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- Lo
Relativo y lo Absoluto
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- Relatos
de la Vida Diaria
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- Por
la Rev. Yin Zhi Shakya, OHY
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- Corrector:
Zhèng
chún (Fernando Valencia)
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- Relato
#29
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- La
Concentración. La Meditación. La Transformación.
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Mientras
perdure el espacio
Mientras persistan los seres sensibles
Que hasta ese entonces también yo permanezca
Y disipe las miserias del mundo.
- Dalai Lama
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- Todos
queremos ser felices. Y en la búsqueda de esa felicidad que tanto añoramos,
perseguimos todo lo que pensamos pueda contenerla. Corremos detrás de amor,
dinero y salud. Detrás de un amor permanente, de una riqueza inextinguible
y de una salud constante y continua. Y así, ofuscados por la búsqueda de
la felicidad perecedera, vamos obteniendo pequeñas dosis de dicha
'felicidad', las cuales se agotan por cualquier circunstancia y nos dejan más
tristes y frustrados de lo que estábamos en un comienzo. Para muchos, estas
dosis son mayores que para otros, pero de todas formas siempre se acaban,
son pasajeras y efímeras, porque en este mundo dual del Sámsara, después
de una felicidad viene una tristeza y después de una tristeza viene una
felicidad. La cantidad y la calidad de cada una de ellas dependen de la Ley
de la Causalidad. Esta ley la explica detalladamente el Gran Maestro Jy Din
en su obra 'Las Enseñanzas de Hsu Yun' como sigue:
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Primero,
la Ley de la Causalidad explica simplemente que el mal produce mal y el bien
produce bien. Un árbol venenoso da un fruto venenoso, mientras que un árbol
sano da uno bueno.
Conceptualmente esto parece simple; pero en realidad es bastante complejo.
Los malos actos son una horrible inversión. Garantizan una ganancia en
dolor, amargura, ansiedad y remordimiento. No hay ganancia para las acciones
que nacen de la codicia, la lujuria, la cólera, el orgullo, la pereza o la
envidia. Todas estas motivaciones sirven simplemente a las ambiciones del
ego. Los actos o acciones malas nunca pueden desarrollar la realización
espiritual. Solo garantizan penuria espiritual.
Por otra parte están los actos buenos,
siempre que no sean realizados
condicionalmente - como una inversión que dará una futura recompensa -
traerán al que los haga, paz y realización espiritual.
Un buen acto libre de ego es muy diferente de un buen acto artificial. En
apariencia, el efecto puede parecer el mismo; es prestada la ayuda o atención
necesarias. Pero la persona que ayuda a otra con la esperanza secreta de
recibir algún beneficio futuro, por regla general hace el mal, no el bien.
Permítanme que ilustre este punto:
Hubo una vez en China un príncipe al que le gustaban mucho los pájaros.
Siempre que encontraba un pájaro herido, lo alimentaba y lo cuidaba hasta
que recobraba la salud; y entonces, cuando el pájaro había recobrado su
fuerza, lo dejaba en libertad con mucho regocijo.
Naturalmente, el príncipe se hizo bastante famoso debido a su capacidad de
sanador amoroso de los pájaros heridos. Siempre que alguien se encontraba
un pájaro herido, en cualquier lugar del reino, rápidamente se le llevaba,
y él expresaba su gratitud a la persona considerada que se había ocupado
de eso.
Pero entonces, para tratar de conseguir el favor del príncipe, la gente
comenzó a atrapar pájaros y a lesionarlos deliberadamente para así
poderlos llevar al palacio.
Fueron asesinados tantos pájaros en el curso de la captura y su posterior
mutilación, que el reino se convirtió en un infierno para los pájaros.
Cuando el príncipe vio el daño que estaba causando su bondad, decretó que
nunca más se ayudara a ningún pájaro herido.
Cuando la gente vio que ya no obtenía beneficio por ayudar a los pájaros,
dejaron de dañarlos.
A veces sucede que nuestras experiencias son como las de este príncipe. A
veces, cuando pensamos que estamos haciendo lo más adecuado, nos damos
cuenta para nuestro disgusto que en realidad estamos causando el mayor
perjuicio.
¡Realicen un buen acto en silencio y en el anonimato! Olviden el regocijo.
