
partes, pero el espacio mismo no comparte su oscuridad. La luz y la oscuridad se
empujan la una a la otra para tomar el lugar prevaleciendo alternativamente,
pero el espacio mismo es un vacío vasto y no sufre vicisitudes.
Lo mismo puede decirse de la mente que constituye la esencia del Buda
tanto como la de los seres sintientes. Cuando tomas a Buda por una forma de
pureza, luz y emancipación y a los seres sintientes por la corrupción, la
oscuridad y la trasmigración, nunca tendrás la ocasión, aunque sea por mucho
tiempo, [que tu lucha continúe] de lograr la iluminación; mientras te adhieras
a este camino de entendimiento, estarás apegado a la forma. Y en esta Mente Única
no hay una forma de particularidad para que pongas tus manos sobre ella.
Esa Mente que no es otra que Buda no es entendida por los Budistas de
hoy en día; y por esa inhabilidad de ver dentro de la Mente como ella es, ellos
se imaginan una mente al lado de la Mente misma y buscan a Buda exteriormente en
la forma. Esta forma de disciplina es un error, no es el camino de la Iluminación.
Es mucho mejor hacerle ofrendas a un hombre espiritual que está libre
de apegos mentales que hacer ofrendas a todos los Budas en las diez regiones. ¿Por
qué? Porque ser libre de los apegos de la mente significa ser libre de todas
las formas de imaginación.
Como La Semejanza se expresa a sí misma interiormente puede ser como
madera o roca, permaneciendo ahí inmóvil y firme; mientras externamente es
como el espacio, nada es obstruido o reprimido. Como La Semejanza es libre de
actividad y pasividad, no conoce orientación, no tiene forma, ni hay ganancia
ni pérdida. Aquellos que corren (salvajemente) ni se atrevan a entrar en el
Camino ya que tienen temor de caer en un vacío donde no hay sostén para
mantenerlos aguantados. Ellos aventajan el retiro a medida que lo hacen. Son los
buscadores que ponen la pauta para el aprendizaje y el entendimiento
intelectual. Muchos son definitivamente estos buscadores, tantos como cabellos
tenemos; mientras que aquellos que buscan la verdad son unos pocos así como
cornamenta hay en el mundo.
Manjusri corresponde a li (razón o principio) y Samantabhadra a hsing
(vida y acción). Li es el principio del verdadero vacío y la no- obstrucción,
hsing es una vida de desapego de la forma, e inagotable. Avalokitesvara
corresponde al amor perfecto y Sthamaprapta a la perfecta sabiduría.
Vimalakirti significa 'nombre incorrupto'; la incorrupción es la Esencia y el
nombre es la forma. La Esencia y la forma no son dos cosas diferentes dado que
el nombre es Vimala-kirti ("nombre puro"). Todo eso que es
representado por cada uno de los grandes Bodhisattvas está presente en cada uno
de nosotros, porque es el contenido de la Única Mente. Todo estará bien cuando
despertemos a la verdad.
Los Budistas de los días presentes miran al exterior en lugar de
interiormente y dentro de sus propias mentes. Ellos se apegan por su propia
voluntad a la forma y al mundo - que es la violación de la verdad.
El Buda se refiere a las arenas del Ganges en esta forma: estas arenas
son pisadas y caminadas por todos los Budas, Bodhisattvas, Sakrendra, y otro
devas, pero las arenas no están felices por eso; de nuevo ellas son pisadas y
andadas por las vacas, las ovejas, los insectos, y las hormigas, pero las arenas
no se irritan; puede que ellas escondan toda clase de tesoros y sustancias
perfumadas, pero no las codician para sí mismas; ellas pueden que estén
manchadas con toda clase de suciedades y materiales fétidos, pero ellas no
sienten hastío. Una actitud mental de esta naturaleza es la del que ha
realizado el estado de mushin ("estar libre de los apegos mentales").
