Lo Relativo y lo Absoluto
Relatos de la Vida Diaria
 
Rev. Yin Zhi Shakya
 
Por la Rev. Yin Zhi Shakya, OHY
Corrector: Zhèng chún (Fernando Valencia)
 
 
Relato #17
 
El Esfuerzo Correcto - El Gran Esfuerzo

 

OM GATE GATE PARAGATE PARASAMGATE BODHI SVAHA - Palacio de Verano - Beijin - Foto por Yin Zhi Shakya
Observando cuidadosamente y con atención plena los movimientos de la mente y la ilusión del Samsara, me he dado cuenta que toda artimaña que usa el ego para mantener distraída la motivación que inicia el primer paso a la liberación es una gran mentira. Pongamos por ejemplo las fiestas religiosas de todas o cualquier religión. Como vivo en América, la mayor de ellas es la Navidad. Maravilloso recordatorio del Nacimiento del Cristo, que una y otra vez surge en nuestros corazones para hacernos comprender la verdad, o lo que sería lo mismo para los Budistas, el despertar del Yo Búdico en cada ser viviente. Pero, ¿lo ve la humanidad desde ese punto de vista? ¡No lo creo!
 
En esta Navidades aquí en USA, en el medio de la locura de las compras 'inútiles' y la glotonería que todos parecemos tener con tanta comida, que por cierto otros carecen y no pensamos en ello, se me encendió de nuevo el bombillo de la comprensión: deseo, deseo, deseo... Con la excusa de la festividad, eso es todo lo que significan los días festivos para el mundo, cualesquiera que ellos sean. El deseo de entretenimiento, de comer hasta jactarse, de almacenar artículos inútiles que solo nos sirven para acumular y después ser esclavos de ellos ya que hay que limpiarlos y mantenerlos, y sobre todo el deseo de ser el centro de atención: Mi casa es la mejor decorada, mi jardín es el más iluminado, la comida que sirvo es la mejor, mi... mi... mi..., etc., etc., etc. ¿Es ese el verdadero significado de las fiestas de conmemoración, o es el sentido que el ego quiere implantarle a ellas?
 
No nos dejemos engañar. Cuidadosamente y con atención plena como dije antes, pensemos, por no decir meditemos, en la interpretación que le estamos dando. Si es esa, es una interpretación errónea.
 
Cada nueva Navidad, en lugar de ampliar nuestro conocimiento y motivación para lograr la paz, la comprensión, y la tolerancia, adquirimos un nuevo habito, que con el nombre de 'tradición' lo incorporamos a nuestra conducta. Y así en nombre de la tradición, compramos, compramos, compramos. Si no le regalamos a mengano y zutano, no estamos en nada. Y algunos van a la ruina por eso. ¡Qué horror! Hay que comprar a toda costa. Adquirir, adquirir, adquirir... no para suplir nuestras necesidades ni la de nuestros semejantes, sino para satisfacer lo que se le llama 'tradición'. No creo que eso sea tradición sino locura. La locura de la mente repetitiva que engañosamente nos convence que así es como se debe celebrar las festividades.
 
Si de verdad queremos celebrar correctamente las festividades religiosas haciendo ofrecimientos, debemos ejercer la caridad como Jesús y el Buda predicaron, dándole lo que necesita a quien lo necesita, y así estaremos moralmente limpios. Hemos hecho, por así decirlo, una obra de caridad. Pero... comprar artículos inútiles, que cuando son recibidos, muchas veces o nunca se hará uso de ellos es, valga la redundancia, una inutilidad, y yo diría si me lo permiten, una aberración.
 