Un buen acto debería tener una vida muy corta, y una vez muerto, debería
ser rápidamente enterrado. No intenten resucitarlo. Demasiado a menudo
intentamos convertir un buen acto en un fantasma que ronda a la gente, que
recuerda constantemente nuestro maravilloso servicio - solo en caso de que
comenzaran a olvidarlo.
¿Pero qué sucede cuando somos receptores de la bondad de otra persona?
Bueno, entonces debemos permitir que el buen acto alcance la inmortalidad.
Dejar vivir el buen acto de otra persona es mucho más difícil que permitir
que nuestro buen acto muera. Permítanme también que ilustre esto.
Hubo una vez un tendero, un hombre bondadoso y decente que apreciaba a todos
sus clientes. Cuidaba y quería que todos estuviesen sanos y bien
alimentados. Mantenía sus precios tan bajos que no ganaba mucho dinero, ni
tan siquiera para contratar a alguien que lo ayudara en su pequeña tienda.
Trabajaba muy duro en su honesta pobreza, pero era feliz.
Un día vino una clienta y le contó una historia. Su marido se había
lesionado y no podría trabajar en varios meses. No tenía dinero para
comprar comida ni para él ni para sus niños. "Sin comida - lloró -
todos morirán."
El tendero se compadeció de ella y acordó extenderle un crédito.
"Cada semana te proporcionaré arroz para siete días y vegetales para
cuatro, y esto con seguridad será suficiente para mantener la salud de tu
familia; después, cuando tu marido vuelva a trabajar, podrás mantener el
mismo menú mientras liquidas tu deuda. Y antes de que te des cuenta, ya
estarás comiendo vegetales siete días a la semana."
La mujer se lo agradeció mucho. Cada semana recibía arroz para siete días
y vegetales para cuatro.
Pero cuando su marido volvió a trabajar tuvo que decidir entre liquidar su
vieja deuda, mientras continuaba comiendo vegetales cuatro días a la
semana, o comprar a otro tendero y comer vegetales siete días a la semana.
Escogió lo último y justificó su falta de pago diciendo a la gente que su
anterior tendero le había vendido vegetales podridos.
¿Con cuánta frecuencia, cuando queremos algo con muchas ganas, prometemos
que si se cumplen nuestros deseos dedicaremos nuestras vidas a demostrar
nuestra gratitud? Pero entonces, una vez recibido lo que tan ardientemente
buscábamos, nuestra promesa se debilita y muere casi automáticamente. La
enterramos rápidamente, sin ceremonia. Este no es el camino Chan.
Y así, como un granjero que siembra fríjoles de soja no espera cosechar
melones, no debemos esperar, cuando cometemos acciones egoístas, inmorales
o perjudiciales, cosechar pureza espiritual. Ni podemos esperar escondernos
de nuestras fechorías mudándonos del lugar en que las hemos cometido, o
asumir que el tiempo borre su recuerdo. Nunca podemos suponer que si
ignoramos nuestras fechorías durante el tiempo suficiente, la gente a quien
hemos perjudicado morirá oportunamente, llevándose a la tumba nuestra
necesidad de expiar el daño que hemos causado. Son nuestros buenos actos
los que debemos enterrar... no nuestras víctimas o promesas rotas.
No podemos pensar que debido a la falta de testigos no tendremos que
responder de nuestras fechorías. Muchas viejas historias budistas ilustran
este principio. Déjenme que les cuente algunas de mis favoritas:
Durante la generación que precedió a la vida del Buda Shakyamuni en la
tierra, muchos de los miembros de su clan, Shakya, fueron brutalmente
masacrados por el malvado Rey Virudhaka, también llamado "Rey
Cristal".
¿Qué hizo que sucediera esta terrible acción?
Bueno, también sucedió que cerca de Kapila, la ciudad de los Shakya donde
nació el Buda, había un gran estanque, y en la orilla de este estanque una
pequeña aldea. Nadie recuerda su nombre.
Un año hubo una gran sequía. Los cultivos se secaron y a los aldeanos no
se les ocurrió nada mejor que matar y comer los peces que había en el
estanque. Los atraparon a todos menos a uno. Este último pez fue atrapado
por un niño que jugaba con la pobre criatura tirándola sobre su cabeza.
