- Lo
Relativo y lo Absoluto
- Relatos
de la Vida Diaria
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- Por la Rev. Yin
Zhi Shakya, OHY
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- Corrector: Zhèng
chún (Fernando Valencia)
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- Relato
#13
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- La
Búsqueda de la Felicidad - La Aniquilación del Sufrimiento
- La
humanidad persigue constantemente la felicidad, y para ello todos los seres
humanos se lanzan a la búsqueda de placeres, compañía, adquisición de
bienes, poderes, y de cuanta cosa hay.
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- Muchos
creen que el poseer un automóvil, o una casa, o una posición social
determinada es la felicidad, pero el problema está en que están mirando
las cosas al revés. No es buscar la felicidad, es aniquilar el sufrimiento
de la felicidad ilusoria. La felicidad no está en ninguna parte ni la da
nadie ni nada que puedas adquirir. La felicidad es. La felicidad es un
estado mental iluminado. Un estado mental de comprensión. Un estado mental
de compasión. La felicidad es visualizada y obtenida cuando se aniquila el
sufrimiento que 'parece' perseguirnos constantemente.
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- La
experiencia de mi propia vida me ha demostrado la relación directa que
tienen el sámsara y el sufrimiento. No hay vida sin sufrimiento.
Sufrimiento es nacer, enfermarse, envejecer y morir. Eso es sufrimiento, y
nada ni nadie puede evitarlo. El que nace tiene que morir. El que nace se
enferma a través del desarrollo de su vida. El que nace envejece. El que
nace muere. Y no digamos, además, todos esos sufrimientos mentales que
solamente uno los conoce y que otros no lo pueden percibir. Todo lo que se
crea tiene que extinguirse. ¿Es que vamos a seguir así siempre? ¿Es que
no hay una salida? Sí la hay, y realmente no es tan difícil como el
sobrellevar las innumerable ansiedades y amarguras que a diario nos llegan:
el trabajo, el hogar, los deseos que no se cumplen, la incapacidad para
cualquier cosa o las frustraciones; esto, aquello y lo otro. Siempre hay
algo. No hay vida sin sufrimiento.
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- Como
sabemos que todo lo que se crea tiene que extinguirse, por deducción
sabemos también que el sufrimiento al ser creado tiene que extinguirse.
Todo lo que se crea se extingue. Sé que para cambiar ese punto de vista,
que nos hace mirar lo que tenemos delante sin poder percibirlo por causa de
la ignorancia, necesitamos hacer un gran esfuerzo. ¡Oh, sí, un gran
esfuerzo! Porque la ignorancia que hemos acumulado durante todas nuestras
vidas, nos continúa colocando obstáculos en nuestro camino. Nuestros
patrones de conducta, los arquetipos famosos de que habla C. G. Jung, continúan
surgiendo sin que nos demos cuenta. Nuestras reacciones a cada situación
siguen repitiéndose. Y nosotros, no hacemos nada para detener eso. ¡Somos
ignorantes! Y lo peor es que nos complace serlo. ¡Qué horror!
- Por
eso vale la pena hacer el esfuerzo. Ya que si comparamos el esfuerzo que
diariamente hacemos persiguiendo lo que creemos es nuestra felicidad, y que
en realidad son etapas o períodos felices, este último no conduce a la
felicidad terminal: a la Iluminación Perfecta e Insuperable. Solamente el
esfuerzo constante de enfocar nuestro pensamiento y perspectiva en cada
situación hacia una solución justa, tolerante y verdadera, un estado de
alerta concentrado conciente en las experiencias comunes y eventos de cada día,
es lo que nos guiará a 'ver' y experimentar la felicidad verdadera. Esa es
la lucha del guerrero budista, del guerrero que desea conquistar, no mundos
externos, sino su propia mente. Es ahí donde descansa el control para
recorrer el 'Camino'.
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- ¡Tenemos
un maestro dentro de cada uno de nosotros! Y ese maestro para encontrar la
felicidad es nuestro estado de alerta consciente.
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- Ejercitémonos
a estar constantemente alerta en todo momento, observando en la mente el
surgimiento de emociones conflictivas para transformarlas, de modo que los
actos individuales sean siempre correctos. Ahí está la felicidad.