Estamos educando a nuestros hijos en esa cultura, la cultura de comprar, de obtener, de desear, la cultura del 'ego', la cultura de la satisfacción propia. Y mientras nosotros mismo no cambiemos nuestros puntos de vista, el resultado será desastroso. 'La caridad bien entendida comienza en casa', dice el dicho; y es en nosotros mismos donde tenemos que empezar. Yo no quiero decir que hay que pasar necesidades, que no se deba comprar regalos, que se haga dieta permanente; no, no es esa mi intención; sino que 'la codicia' es una cosa que nace, se alimenta, se desarrolla y crece, al igual que todo en el Sámsara o la realidad relativa. Primeramente, no la dejemos nacer, pero si ya está aquí, no la alimentemos y evitemos con toda nuestro esfuerzo que se desarrolle y crezca. Rehusemos a toda costa que eso suceda, ya que seremos nosotros mismos quien pagaremos las consecuencias arrastrando a otros hacia nuestra ignorancia.
 
El esfuerzo correcto es uno de los pasos en el Camino Óctuplo; y me pregunto, ¿estamos haciendo el esfuerzo necesario y correcto para alcanzar la 'verdadera felicidad'? - La felicidad que no se compra.
 
El esfuerzo correcto requiere que nosotros simplifiquemos nuestras vidas, que la reestructuremos y reformemos de forma que nos conduzca a la actuación, realización y desempeño de nuestra práctica, creando así, una atmósfera en la que ella puede florecer y desarrollarse. Porque la práctica es el recurso principal que nos conduce a la liberación.
 
Se ha dicho: "Por Esfuerzo Correcto se entiende el crear un ambiente en el cual la práctica Chan pueda florecer. Reduciremos nuestras cargas sociales y monetarias, cesaremos de competir y nos permitiremos practicar más tiempo. El sentido irresistible de bienestar que derivamos de eso, nos induce al hábito de la práctica. La simplicidad del Budismo es una de las maravillosas recompensas de él".
 
El siguiente pasaje se le atribuye al Tathagata, al Bendito, al Honorable del Mundo; leamos:
 

Según el Honorable del Mundo, hay cuatro grandes esfuerzos, el esfuerzo de evitar, el esfuerzo de vencer y hacerse superior, el esfuerzo de desarrollarnos y el esfuerzo de mantenernos.

¿Cuál es el esfuerzo de evitar? Es el esfuerzo con el cual el discípulo incita a su mente a evitar la maldad, las cosas demeritorias que todavía no han surgido; y lucha por poner toda su energía y su fuerza en fortalecer su mente. Evitar todo lo que lo pueda apartar del camino.

Por lo tanto, cuando se percibe la forma con los ojos, el sonido con los oídos, el olor con la nariz, el gusto con la lengua y el contacto con el cuerpo, o un objeto con la mente, uno no se adhiere a su totalidad ni a sus partes. Y lucha por repeler eso que a través de la maldad y las cosas demeritorias, hará surgir la avaricia y el sufrimiento si permanece con los sentidos en un estado de no-alerta. De lo contrario si uno está en guardia y alerta, restringirá los sentidos y así podrá controlarlos.

Poseyendo ese noble control sobre los sentidos, él experimentó interiormente un sentimiento de gozo, en el cual ninguna cosa diabólica podía entrar. Esto se llama el esfuerzo de evitar.

Ahora bien, ¿qué es el esfuerzo de vencer y hacerse superior? Ahí, el discípulo incita a su mente a vencer la maldad, las cosas demeritorias que ya han surgido; y lucha, poniendo toda su energía en controlar sus sentidos.

Él no retiene ningún pensamiento de codicia sensual, voluntad enfermiza, o tristeza, o cualquier otros estados diabólicos y demeritorios que puedan surgir; los abandona, los hace desaparecer, los destruye, y hace que desaparezcan.