Esto es lo que estaba haciendo cuando los aldeanos se lo quitaron y lo
mataron.
Entonces volvieron las lluvias y la normalidad a todo el reino. La gente se
casaba y tenía hijos. Uno de estos niños fue Sidarta, el Buda, que nació
en la ciudad de Kapila, cerca de la aldea y del estanque.
Sidarta creció y predicó el Dharma, teniendo muchos seguidores. Entre los
seguidores estaba el rey de Sravasti, el Rey Prasenajit. Este rey se casó
con una chica del clan de los Shakya y tuvieron un hijo: el príncipe
Vurudhaka - el anteriormente nombrado "Rey Cristal". La pareja
real decidió criar al príncipe en Kapila, la ciudad del Buda.
Al principio todo iba bien. Virudhaka era un niño sano y poco tiempo después
se hizo un chico guapo y fuerte. Pero antes de estar listo para entrar en la
escuela ocurrió un hecho trascendental.
Ocurrió que un día, durante una ausencia del Buda de Kapila, el joven príncipe
subió a la Honorable Silla del Buda y empezó a jugar allí. El no pretendía
estropearla - solo era un juego de niños. Pero ¡Oh! - cuando los miembros
del clan del Buda vieron al príncipe jugando en este lugar sagrado se
enfadaron mucho, le reprendieron, y le hicieron bajar de la silla, humillándole
y maltratándole.
¿Cómo puede un niño comprender la imbecilidad de los fanáticos? Los
adultos no se lo pueden explicar.
Verdaderamente es bastante misterioso. Su cruel trato solo sirvió para
envenenar al príncipe y hacer que odiara a todos los miembros del clan del
Buda. Fue su trato cruel el que lo inició en su carrera de crueldad y
venganza.
Finalmente, se dice que el príncipe mató a su propio padre para poder
ascender al trono de Sravasti. Entonces, como Rey Virudhaka, el Rey Cristal,
finalmente pudo tomar venganza contra el clan Shakya. Conduciendo a sus
propios soldados, comenzó a atacar la ciudad de Kapila.
Cuando los miembros del clan del Buda fueron a contarle la inminente
masacre, le encontraron con un terrible dolor de cabeza. Le suplicaron que
interviniera y rescatara a la gente de Kapila del brutal ataque del Rey
Cristal, pero el Buda, gimiendo de dolor, se negó a ayudar, diciendo,
"Un karma establecido no puede ser cambiado".
Entonces los miembros del clan fueron a Maudgalayayana, uno de los más
poderosos discípulos del Buda, y le suplicaron su ayuda. Les escuchó y se
compadeció, y movido por la compasión decidió ayudar a los sitiados
ciudadanos de Kapila.
Utilizando sus habilidades sobrenaturales, Maudgalyayana alargó su cuenco
maravilloso a los amenazados Shakya y permitió a quinientos de ellos que
subieran al mismo. Entonces levantó el cuenco en el aire, pensando que los
alzaba a la seguridad. Pero cuando lo bajó, los quinientos hombres se habían
convertido en un charco de sangre.
El terrible signo alarmó tanto a todos que el Buda decidió revelar la
historia de sus antepasados, aquellos aldeanos que habían matado a todos
los peces durante la sequía.
"Este ejército de soldados intrusos que ahora está atacando Kapila
eran aquellos peces - explicó-. La gente de Kapila que ahora está siendo
masacrada fue la gente que asesinó a aquellos peces. El mismo Rey Cristal,
fue ese último gran pez. Y ¿quién pensáis - preguntó el Buda
manteniendo un paño frío contra su frente - que era ese chico que tiraba
el pez sobre su cabeza?"
Así que, por matar a los peces, la gente padeció la muerte. Y por herir
esa cabeza de pez, el Buda estaba importunado con un tremendo dolor de
cabeza.
Y ¿qué paso con Virudhaka, el Rey Cristal? Naturalmente, renació en el
infierno.
Con este ejemplo podemos ver que no hay final a la causa y al efecto. Una
causa produce un efecto que se convierte en sí mismo en la causa de otro
efecto. Acción y reacción. Tributo y retribución. Esta es la Ley de la
Causalidad. Más tarde o más temprano nuestros malos actos nos alcanzarán.