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- Aquí
les he traducido algunas palabras del Buda, el Honorable del Mundo, que les
aclarará mucho mejor lo que estoy tratando de decirles.
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- La
Aniquilación del Sufrimiento
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- El
Buda dijo - Mis amigos, ¿qué es la maldad? Matar es maldad; robar es
maldad; ceder a las pasiones sexuales es maldad; mentir es maldad; calumniar
es maldad; abusar es maldad; chismear es maldad; la envidia es maldad; el
odio es maldad; aferrarse a las doctrinas falsas es maldad; todas esas
cosas, mis amigos, es la maldad.
Y ¿cuál, mis amigos, es la raíz de la maldad? El deseo es la raíz de la
maldad; el odio es la raíz de la maldad; la ilusión es la raíz de la
maldad; todas esas cosas son las raíces de la maldad.
¿Qué, sin embargo, es la bondad? Abstenerse de matar es la bondad;
abstenerse de robar es la bondad; abstenerse de la sensualidad es la bondad;
abstenerse de la falsedad es la bondad; abstenerse de la difamación es la
bondad; la eliminación de la violencia es la bondad; abandonar el chisme es
la bondad; el dejar ir toda la envidia es la bondad; la destitución del
odio es la bondad; la obediencia a la verdad es la bondad; todas esas cosas
son la bondad.
Y mis amigos, ¿cuál es la raíz de la bondad? La libertad del deseo es la
raíz de la bondad; la libertad del odio y la libertad de la ilusión; esas
cosas, mis amigos, son las raíces de la bondad.
Sin embargo, ¡Oh hermanos! ¿Qué es el sufrimiento? ¿Cuál es el origen
del sufrimiento? ¿Qué es la aniquilación del sufrimiento? El nacimiento
es sufrimiento; la vejez es sufrimiento; la enfermedad es sufrimiento; la
muerte es sufrimiento; el pesar y la miseria son sufrimientos; la aflicción
y la desesperación son sufrimientos; el unirse con las cosas aborrecibles
es sufrimiento; la pérdida de lo que amamos y el fracaso en lograr lo que
deseamos son sufrimientos; todas esas cosas, ¡Oh hermanos!, son
sufrimientos.
Y ¿cuál, Oh hermanos, es el origen del sufrimiento? ¡Es la lujuria, la
pasión y la sed por la existencia que anhela por placer en todas partes,
guiándonos al continuo renacimiento! Es la sensualidad, el deseo, el egoísmo;
todas esas cosas, Oh hermanos, son el origen del sufrimiento.
Y ¿cuál es la aniquilación del sufrimiento? La aniquilación radical y
total de esta sed y el abandono, la liberación, y la libertad de las
pasiones, eso, Oh hermanos, es la aniquilación del sufrimiento.
Y ¿cuál, Oh hermanos, es el pasaje que nos guía a la aniquilación del
sufrimiento? Es el noble camino óctuplo, él que nos guía a la aniquilación
del sufrimiento, que consiste de correctas especulaciones o perspectivas,
correctas decisiones, correcto hablar, correcta acción, correcto modo de
vida, correcto esfuerzo, correctos pensamientos y correcta meditación.
Por lo tanto, amigos, a medida que el hombre bueno investiga y reconoce el
sufrimiento y el origen del sufrimiento, a medida que reconoce la aniquilación
del sufrimiento, y camina el pasaje que lo guía a la aniquilación del él,
radicalmente abandonando la pasión, subyugando a la ira, aniquilando la
mentira vana del "yo soy", dejando la ignorancia y logrando la
iluminación, le pondrá un final a todo el sufrimiento, incluso en esta
vida.
-
- Muchos
psicólogos y psiquiatras han propuesto métodos para 'controlar la mente
perturbada' y así aniquilar el sufrimiento. Por ejemplo: Freud dijo que la
meta de su terapia era hacer consciente lo inconsciente. Y definió el
inconsciente como algo muy desagradable. Me imagino que era para sacar todos
nuestros obstáculos internos a la luz y darles solución.