Según el Honorable del Mundo hay cinco métodos de expulsar los pensamientos diabólicos. Si mientras se mira a cierto objeto, por su causa surge en el discípulo pensamientos diabólicos y demeritorios conectados con la codicia, la cólera y el engaño, entonces el discípulo debe, mirar a otro objeto que promueva el bienestar moral; o debe reflexionar en la infelicidad de esos pensamientos: ¡Verdaderamente estos pensamientos no son beneficiosos! O no debe prestarle atención a esos pensamientos. O debe considerar la naturaleza compuesta de esos pensamientos. O con sus dientes apretados y la lengua haciendo presión sobre la parte interior de sus encías, debe con su mente, arrancar y suprimir la raíz de esos pensamientos, y haciendo esto, esos pensamientos diabólicos y demeritorios de codicia, cólera y engaño, se disolverán y desaparecerán; y la mente, interiormente llegará a asentarse y a calmarse, a sosegarse y a concentrarse. A esto se le llama el esfuerzo de vencer.

¿Qué es, entonces, ahora el esfuerzo de desarrollar? Aquí, el discípulo estimula su voluntad para hacer surgir las condiciones meritorias que todavía no han surgido; luchando por poner toda su energía en fortalecer su mente y guerrear. Y así, desarrolla los 'Elementos de la Iluminación' inclinados hacia la privacidad, al desapego, la extinción, y terminando en la liberación, nombrándolos: Atención, Investigación de la Ley, Energía, Arrobamiento, Tranquilidad, Concentración y Ecuanimidad. Esto es llamado el Esfuerzo del Desarrollo.

Y ahora ¿qué es el esfuerzo del mantenimiento? Aquí el discípulo incita a su voluntad a mantener las condiciones meritorias que ya han surgido, haciéndolas crecer y madurar a la completa perfección del desarrollo, para no dejarlas desaparecer; y lucha con toda su energía, fortaleciendo su mente y guerreando para lograrlo.

Así, por ejemplo, mantiene su mente firmemente en un objeto favorable de concentración que ha surgido, como la imagen mental de un esqueleto o un cadáver infectado de gusanos, o un cadáver de color azul y negro o un festejo de cadáveres o un cadáver hinchándose. Éste es llamado el esfuerzo de mantener.

Verdaderamente el discípulo que posee la fe y ha penetrado la enseñanza del Maestro, está lleno del pensamiento que dice: ¡Aunque la piel, los huesos y la resistencia se desaparezcan, y la carne y la sangre de mi cuerpo se sequen, no desistiré de mis esfuerzos mientras que no haya obtenido, lo que sea que haya que obtener, a través principalmente de la perseverancia, la energía y el trabajo. A esto se le llama: el Esfuerzo Correcto.

El esfuerzo de Evitar y de Vencer,
De Desarrollar y Mantener:
Esos cuatro Grandes Esfuerzos han sido demostrados
Por él, 'el descendiente del sol'.
Y aquel que firmemente se aferre a ellos
Podrá finalizar todo sufrimiento.

 

Uno debe esforzarse por abandonar el entendimiento incorrecto [esfuerzo de evitar] y por entrar en el entendimiento correcto [esfuerzo de vencer]: este es el esfuerzo correcto.
 
Con atención plena uno abandona el entendimiento incorrecto [esfuerzo de vencer] y con atención plena uno entra y permanece en el entendimiento correcto [esfuerzo de desarrollar y mantener]: esta es la propia atención correcta.
 
De forma que estos tres estados: entendimiento, esfuerzo y atención actúan y transitan juntos, teniendo al entendimiento correcto como centro, alrededor del cual el esfuerzo correcto y atención correcta marchan.
 
Aquel que haya obtenido y dominado el esfuerzo correcto, el esfuerzo incorrecto se extinguirá en él. ¡Esforcémonos a esforzarnos! Mantengamos la atención plena a toda entrada. ¡Cerremos la puerta a la Ilusión del Samsara! ¡La Felicidad verdadera no se encuentra allí, se encuentra en nuestro Buda Interno!
 
 
 "OM GATE GATE PARAGATE PARASAMGATE BODHI SVAHA"
"(Vamos, vamos, vamos más allá, vamos a la otra orilla, ¡Iluminación! ¡Gozo!)"

 

Rev. Yin Zhi Shakya, OHY
Domingo, 29 de diciembre de 2002
 

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