La única forma de prevenir el efecto es prevenir la causa.
Debemos aprender a perdonar, a dejar pasar el daño y el insulto, a no
buscar nunca venganza y ni siquiera albergar ningún rencor. Nunca nos
debemos volver fanáticos santurrones y estar orgullosos de nuestras vanas
nociones de piedad y deber, y sobre todo, debemos ser siempre benévolos,
especialmente con los niños.
Déjenme que les cuente otra historia de causa y efecto. Esta concierne al
Maestro Chan Bai Zhang quien en efecto pudo liberar un salvaje espíritu-zorro.
¡Muy pocas personas son capaces de hacer esto!
Parece ser que una noche, después de que una reunión Chan hubiera
terminado y todos sus discípulos se hubieran retirado, el Maestro Bai Zhang
se dio cuenta de que un anciano permanecía fuera de la Sala de Meditación.
Bai Zhang se acercó al hombre y le preguntó, "Dígame, señor, ¿a
quién o qué está buscando?"
El anciano respondió, "No, no 'señor'. No soy en absoluto un ser
humano. Soy un zorro salvaje que simplemente habita el cuerpo de un
hombre."
Bai Zhang naturalmente se quedó sorprendido y curioso. "¿Cómo
adquiriste esta condición?", preguntó.
El anciano hombre-zorro explicó, "Hace quinientos años, era el monje
prior de este monasterio. Un día, un joven monje se acercó y me preguntó,
'¿Cuando un hombre consigue la iluminación sigue sujeto a Ley de la
Causalidad?' y atrevidamente le contesté, 'No, está exento de la Ley.' Mi
castigo por esta falsa y arrogante respuesta fue que mi espíritu se cambió
por el espíritu de un zorro salvaje, y por eso corrí a las montañas. Como
hombre-zorro no puedo morir, y mientras persista mi ignorancia debo
continuar viviendo en esta desdichada condición. Durante quinientos años
he estado paseando por el bosque en busca del conocimiento liberador.
Maestro, le suplico que se apiade de mí y me ilumine a la verdad."
El Maestro Bai Zhang le habló amablemente al hombre-zorro. "Hazme la
pregunta que el joven monje te hizo, y obtendrás la respuesta
correcta."
El hombre-zorro obedeció. "Maestro, deseo preguntarle esto: ¿Cuándo
un hombre alcanza la iluminación está sujeto a la Ley de la
Causalidad?"
Bai Zhang respondió, "Sí. Nunca está exento de la Ley. Nunca podrá
cerrar sus ojos a las posibilidades de la causa y el efecto. Debe seguir
atento a todas sus acciones pasadas y futuras."
De repente el anciano hombre-zorro obtuvo la iluminación y quedó libre. Se
postró ante el maestro y le agradeció profusamente, "¡Al fin - dijo-
estoy liberado!" Entonces, cuando se estaba marchando, se volvió y le
preguntó a Bai Zhang, "Maestro, ya que soy un monje, ¿podría
concederme amablemente los ritos funerarios usuales para un monje? Vivo
cerca, en una guarida en la montaña que hay detrás del monasterio, ahora
iré allí para morir."
Bai Zhang aceptó, y al día siguiente fue a la montaña y encontró la
guarida. Pero en vez de encontrar allí un viejo monje, Bai Zhang solo vio
un bulto en el barroso suelo de la guarida. Tanteó el bulto con su bastón
y descubrió ¡un zorro muerto!
Bueno, ¡una promesa es una promesa! El Maestro Bai Zhang condujo los ritos
funerarios acostumbrados para un monje sobre el cuerpo del zorro. Todo el
mundo pensó que Bai Zhang estaba loco, especialmente cuando condujo una
solemne procesión funeral... con un ¡zorro muerto en el féretro!
De ese modo pueden ver, queridos amigos, que incluso haber alcanzado la
Budeidad no libra a uno de la Ley de la Causalidad. Si incluso el Buda pudo
sufrir un dolor de cabeza por haber sido cruel con un pez, qué gran
necesidad tenemos de seguir atentos al principio de que un acto nocivo, más
tarde o más temprano, nos traerá una retribución nociva. ¡Sean
cuidadosos en lo que dicen y hacen! ¡No se arriesguen a convertirse en el
espíritu de un zorro!