Cuando una mente es libre de toda forma, ella ve [dentro del hecho] que
no hay distinción entre los Budas y los seres sintientes; cuando este estado de
mushin es logrado, se completa la vida Budista. Si los Budistas son incapaces de
ver en la verdad del mushin sin nada que se interponga, todas sus otras
disciplinas de eones no los capacitará para obtener la iluminación. Siempre
estarían prisioneros con la noción de disciplina y mérito como lo fomentan
los seguidores del Triple Vehículo, nunca lograrían la emancipación.
Para lograr este estado de mente (mushin), algunos son más rápidos que
otros. Hay algunos que logran el estado de mushin al momento solamente
escuchando un discurso sobre el Dharma, mientras que hay otros que lo logran
solamente después de ir a través de todos los grados de la Bodhisattvadad,
tales como las diez etapas de la fe, las diez etapas de la permanencia, las diez
etapas de disciplina y las diez etapas de convencimiento. Puede que se requiera
más o menos tiempo en el logro del mushin, pero una vez obtenido, finaliza toda
la disciplina y todo el entendimiento y sin embargo realmente no hay nada que se
haya obtenido. Es la verdad y no la falsedad. Ya sea si ese mushin es logrado en
un pensamiento o a través de ir por las diez etapas, su trabajo práctico es el
mismo y no hay ninguna duda de que uno sea más o menos profundo que el otro. Sólo
ese que ha pasado a través de largos tiempos y dura disciplina.
Cometer malignidades o practicar la bondad, ambos son el resultado del
apego a la forma. Cuando las maldades son cometidas por estimar el apego a la
forma uno tiene que sufrir la trasmigración; cuando la bondad es practicada por
estimar el apego a la forma, uno tiene que ir a través de una vida de
penalidades. Es mucho mejor por lo tanto ver todo al instante en la esencia del
Dharma a medida que la oyes y percibes cuando se expone.
Por Dharma entendemos la Mente, porque no hay Dharma aparte de la Mente.
La Mente no es otro que el Dharma, porque no hay Mente aparte del Dharma. Esta
Mente en sí misma es no-mente (mushin), y no hay no-mente tampoco. Cuando la
no-mente es buscada por una mente, esto la hace un objeto particular de
pensamiento. Hay solamente el testimonio del silencio, y va más allá del
pensamiento. Por lo tanto se dice que [el Dharma] corta el camino a las palabras
y pone final a toda la forma de actividad mental, especialmente el pensar.
Esta Mente es el Origen, el Buda absolutamente puro en su naturaleza, y
está presente en cada uno de nosotros. Todos los seres sintientes ya sean viles
y degradados no son en este asunto en particular diferentes de los Budas y los
Bodhisattvas - ellos son todos de una sustancia. Sólo por sus imaginaciones y
discriminaciones falsas, los seres sintientes trabajan su karma y recogen su
resultado, mientras que en la esencia misma de su Buda, no hay nada que
corresponda a ello; la Esencia está vacía y deja que todo pase a través, está
en quietud y descanso, está iluminando, es paz y productora de bienaventuranza.
Cuando interiormente tienes un profundo discernimiento acerca de esto,
de inmediato te das cuenta que todo lo que requieres está ahí en perfección y
en abundancia y no necesitas nada. Puede que te hayas disciplinado formal y
diligentemente por los tres asamkhyeya kalpas pasados y hayas pasado a través
de todas las etapas de la Bodhisattvadad; pero cuando se llega a tener el
entendimiento en un solo pensamiento, éste no es otro que ese que dice que eres
del primer Buda mismo y ningún otro. El entendimiento o la realización no te
ha añadido nada sobre esta verdad. Cuando miras hacia atrás y evalúas todas
las medidas disciplinarias que has pasado a través, solamente encuentras que
ellas han sido no más que las muchas cosas inútiles que has hecho en un sueño.
Por lo tanto, el Tathagata ha dicho que él no ha obtenido nada cuando se hubo
iluminado, y que si hubiera logrado realmente algo, el Buda Dipankara nunca lo
habría testificado.