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- Carl
Jung, se dedicó a la exploración del espacio interno, diríamos,
igualmente para entender todo tipo de conducta. También me imagino que
trabajó en esto para sacar todos nuestros obstáculos internos a la luz y
darles solución. Y llamó a los contenidos del inconsciente colectivo
'arquetipos'. Explicó que el arquetipo carece de forma en sí mismo, pero
actúa como un principio organizador sobre las cosas que vemos o hacemos. Un
arquetipo es un principio formativo de un poder instintivo. O sea, es un
aspecto de nosotros mismos. Estos son ejemplos de la búsqueda del hombre
para lograr la felicidad.
-
- Jung
planteó varias clases de arquetipos entre los cuales están: el arquetipo
materno, el maná, la sombra, la persona, el anima y animus, y otros más
como 'padre', 'familia', etc. Dijo que no existía un número fijo de
arquetipos que pudiéramos listar o memorizar, porque se superponen y
combinan entre ellos según la necesidad, y su lógica no responde a los estándares
lógicos que entendemos. Expliquemos uno de ellos:
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- El
arquetipo materno: Todos nuestros ancestros tuvieron madres. Hemos
evolucionado en un ambiente que ha incluido una madre o un sustituto de
ella. Nunca hubiéramos sobrevivido sin la conexión con una persona que nos
cuidara en nuestros tiempos indefensos de la infancia. Es obvio que hemos
sido 'edificados' de forma que reflejamos nuestro ambiente evolutivo:
venimos a este mundo, listos para desear una madre, la buscamos, reconocemos
y lidiamos con ella.
-
- De
ese modo, el arquetipo de madre es una habilidad propia elaborada a través
de nuestra evolución y dirigida a reconocer una cierta relación, de la
'maternidad'. Jung establece esto como abstracto, y todos los seres humanos
proyectamos ese arquetipo a la generalidad del mundo y a personas en
particular, usualmente a nuestras propias madres. Incluso, cuando un
arquetipo no encuentra una persona real disponible, tendemos a
personificarlo; esto es, lo convertimos en un personaje mitológico 'de
cuentos de hadas', por ejemplo: la tierra madre de la mitología; Eva y María
en las tradiciones de la iglesia. De acuerdo a Jung, alguien a quien su
madre no ha satisfecho las demandas del arquetipo, se convertirá
perfectamente en una persona que lo busca a través de la iglesia o
identificándose con la 'tierra madre', o en la meditación sobre la figura
de María o de una vida dedicada a la mar.
- Debemos
saber que estos arquetipos no son realmente cosas biológicas, como los
instintos de Freud. Son demandas más precisas.
-
- Estos
arquetipos u obstáculos que hemos adquirido a través de nuestras vidas se
fijan a través del uso repetitivo de ellos en cada situación. "A cada
acción, determinada reacción'. Tenemos que transformar esas reacciones
instintivas e involuntarias que llegan, nos usan, diríamos, y nos conducen
de nuevo a la conducta errónea y por lo tanto a la infelicidad, siguiendo
la rueda constante de acción y reacción involuntaria. Es como muchos dicen
en lenguaje común, 'tropezar de nuevo con la misma piedra'. Tenemos que
integrar nuestros arquetipos para comprenderlos y utilizarlos sabiamente.
Esa es la tarea del Budismos Zen: ver, transformar e iluminar.
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- El
Rev. Chuan Zhi Shakya dijo en su ensayo 'La Integración Arquetípica' -
...Primero aprendemos sobre la sombra enemiga, la persona, el ego, la sombra
amistosa; pero conforme nuestra conciencia se amplía, vamos aprendiendo
sobre lo que llamamos 'arquetipos divinos': la sabiduría del anciano o la
anciana, el Anima o Animus, el Niño Voluble, y otros. Cada uno de ellos es
un aspecto de nosotros, y cuando cultivamos el corazón Chan, nos esforzamos
por integrar a cada uno de estos. Con cada éxito nos hacemos más completos
en nuestra naturaleza humana. Progresamos de un estado fracturado a un
estado de integridad… la unidad.
-
- Entendamos
la importancia de nuestro cambio de enfoque en la búsqueda de la felicidad.
Ahí está la única forma de encontrarla.
-
-
-
- Rev.
Yin Zhi Shakya, OHY
Sábado, 21 de diciembre de 2002
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