La
causante de nuestra infelicidad es la mente con sus patrones de conducta o
'arquetipos' que nos imponen, una y otra vez, el tener que repetir el mismo
error que nos ha causado y nos seguirá causando todas nuestras tribulaciones.
Por lo tanto, para poder llegar a eliminar o reducir esos patrones erróneos de
conducta, tenemos que transformar la mente trabajando en esas reacciones
instintivas que Jung llama 'arquetipos' o principios formativos del poder
instintivo.
-
- El Dalai Lama en una de sus charlas/entrevistas
por Leonardo Boff dijo en referencia a la Ley de la Causalidad:
-
-Leonardo:
¿cuál es la mejor religión?
Yo pensé, dijo
Leonardo, que él (el Ven. Dalai Lama) diría: "el budismo tibetano" o "las
religiones orientales que son mucho más antiguas que la cristiana".
Dalai Lama hizo
una pausa, sonrió y me miró a los ojos... lo cual me sorprendió porque yo
sabía la malicia que contenía mi pregunta.
Él respondió:
la mejor religión es la que nos conduce más cerca de Dios. Es la que nos
hace una mejor persona.
Para salir de
mi bochorno a tal respuesta, le pregunté: ¿qué es lo que me hace mejor?
El respondió:
Lo que te hace
más compasivo, más sensible, más desapegado, más amoroso, más humanitario,
más responsable y más ético.
¿Cuál es para
usted la mejor religión?
Me quedé en
silencio por un momento, maravillado de que incluso hoy estoy pensando
acerca de su sabia e irrefutable respuesta:
Mi querido
amigo yo no estoy interesado acerca de tu religión o si eres religioso no.
Lo importante para mí es tu conducta frente a tus compañeros, familia,
trabajo, comunidad y frente al mundo. Recuerda, el universo es el eco de
nuestras acciones y nuestros pensamientos.
La ley de la
acción y la reacción [la Ley de la Causalidad] no es exclusiva de la física
es también para las relaciones humanas. Si actúo con bondad, recibiré
bondad, si actuó con maldad recibiré maldad.
Lo que nuestros
abuelos nos enseñaron es una pura verdad, siempre tendrás lo que deseas para
otros. Ser feliz no es un asunto del destino. Es un asunto de opciones.
Finalmente Dalai Lama dijo: cuida tus pensamientos porque ellos devienen
palabras. Cuida tus palabras porque ellas devienen acciones. Cuida tus
acciones porque ellas devienen hábitos. Cuida tus hábitos porque ellos
formarán tu carácter. Cuida tu carácter porque él formará tu destino, y tu
destino será tu vida y... NO HAY RELIGIÓN SUPERIOR A LA VERDAD...
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-
-
El
'Camino' como le llamamos los Budistas, es el proceso del cambio de la mente
dual a la mente Iluminada. Es el desarrollo de la mente a través de la
transformación de nuestras actitudes y modos de pensar. Para esto hay que
(como en todo trabajo) adoptar un método consciente que nos ayude a hacer
el esfuerzo, para así poder reducir las emociones negativas y promover e
impulsar las positivas. En el plano físico, si queremos ser musculosos
tenemos que levantar pesas; en el plano mental, si queremos tener cierto
control sobre nuestra mente, tenemos que adoptar un método que nos ayude a
alcanzar dicho objetivo. Una técnica que nos ayude a cultivar los hábitos
positivos y a desarrollar el amor y la compasión, y de esa forma llegar a
nuestra meta. En el budismo ese recurso es la meditación.
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- Citando
a Sri Aurobindo tenemos:
"El
objeto del sadhana es abrir la conciencia al Divino y cambiar la naturaleza.
La meditación o contemplación es un medio para eso, pero sólo un medio;
bhakti es otro; el trabajo es otro más. Chitta-shuddhi fue predicado por los
yoguis como el primer medio hacia la realización, y a través de eso, ellos
obtuvieron la santidad o la quietud y santidad del sabio, pero la transformación
de la naturaleza de la cual nosotros hablamos es algo más que eso, y esta
transformación no llega por la contemplación solamente; los
trabajos son necesarios, el yoga en acción es indispensable."