De nuevo el Tathagata dijo que este Dharma es perfectamente imparcial y
libre de irregularidades. Por Dharma se entiende el Bodhi. Esto es, esta Mente
pura formando el origen de todas las cosas es perfectamente imparcial en todos
los seres sintientes, en todas las tierras del Buda, y también en todos los
otros mundos juntos con montañas, océanos, etc., cosas con forma y cosas sin
forma. Todas ellas son imparciales, y no hay marcas de distinción entre este
objeto y eso. Esta Mente pura, el Origen de todas las cosas, es siempre
perfecta, iluminadora y toda penetrante. Las personas son ignorantes de esto y
toman que lo que ven, oyen, piensan y conocen por la Mente misma; y su
discernimiento es entonces velado e incapaz de penetrar en la sustancia misma
que es clara e iluminadora. Cuando entiendas o realices el mushin sin ninguna
intervención [esto es, intuitivamente], la sustancia misma se te es revelada.
Es como el sol revelándose a sí mismo en el cielo, su iluminación penetra las
diez potestades y no hay nada que interfiera con su travesía.
Por esta razón, cuando los seguidores del Zen fracasan en ir más allá
de sus sentidos y pensamientos, todos sus acciones y movimientos no tienen
significado alguno. Pero cuando los sentidos y los pensamientos son aniquilados,
todos los pasajes de la Mente son bloqueados y ninguna entrada entonces llega a
ser posible. La Mente original se debe reconocer junto con los trabajos de los
sentidos y pensamientos, solamente que no pertenecen a ellos ni son
independientes de ellos. No construyan sus puntos de vista sobre sus sentidos y
pensamientos, no lleven a cabo su entendimiento basado en sus sentidos y
pensamientos; pero al mismo tiempo no busquen la Mente fuera de sus sentidos y
pensamientos, no agarren el Dharma a través de rehusar sus sentidos y
pensamientos. Cuando ni estas apegado ni desapegado de ellos, cuando no habitas
ni te agarras a ellos, entonces disfrutas tu libertad sin obstrucción perfecta,
entonces tienes tu asiento en la iluminación.
Cuando las personas aprenden que lo que es trasmitido de un Buda a otro
es la Mente misma, ellos se imaginan que hay un objeto en particular conocido
como mente la cual intentan agarrar o entender o realizar; pero esto es buscar
algo fuera de la Mente misma, o crear algo que no existe. En realidad, sólo
existe la Mente. No puedes perseguirla erigiendo otra mente; por mucho tiempo
que la hayas buscado, a través de cientos de miles de kalpas, no llegará nunca
el tiempo que puedas decir que la tienes. Sólo cuando tengas el despertar
inmediato al estado de mushin tendrás tu propia Mente. Es como la búsqueda del
hombre fuerte por su propia gema escondida en su frente: mientras que la busque
fuera de él en los diez dominios, nunca la encontrará; pero deja que el sabio
señale donde está escondida, y el hombre instantáneamente percibirá su
propia gema que ha estado allí desde el mismo principio.
El fracaso de los seguidores del Zen en reconocer al Buda es debido a su
reconocimiento incorrecto de dónde está su propia Mente. Ellos la buscan
exteriormente, preparan toda clase de ejercicios que esperan dominar
gradualmente, y trabajan diligentemente a través de las edades. Sin embargo
fracasan en alcanzar la iluminación. Ningún trabajo se puede comparar con el
despertar inmediato al mismo estado de mushin.
Cuando llegas al entendimiento más determinado al efecto de que todas
las cosas en su naturaleza no tienen posesiones, ni apegos, ni dependencias, ni
habitación, ni condiciones mutuas, llegarás a ser libre de albergar
imaginaciones, lo cual es la realización del Bodhi. Cuando el Bodhi es
realizado, tu propia Mente, que es el Buda, es realizada. Entonces se encuentra
que todas las acciones de todos los tiempos y edades no han sido nada más que
disciplinas. Cuando el hombre fuerte recobra su propia gema en su frente, la
recuperación no tiene nada que ver con todos sus esfuerzos gastados en su búsqueda
externa. Así dijo el Buda: "Yo no he tenido ningún logro al obtener la
Iluminación". Estando ansioso acerca de que no creamos esto, él se
refiere a los cinco ojos y las cinco declaraciones. Pero esa es la verdad, no la
falsedad, porque esa es la primera declaración verdadera.