- Sri
Aurobindo. Tomo
II, Sección II - El Método Sintético y el Yoga Integral.
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- Citando
al Buda al respecto, tenemos la siguiente definición sacada del libro 'La
Palabra del Buda':
La
meditación corresponde al octavo paso del Camino Óctuple: a la Correcta
Concentración. ¿Qué es entonces, la Correcta Concentración? Concentración
es fijar la mente en un solo objeto.
La Correcta Concentración tiene dos grados de desarrollo:
1. "La Concentración en los Alrededores" que se aproxima al primer
arrobamiento de ánimo o éxtasis sin obtenerlo todavía.
2. "Logro de la Concentración" que es la concentración presente en
los cuatro arrobamientos. [Más adelante se explican los Cuatro Arrobamientos
de Ánimo].
El logro de los arrobamientos, sin embargo, no es requisito para la realización
de los Cuatro Caminos Ultramundanos de la Santidad; ni tampoco la Concentración
en los Alrededores ni el Logro de la Concentración, como tal, en ninguna
forma posee el poder de conferir la entrada en los Cuatro Pasajes
Ultramundanos; dado que en ellos no hay realmente ningún poder para liberarse
uno mismo de las cosas diabólicas. La Realización de los Cuatro Pasajes
Ultramundanos es posible solamente en el momento del discernimiento dentro de
la impermanencia, la naturaleza miserable, y la impersonalidad del proceso
fenomenal de la existencia. Este discernimiento se logra solamente durante la
Concentración en los Alrededores no durante el Logro de la Concentración.
Aquel que ha realizado uno u otro de los Cuatro Pasajes Ultramundanos sin
haber obtenido nunca los arrobamientos de ánimo es llamado 'Visionario Seco'
o él que sus pasiones 'se han secado por el discernimiento'. Aquel, sin
embargo, que después de cultivar los arrobamientos ha alcanzado uno de los
Cuatro Pasajes Ultramundanos es llamado 'uno que ha obtenido la tranquilidad
en su vehículo'.
Los Cuatro Arrobamientos
Con el desapego de los objetos sensuales y el desapego de lo insano, el discípulo
entra en el primer arrobamiento que es acompañado por 'pensamientos verbales'
y 'reflexiones' que son nacidas del desapego y llenas con 'Éxtasis' y
'Felicidad'.
Este primer arrobamiento es libre de cinco cosas, y cinco cosas están
presentes. Cuando el discípulo entra en el primer arrobamiento los cinco obstáculos
se han desvanecido: 1. la lujuria, 2. la voluntad enfermiza, 3. el letargo y
la estupidez, 4. la Inquietud y la Preocupación Mental y, 5. las Dudas; y están
presentes: 1. el pensamiento verbal, 2. la Reflexión, 3. la Euforia, 4. la
felicidad y 5. la Concentración.
Ulteriormente, después de asentarse el pensamiento verbal y la reflexión y a
través de ganar la tranquilidad interior y la unidad de la mente, él entra
en un estado libre de pensamiento verbal y reflexión - el segundo
arrobamiento, que es nacido de la Concentración, y lleno con Euforia y
Felicidad.
Más tarde, después que la Euforia ha desaparecido, él vive en ecuanimidad,
atento, con una consciencia clara; y experimenta en su persona ese
sentimiento, del cual el Noble dice: - "Feliz vive el hombre de una mente
ecuánime y atenta" - así él entra en el tercer arrobamiento.
Y posteriormente, después de renunciar a los placeres y al dolor y a través
de la desaparición del previo gozo y sufrimiento, entra en un estado más allá
del placer y el dolor, entra en el cuarto arrobamiento, que está purificado
por la ecuanimidad y la atención.
[Los cuatro Arrobamientos pueden ser obtenidos por medio de la Observación
del conteo de la inhalación, sostenimiento y exhalación al respirar, tanto
como a través de la cuarta meditación sublime, 'la Meditación de la
ecuanimidad' y otras.
Las tres otras meditaciones sublimes, 'la del Amor Gentil', 'la Compasión',
'el Gozo Compasivo' puede guiar a la obtención del primero de los tres
arrobamientos. 'La Meditación del Cementerio' tanto como la meditación sobre
lo 'Repulsivo', producirá solamente el primer arrobamiento.
El 'Análisis sobre el Cuerpo' y la 'Contemplación sobre el Buda, la Ley, la
Hermandad Santa, la Moralidad, etc. solamente producirá la Concentración en
los Alrededores.]
Desarrolla tu concentración: porque aquel que tiene concentración entiende
las cosas de acuerdo a su realidad. ¿Y qué son esas cosas? El surgimiento y
el desvanecimiento de la corporeidad, del sentimiento, de la percepción, de
las formaciones mentales y de la consciencia.
Por lo tanto, estos cinco Grupos de la Existencia deben ser: penetrados
sabiamente; el error y el deseo deben ser abandonados sabiamente; la
Tranquilidad y el Discernimiento deben ser desarrollados sabiamente.
Este es el Camino Medio que el Perfecto ha descubierto, que hace a uno ver y
saber, y que guía a la paz, al discernimiento, a la Iluminación y al
Nirvana. Y que siguiéndolo, le pondrán fin al sufrimiento.
La
meditación es una disciplina espiritual que nos permite tener cierto grado de
control sobre nuestros pensamientos y emociones desordenadas, para así poder
controlarlas y dirigirlas.
-
- Tenemos
dos clases de meditación las cuales pueden ser combinadas entre si: la
unifocal o de permanencia tranquila y la de penetración o analítica.
-
- Cuando
el meditador permanece exclusivamente centrado en una idea, estamos en la
meditación unifocal, mientras que si medita en el razonamiento vinculado a
esa idea en particular que ha escogido, está practicando la meditación
analítica.
-
- Por
ejemplo, si el meditador se centra en la idea de que todo es impermanente,
nos encontramos ante un ejemplo de meditación unifocal, pero si razona con
todo lo que esté relacionado con la impermanencia, está practicando la
meditación analítica.
-
- La
Respiración Saludable pertenece a la meditación unifocal porque
permanecemos enfocados en el conteo de la inhalación, sostenimiento y
exhalación al respirar. Esta meditación, o como la llamamos nosotros los
Budistas Zen, "Respiración Saludable", es la base de toda
meditación.
-
- Es
posible combinar ambas - la meditación unifocal y la meditación analítica
- y en mi experiencia personal comienzo con la unifocal y ésta me lleva a
la analítica.
-
- La
meditación analítica es la más efectiva para transformar el corazón y la
mente.
-
- Siempre
antes de comenzar una meditación analítica comienzo con la Respiración
Saludable que me conduce a un estado de alerta 'calmado'; y de ahí sigo con
el tema que haya escogido para analizar.
-
- De
mi experiencia puedo comentarles que es de gran ayuda la meditación en la
impermanencia y transitoriedad de todo lo creado, y esto nos llevará al
desapego y a un estado claro y preciso de lo que debemos analizar en nuestra
vida diaria; o sea, el problema que tengamos que resolver en ese momento
particular.
-
- Según
la mayoría de los textos budistas hay principalmente cuatro obstáculos
para la meditación que necesitamos superar, a saber:
-
1.
La distracción mental; en donde la mente hace que nuestros pensamientos se
dispersen.
2. El embotamiento o letargo; la tendencia a quedarnos dormidos.
3. El relajamiento mental; ya que nuestra mente es incapaz de permanecer lucida
y clara.
4. La agitación mental; que se origina en la naturaleza oscilante y variable de
nuestra mente.
-
- El
aspirar a la felicidad es fundamental en el ser humano. Entonces, ¿a qué
se debe el que suframos en repetidas ocasiones experiencias dolorosas de
todo tipo?. ¿Por qué nos enfrentamos una y otra vez al dolor? Las
respuestas a estos interrogantes radican en las perspectivas defectuosas de
la realidad. Por favor, tengan en cuenta lo siguiente:
-
- 1.
Conceptuamos que todos los hechos que en realidad son transitorios y
pasajeros, son eternos, permanentes e inmutables.
2. Consideramos agradables y verdaderas fuentes de felicidad los hechos y
las cosas que en realidad son fuentes de insatisfacción y sufrimiento.
3. Frecuentemente creemos que las cosas impuras son puras e deseables.
4. Tenemos la tendencia a proyectar la noción de que hechos que carecen de
autonomía o independencia tienen existencia real.
-
- Hay
cuatro principios en el budismo que debemos comprender en toda su extensión
si queremos poder apreciar claramente las cuatro afirmaciones anteriores:
1.
Todos los fenómenos compuestos son transitorios.
Todo lo que surge de causas y condiciones es transitorio y está en un proceso
de fluir continuo y constante.
2. Todos los fenómenos contaminados son insatisfactorios.
Fenómenos contaminados son los acontecimientos y experiencias que surgen del
influjo de impulsos negativos o de nuestros pensamientos y emociones
aflictivos; se llaman contaminados porque están manchado por los
contaminantes de la mente.
3. Todos los fenómenos carecen de existencia autónoma.
[No debe interpretarse de manera nihilista o que nada existe]. Son fenómenos
creados por la mente por lo tanto no tienen existencia real.
4. El nirvana es la paz verdadera.
La naturaleza esencial de la mente es pura y luminosa. Las percepciones falsas
y los pensamientos y emociones negativos no residen en la naturaleza esencial
de la mente. En este axioma aprendemos que la naturaleza fundamental de la
realidad carece de existencia intrínseca. Todos los fenómenos resultantes de
otros factores carecen de existencia intrínseca e independiente, pero los
percibimos falsamente como autónomos. Cuando se habla del Nirvana nos
referimos a la eliminación completa de la totalidad de nuestros pensamientos
y emociones negativos y a las percepciones falsas que le sirven de fundamento.
- Citando al
Dalai Lama de nuevo, en su libro 'Transforma tu Mente' nos presenta 'Los Ocho Versos
para la Transformación de la Mente y el Corazón', en donde se describe el
proceso para esa tarea. Leamos y apliquemos su sabio consejo:
-
-
Los
Ocho Versos para la Transformación de la Mente
-
-
Yo, con la determinación de alcanzar el propósito máximo
En beneficio de todos los seres sensibles,
Que supera incluso la piedra preciosa que cumple los deseos,
Espero apreciarlos siempre.
Que cada vez que influya en otros
Me considere el más humilde de todos
Y, desde lo más profundo de mi corazón,
Los vea respetuosamente como superiores.
Que en todos mis actos examine mi mente
Y en cuanto surjan aflicciones mentales y emocionales
Por la que los demás o yo corramos peligro...
Que pueda afrontarlas con firmeza y evitarlas.
Cuando vea seres de carácter desagradable,
Oprimidos por la negatividad y el sufrimiento intensos,
Que pueda apreciarlos, ya que son difíciles de encontrar,
¡Cómo si hubiera descubierto un tesoro en joyas!
Cuando por envidia
Otros me maltraten con insultos, calumnias y desdén,
Que pueda asimilar la derrota
Y concederles la victoria.
Cuando alguien a quien he ayudado
O en él que he depositado grandes esperanzas
Me maltrate de forma muy hiriente,
Que todavía pueda considerarlo mi apreciado maestro.
En síntesis, que pueda ofrecer beneficios y alegrías
A todas mis madres directas e indirectas;
Que pueda cargar sobre mis espaldas
Las heridas y los sufrimientos de mis madres.
Que todo lo dicho permanezca a salvo
De las tachas de las ocho preocupaciones mundanas
Y que, al reconocer que todo es ilusorio
Y carece de asideros, me vea libre de la esclavitud.
-
-
-
Ahora
terminemos esta exposición repitiendo estos versos del Dalai Lama que tiene
el propósito de generar la mente Iluminada:
-
Con
el deseo de liberar a todos los seres
Siempre me refugiaré
En el Buda, el Dharma y la Sangha,
Hasta alcanzar la Iluminación Plena.
Entusiasmado por la sabiduría y la compasión
Hoy, en presencia del Buda,
Genero la mente del despertar pleno
En beneficio de todos los seres sensibles.
Mientras perdure el espacio,
Mientras perduren los seres sensibles,
Y hasta entonces también que yo permanezca
Y disipe las miserias del mundo.
-
Rev.
Yin Zhi Shakya, OHY
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Sábado,
24 de febrero de 2003
- Revisado: 5 de junio del 2010
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